Mientras degusta de un buen café americano, el amanuense escucha a sus amigas. “No entiendo” –dice una-, “bloquean calles, espantan a la gente y se enfrentan a policías. Si no quieren embarazarse que usen métodos anticonceptivos ¡carajo!”. “¡Todo el centro está cerrado!” –Dice otra- “Y nada más porque quieren permiso para andar de ‘locas’”… “¿Cómo ves?” –Me pregunta una de ellas-. No sé, respondo. Se trata de un asunto de salud pública, de moralidades familiares y de política social. Merece un análisis menos superficial o de sólo etiquetar a “estas” mujeres como vándalas encapuchadas, simplemente por hacer “pintas”, o ser universitarias.
Mire, comenta el periodista incómodo, el pasado 26 de septiembre, se conmemoró el Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro. En el Edoméx, el aborto se sigue criminalizando, a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declaró la inconstitucionalidad de su penalización. Aquí se permite por 4 causas: violación, peligro de muerte de la madre, malformaciones genéticas o congénitas graves del producto, y cuando no es intencional.
Desde el 2007, cuando el aborto se legalizó en la Ciudad de México, y hasta 2020, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, alrededor de 62 mil 300 mujeres mexiquenses acudieron a la vecina entidad para detener la gestación. El Edoméx es la segunda entidad con mayor número de mujeres que allí abortaron.
Ipas México, una organización cuyo objetivo es fortalecer a las mujeres para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, reveló que la violencia de género ha sido causa trascendental de embarazo en niñas y adolescentes. En el caso del Edoméx, se tiene el mayor número de embarazos adolescentes. Información del Subsistema de Información sobre Nacimientos (Sinac), hace mención a que, en 2019, se reportaron en la entidad 237 mil 190 nacimientos, de los cuales 42 mil 703 fueron de menores de 20 años. En 2017, 11 mil 794 mexicanas menores de 15 años dieron a luz. El 45 por ciento denunciaron que el responsable tenía entre 18 y 68 años. Vamos, no fueron adolescentes teniendo relaciones con adolescentes, sino niñas abusadas y obligadas por adultos, mediante el uso de la fuerza, el chantaje o amenazas.
Algo terrible, entre 2002 y 2019, se registraron 2 mil 791 defunciones maternas, 310 fueron de adolescentes. 209 muertes ocurrieron por aborto y 20 de ellas eran sólo unas niñas.
“Mochos” o politiquería de partidos
La charla continua: “¡Pero ¿ya viste cómo ‘pintarrajearon” la Cámara de Diputados?!”… “¡Y otras querían pintar la catedral!”. “¡Es la educación que les dan en su casa!”…
Le contaré una historia, la de Marisol. La relata “Corriente Alterna”, un organismo de la UNAM especialista en este tema. ‘Era 2010. Marisol se enteró que el método anticonceptivo que usaba, falló. Estaba nuevamente embarazada. Tenía 22 años y radicaba en el municipio de La Paz. Vivían en pobreza extrema, y no deseaba ser madre ¡por cuarta vez! Sólo quería tener dos hijos y cuatro no era lo que quería en su vida… Fue a una clínica a la CDMX y ahí la intervinieron, pero, le recomendaron que, si tuviera complicaciones, no dijera que se atendió allá, porque si no, la podían meter a la cárcel’…
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, a finales de 2021, México tenía 21 mil 857 unidades de salud y sólo 193 de estas unidades tenían consultorio de gineco obstetricia… pero sin ginecobstetra.
¿Qué falta para apoyar a las mujeres sobre el tema? Creo que legislar con seriedad y sin tanta politiquería. Esto no es un juego. Sólo digo… Mi twiter @raulmandujano
