La sospecha ante la actual era del simulacro del escándalo

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La sospecha ante la actual era del simulacro del escándalo

Jueves, 06 Septiembre 2018 00:08 Escrito por 
La sospecha ante la actual era del simulacro del escándalo Foto: Agencia MVT

Disimular es fingir no tener lo que se tiene. Simular es fingir tener lo que no se tiene. La cultura actual es más que nunca una de disimulo y simulación, no es ya real, sino perteneciente al orden de lo hiperreal y de la simulación. No se trata de una interpretación falsa de la realidad (la ideología), sino de ocultar que la realidad ya no es la realidad. Antes se ponía empeño en disimular un escándalo, hoy el empeño se pone en ocultar que no lo es.

Nuestra cultura actual es cada vez más una cultura virtual de la difusión mediática. Y el héroe de esta cultura mediática es el detective, que busca constantemente nuevas evidencias que puedan confirmar sus sospechas iniciales.

La figura del detective privado representa la relación entre los medios y la opinión pública que es la sospecha, porque también los medios actúan como un detective, sospechando, investigando los hechos aparentes que le presenta la sociedad. 

Por eso no es casual que el género criminal-policial sea el preferido en la cultura actual, tanto en la literatura como en el cine, la televisión y las cada día más importantes series de internet, precisamente como la muy actual de ¨House of Cards¨ o la del simbólico título, Escándalo (cuyas peripecias ya no escandalizan a nadie).

La cuestión es que nos hallamos en medio de una lógica de la simulación, del poder de las imágenes, que no tiene ya nada que ver con una lógica de los hechos. Los hechos no tienen ya su propia trayectoria, sino que son engendrados por el modelo visual previo. Esta confusión del hecho con su modelo es la que da lugar a todas las interpretaciones posibles, incluso las más contradictorias.

Generalmente, la investigación mediática también abarca hechos del género ¨negro¨, presuntamente delictuosos, pero para el investigador mediático el mundo entero se encuentra bajo la sospecha de la manipulación, incluyendo a los propios medios de comunicación (del amarillismo a la prensa negra), sobre todo en esta época del¨fake news¨ (noticias falsas) o ¨la verdad sospechosa¨, hoy avalada como posverdad.

El crimen contra el lenguaje aumenta a la par de la criminalización creciente de las esferas de la economía y la política, de la mayor participación de los giros negros dentro de la economía y de la multiplicación de hechos oscuros en la política. La economía política adopta cada vez más, desgraciadamente, la estructura criminal-policial. 

La actual economía y la política sitúan a todo fenómeno bajo sospecha. Y de hecho, todo lo que se muestra cae inmediatamente bajo la sospecha de que, al mostrarse, oculta algo tras de sí, un posible sujeto manipulador, falso y potencialmente peligroso mediante el crimen del uso falaz del lenguaje mismo, de los medios de difusión, de los códigos que distorsionan y falsean los mensajes.

La suposición de una subjetividad sombría y peligrosa -oculta en el espacio mediático- se encuentra hoy representada  sobre todo en el contexto de la cultura de masas, especialmente en películas de Hollywood donde la sospecha de los sujetos amenazantes despliegan una energía destructora planificada y organizada consecuentemente, como ejemplo destacado los extraterrestres que amenazan al planeta (nunca vienen a ayudar), pero también toda suerte de objetos inquietantes que cobran vida y horrendos animales agresivos, entre los cuales los más aterradores resultan ser...los humanos.

Hoy, el Gran Hermano que todo lo vigila, no sólo es el gobierno. Hay que sospechar también de numerosos siniestros Hermanitos cibernéticos, internéticamente empoderados por las redes sociales, asi como de grupos criminales muy bien organizados o sospechosos programadores que usan avanzadas herramientas cibernéticas para apropiarse y almacenar todo tipo de datos privados de los ciudadanos, que utilizan para robar sus identidades, su poder de consumo y hasta de su voto.

¨Sospechosismo¨: Del wikcionario (https://es.m.wiktionary.org/wiki/sospechosismo) tomo la historia de la ¨Palabra inexistente, pronunciada por primera vez por Santiago Creel en ese entonces secretario de Gobernación del Gobierno de Vicente Fox en el año 2004 con la frase "Los invito a dejar atrás la cultura del sospechosismo". Aunque se cree que la "Inventora" de la palabra fue la opinóloga María Amparo Casar, en ese entonces asesora de Santiago Creel. Aunque la palabra no está reconocida por la Real Academia Española es de amplia utilización en México, debido principalmente a la divulgación de los medios de comunicación del país¨.  

Hoy hoy hoy por hoy la activísima opinóloga -como la define el Wiccionario- ha pasado por una gran transformación y se ha convertido en una de las más ¨sospechosistas¨ de entre la comentocracia mexicana y gran crítica del sistema post-foxista y hoy hoy hoy especialmente del reformismo centralizador y de la Cuarta Transformación, que llama en su columna reciente ¨la cuarta perpetuación¨... bienvenida a las sospechas.

En definitiva, tenemos que vérnosla hoy con una cultura de simulación, de fascinación y engaño. Y recordemos que no hay engaño, sino autoengaño consentido. 

En este campo no hay inocentes, todos somos responsables de aceptar la fascinación del simulacro, a menos que se empiece a sospechar y luego dudar y luego investigar y...por eso yo sí los invito a NO dejar atrás la cultura de la sospecha y, en cambio, adoptar el escepticismo o ¨sospechosismo¨ como método pragmático ante la era actual del simulacro del escándalo y no caer en los engaños que cotidianamente nos acechan.


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Javier Ortiz de Montellano

Articulista invitado