Punto para el Presidente… cayeron solitos

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Punto para el Presidente… cayeron solitos

Miércoles, 23 Marzo 2022 01:29 Escrito por 
Ricardo Joya Ricardo Joya La tribu entera

Este 21 de marzo quedaron demostrados dos hechos: la perseverancia del presidente, Andrés Manuel López Obrador para mantener su objetivo de inaugurar una gran obra durante su administración, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y el clasismo de la sociedad mexicana al criticar la presencia de vendedoras ambulantes en las instalaciones de la nueva terminal aérea.

Dialogando con mis estudiantes de Ciencia Política y Administración Pública, así como de Comunicación, consideraban que los aeropuertos han sido identificados -en el caso de México- en espacio elitistas a los cuales solo unas cuantas personas tienen acceso, y el hecho de que vendedoras y vendedores ambulantes se hayan instalado en el AIFA representa, simbólicamente, el triunfo del pueblo sobre esas clases “altas” o pudientes.

De cualquier forma, el presidente López Obrador tuvo un triunfo frente a sus opositores, quienes apostaban a que la obra jamás se concluiría y a que nunca se concretaría, pero gracias a la disciplina militar (que parece ser lo más consistente y confiable del ámbito público federal) se logró terminar la obra que -aunque tendrá un costo superior al proyecto inicial- finalmente está en operación y eso, por sí mismo, representa un logro del actual gobierno de la República.

No debería asombrarnos que la obra no esté concluida al 100 por ciento, porque en este país muchas obras así comienzan -incluidas las que realiza la iniciativa privada-, con parte de la infraestructura, sobre todo con la esencial que permite el funcionamiento básico, y progresivamente se van concluyendo el resto de las áreas o se ocupan las instalaciones que se ofrecen.

Hace varios años -nadie me lo cuenta- en el gobierno había convoyes para “equipar” las instalaciones médicas públicas, horas antes del arribo de las autoridades para la inauguración y al término del evento, el convoy se trasladaba al siguiente punto de la gira para colocar el equipamiento que se había puesto en un sitio anterior, a fin de que “estuviera listo” para el corte de listón y el recorrido, pero poco después del evento, las instalaciones volvían a quedar vacías por meses e incluso por años.

Es decir, la simulación en México no es asunto exclusivo de la 4T, lo delicado es que ofrecieron que esas prácticas no volverían a ocurrir.

Por otra parte, el clasismo y la discriminación de algunos sectores de la sociedad se hicieron presentes para criticar la presencia de vendedoras y vendedores ambulantes dentro de las instalaciones del nuevo AIFA, lo que -simbólicamente- significó la apropiación del “pueblo” de una de las obras (quizá la única) más importantes de este sexenio.

Las imágenes de un vendedor frente al enorme ventanal de una zona del aeropuerto hacia las pistas de operaciones, así como las de una vendedora de “huaraches” y de vendedoras de recuerdos (imágenes, llaveros, playeras, fotografías, muñecos del “prejidente”), fueron objeto de burlas y señalamientos discriminatorios como si los aeropuertos fueran territorio exclusivo de gente de piel blanca y rica.

Pero al ver las imágenes, surge una pregunta ¿es posible que esas personas se “colaran” a las instalaciones del AIFA sin que alguna autoridad los detuviera, sobre todo tratándose de instalaciones controladas por las fuerzas armadas? La respuesta es NO. Definitivamente no era posible que burlaran los cercos de seguridad, lo que implica que todo fue armado.

Las vendedoras y vendedores ambulantes fueron colocados estratégicamente para que los opositores al presidente y los medios de comunicación hicieran virales las imágenes de la “gente del pueblo” vendiendo sus mercancías y ganándose la vida en un sitio que era (y seguirá siendo) reservado para unas cuantas personas de la sociedad, para quienes sí pueden pagar un boleto de avión.

Naturalmente toda esa discusión pública en redes sociales y medios de comunicación era una estrategia pensada por el presidente López Obrador. Sus detractores hicieron “solitos” la tarea: darle alta visibilidad a la ocupación y apropiación simbólicas del “pueblo” del AIFA, con lo que se queda en el imaginario -de la mayoría de las personas- que el presidente sí trabaja para el “pueblo”.

Como sea, el presidente ya inauguró una obra que -se quiera o no- formará parte de la historia del país y, adicionalmente, los gobernadores de “oposición”: Omar Fayad y Alfredo Del Mazo Maza, de Hidalgo y el Estado de México, respectivamente, elogiaron la obra -calificada por alguno como la más importante del siglo- y se disciplinaron ante el presidente.

Una vez más, punto para el presidente… aunque a muchas personas no nos guste. Él sigue marcando la agenda.

PERCEPCIÓN

Abrazo solidario a Rosa María Coyotécatl, quien sigue luchando una batalla donde se ha comportado como una gran guerrera. Todo estará bien.


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Ricardo Joya

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