El 3 de octubre inician las comparecencias de los secretarios del gabinete en el Congreso local para la glosa del primer informe de Alfredo del Mazo. Más de uno se relame los bigotes y espera una masacre política.
No faltarán los legisladores que en el pleno y en comisiones busquen sus tres minutos de fama con temas irrelevantes y seguramente habrá varios diputados que consigan cimbrar a los titulares de las dependencias que rendirán cuentas de las dependencias que encabezan, con temas complicados.
Si bien es cierto el Estado de México es la entidad de los grandes números al ser la entidad más poblada del país con más de 17 millones de habitantes, temas como pobreza, desigualdad, inseguridad y corrupción, serán puntos de revisión.
Pero no dejemos de lado que si el partido con mayoría Morena, quiere tener una credibilidad objetiva, y no solamente que sus legisladores se luzcan entre escarceos políticos, tendrán que ser muy puntuales en sus señalamientos.
Los secretarios que entrarán en escrutinio frente al pleno, saben de su materia, llegarán bien preparados y están conscientes de que deben ser muy claros a los cuestionamientos de los diputados. En el caso de Salud, por ejemplo, a Gabriel O’Shea le tocará rendir cuentas de su antecesor, por las presuntas anomalías en el manejo del presupuesto, por más de mil millones de pesos, observadas la Auditoría Superior de la Federación.
Los mexiquenses esperamos justicia, pero una justicia que se refleje en la vida diaria, que cambie las cosas, que mejore el día a día en el transitamos. De nada servirá que temas como robos, feminicidios, pobreza, falta de seguridad social, sean escándalos mediáticos y todo quede allí. Hoy, con un Legislativo en contra, los representantes del gobierno estatal deben mostrar los resultados de un año problemático.
También habrá que ver hasta dónde se atreven los partidos opositores al gobierno a tratar de quitar programas como el del Salario Rosa, Adultos Mayores, Mejor Futuro, Regularización del Transporte, Atención Médica, Regularización de la Tenencia de la Tierra, Apadrina un Niño Indígena, Ferias del Empleo y Capacitación Para el Trabajo, entre otros. No debe ser sólo en el afán de “golpear”, sin importar que estos programas realmente funcionen. Deben ser responsables y analizar seriamente si son en beneficio de la gente. Sería decepcionante ver, que es mayor el interés político que el del pueblo.
Sin duda, habrá observaciones duras. Quizá sí haya necesidad de retirar programas no funcionales. Pero eso debe ser una decisión bien analizada. Si se va a recortar presupuesto, también que no sea en perjuicio de los mexiquenses.
Hemos escuchado comentarios como: “las mexiquenses no necesitan la tarjeta rosa, necesitan seguridad”. Ese no es argumento, la verdad es que requieren las dos cosas y una no está peleada con la otra. También hay quienes dicen que, “no se requiere la regularización del transporte, lo que se necesita es que acaben los asaltos al transporte” y lo real es que, sin la regularización los asaltos continuarán.
“Para qué abrir más hospitales si no hay medicamentos”. Sinceramente se requiere que sí haya más atención médica y más hospitales y también que éstos tengan medicamentos. A eso me refiero con que los legisladores deben de ser objetivos. La Secretaría de Salud pagó más de 400 millones a los distribuidores de medicamentos que habían suspendido el servicio por falta de pago desde la anterior administración. Hoy han reanudado la entrega.
El contrapeso político es muy sano en toda democracia, esperemos que se asuma con responsabilidad porque debe ser para mejorar la vida de los mexiquenses. Por supuesto que todos queremos que muchas cosas cambien y los problemas se resuelvan. Ojalá así sea.
