Mal parado es como concluye el legislador priista Carlos Iriarte Mercado, el periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados federal, ante su incapacidad por atender, dirimir o, por lo menos, maquillar las evidentes rupturas al interior de su bancada legislativa, labor que, gracias a su colmillo, logró mantener a flote durante su coordinación el ahora candidato a senador, César Camacho.
En los tres meses que lleva a cargo de la coordinación de la bancada tricolor, Carlos Iriarte no pudo mediar entre las ya notorias diferencias expuestas por sus compañeros, a razón de descontento por la integración de cuadros electorales, sin duda, pero que acabaron por hacerse notorias hasta el último día del periodo ordinario, donde ni siquiera quisieron tomarse en grupo la famosa foto del recuerdo.
Sólo unos cuantos diputados subieron a la tribuna para posar a la cámara, momento en el que Iriarte Mercado tampoco estuvo; al quite salió la vicecoordinadora, Martha Tamayo.
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Luego del anuncio formal por parte del gobierno mexiquense, de la renovación de más de 103 mil concesiones del servicio de trasporte público, ha devenido una serie de expresiones a favor y en contra de parte del gremio transportista.
Trascendió que hasta el momento, la Secretaría de Movilidad ha realizado 12 reuniones con al menos 800 líderes transportistas de los municipios de Toluca, Chalco, Texcoco, Nezahualcóyotl y Tlalnepantla, entre otros, pero existe gran resistencia, sobre todo de los taxistas UBER, puesto que desde inicios de abril los inspectores comenzaron a sancionar a aquellos conductores que cobran en efectivo.
Los taxistas tradicionales han aplaudido dicha medida, pues desde 2015 que entró esta modalidad de servicio al Edoméx, se le consideró una competencia desleal pues los UBER no cuentan con licencias del servicio público ni se realizan exámenes toxicológicos para medir su capacidad física; tampoco pagan el reemplacamiento, ni están obligados a llevar una cromática que los identifique.
Al respecto, los UBER apuntan que el gobierno estatal debería perseguir a taxistas irregulares, o sea "piratas" que circulan y trabajan en el Valle de Toluca en lugar de llevar a cabo esa "cacería de brujas" con tintes meramente electoreros, es decir, para quedar bien con el enorme padrón que representan los taxistas, "piratas" o no.
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Para concluir, vale la pena mencionar el deslinde protagonizado por el Banco de Alimentos del Estado de México, de la campaña del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que promete crear más bancos de este tipo en la entidad.
De acuerdo con Alberto Canul, presidente del Banco de Alimentos mexiquense, a partir de la propuesta del PVEM, los beneficiarios han preguntado si las despensas son enviadas ahora por parte del partido, por lo que aclaró que el Banco de Alimentos es una asociación civil que trabaja de la mano con las empresas, quienes otorgan los donativos económicos y en especie, y que no reciben apoyo por parte de ningún instituto político. En pocas palabras, que el Verde no se cuelgue de su labor altruista para obtener votos.
