-Dólar imbatible
Quien gane la elección presidencial tendrá que enfrentarse a un país dividido. Los que se asumen como politólogos, y los especialistas en todo-soccer incluido-, afirman que el partido que logre la mayoría de los asientos en el congreso no podrá llevar a buen puerto las iniciativas del ejecutivo-siempre que unos y otro sean afines-, salvo que las negocie con alguna de las otras fracciones parlamentarias.
Las promesas de campaña se enfrentarán a muros infranqueables-recordemos que la mayor parte del presupuesto de la federación se encuentra etiquetado; y por ende, habrá de tres sopas: política de gran austeridad en el rubro de los servicios personales; reforma recaudatoria; y, deuda pública-. No lo dicen los candidatos, pero si no se convoca a un gran acuerdo de rescate nacional, este país será más que un caos.
El Presidente de la República, por ejemplo, sin importarle los bajísimos niveles de popularidad que ostenta; y en el colmo, como buen sabedor que será abiertamente repudiado en las urnas el próximo uno de julio, firmó diez decretos que levantan la veda en 300 cuencas hidrológicas del país-ahora no habrá impedimento para la extracción de agua-, y seguramente el líquido que demanda la industria extractiva se colmará en perjuicio de los sectores de la población que las vienen aprovechando para satisfacer sus necesidades inmediatas.
Aunque mandaron al titular de la Comisión Nacional del Agua a defenderlos, negando que el agua se empiece a privatizar, los que sí saben de este delicado tema aseguran que se trata de una privatización burdamente disfrazada. Además de estar vinculada a la "reforma energética", que desde luego no pasaría en el próximo poder legislativo, que se antoja alejado de los compromisos tras bambalinas-así lo indica esta premura- que se pactaron hace seis años.
Urgía que las aguas nacionales estuvieran al alcance de los privados, independientemente del resultado de los comicios, y entregarle al impresentable poder judicial la responsabilidad de validar esos bodrios cuando resuelvan el alud de demandas de garantías que se esperan... a menos, claro, que el ungido decida echar marcha atrás a esta medida que sólo beneficiaría a los pocos de siempre.
Es una lástima que en la cúspide de la pirámide se continúe actuando con absoluto desdén a las causas populares. No es un asunto menor, y de nueva cuenta se concreta cuando la atención del grueso está en las campañas electorales -afortunadamente próximas a concluir-, y en la copa mundial FIFA que se celebra en la lejana Rusia; es decir, los clásicos golpes de timón que caracteriza a la clase gobernante-seguramente bajo presión de los visibles beneficiarios-; aunque su cálculo fue errado, ya que la noticia parece haber desplazado a las dos cortinas de humo que intentaron aprovechar. Para desconsuelo de los mexicanos, el sistema de privilegios sigue incólume: mal asunto.
Dicen en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales que gracias a esos decretos "se permitirá preservar el medio ambiente y garantizar el agua para el consumo humano de 18 millones de habitantes que aún no nacen (sic), en una proyección a cincuenta años" ¿Usted les cree?...yo tampoco.
CONTRAPORTADA:
Al cierre de la cuarta semana de junio, el dólar va camino a superar los 21 pesos. Por supuesto que en la Secretaría de Hacienda siguen negando que se trate de una galopante devaluación del peso. Hablan de "deslizamiento"; de "reajuste"; y de otros terminajos que ya no convencen, e insisten en buscar factores externos para explicar el demérito de la moneda mexicana. Al veintidós de junio, pues, el dólar se vendió en 20.36 pesos en promedio.
Como todos sabemos, el efecto más visible de este balance monetario se manifiesta en el índice de precios al consumo. Según el INEGI, la inflación anualizada a la primera quincena del mes de junio se situó en 6.7% . Parece que los chicos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática maquillan los números, ya que la impresión general pone en dos dígitos, que tal vez superen las dos decenas, al incremento de los precios en promedio: seguimos con opacidad en todos los ámbitos, y luego se sorprenden del malestar de la mayoría...¡uff!..
Como el soccer está de moda, todo indica que el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco relevará a Graco Ramírez en el Poder Ejecutivo del Estado de Morelos. Una encuesta publicada por El Financiero le otorga un 53% de intención del voto. Válgame con este sistema disque democrático.
