AMLO y su revolución ¿cultural?

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AMLO y su revolución ¿cultural?

Domingo, 30 Diciembre 2018 00:06 Escrito por 
AMLO y su revolución ¿cultural? Naturismo y salud

El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que para asegurar los logros en beneficio del pueblo de México que tenga su gobierno se pondrán “candados”, a fin de que si llega una administración distinta a la línea de su partido Morena no acabe con ellos.

El proceso revolucionario que ha retomado Andrés Manuel López Obrador (José López Portillo se autodefinió como el último presidente de la revolución) con las medidas reivindicatorias del patrimonio nacional para bien de las mayorías, estará asegurado al menos seis años, pero sus huestes pierden de vista que las fuerzas políticas que fueron desplazadas el 1 de julio no han desaparecido y no están débiles como muchos creen.

La reacción, como la definió Gibrán Ramírez en su artículo en Milenio, “hoy en absoluta minoría, gasta mucho tiempo en descalificar”, pero éste es sólo un síntoma del verdadero actuar de los ahora opositores que aún tienen mucho poder no sólo político sino, sobre todo, económico. ¿Se estarán reuniendo en secreto con otras fuerzas reaccionarias del extranjero para preparar el escenario de la caída de AMLO o su regreso institucional al poder para echar abajo lo logrado por los morenistas?

Habrá que ver qué candados pondrá AMLO y su Congreso para que la reacción, de llegar a retomar el poder, no eche atrás sus logros. Incluso, si llega algún morenista que no sepa o no quiera administrar la herencia amloísta como ocurrió en la Ciudad de México con la llegada de Marcelo Ebrard y Miguel Angel Mancera.

La sabia máxima versa que cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar y Brasil es el mejor ejemplo de lo que le puede ocurrir a un gobierno democrático que aunque se dice que los de Lula Da Silva y Dilma Rousseff no tuvieron reformas importantes sí se vivía un proceso de avances como la redistribución un poco más amplia de las riquezas”.

El analista, periodista y editor de la web Outras Palavras, Antonio Matins, asegura que, sin embargo, “se ha observado un retroceso y un cambio de orientación en el país”. "Se entregó la riqueza petrolífera de Brasil; se hizo una contrarreforma de trabajo donde se da a los empleadores enorme ventaja sobre los empleados; se intentó hacer una contrarreforma de la seguridad social; se limitó los gastos sociales del Estado mientras que sigue aumentando el pago de tasas de interés para la élite".

El político y antropólogo Gilberto López y Rivas (La Jornada28/12/18) desmenuza que la Cuarta Transformación no deja ver con claridad su estrategia programática ni legislativa y que el combate a la corrupción, sin una ruptura con el modelo desarrollista, no sienta las bases para un cambio de las dimensiones históricas de la Independencia nacional, la Reforma y la Revolución de 1910 y que negar la vigencia de la lucha de clases en México, situarse como árbitro supremo de los conflictos sociales y pretender mutar el Estado en un aparato redistributivo clientelar, no significan una transición histórica de la República, ni mucho menos un cambio de época.

La gente está despierta, que no es lo mismo que haber mutado a una conciencia política o ideológica de masas que en un momento dado lleve a un movimiento popular de defensa de logros patrimoniales nacionales como los que pretende AMLO o que despierte al tigre por si lo meten a la cárcel como a Lula. Para que se dé este fenómeno se requiere más que una revolución que tome el poder y haga cambios estructurales y limpie el gobierno y parte de la sociedad de la podrida corrupción en la que la hundieron más de 80 años de priismo.

En todo caso, aunque suene como una postura maoísta (que no se pretende) AMLO tendrá que llevar a cabo una revolución cultural. Y eso implica no sólo nuevos reglamentos y códigos de conducta en todas las instituciones sino un vuelco en el esquema de enseñanza desde los libros de texto.

Deberá empezar por el rescate no sólo de los principios que sustentan una revolución, sino de los de civismo y hábitos de higiene personal, social y alimenticios que lleven a las familias a defender no sólo su moral, la de su familia, sociedad e instituciones sino también el derecho a una alimentación natural y sana y una salud a través de un acercamiento de consumo con el campo para fortalecer ambas entidades, al productor y el consumidor.

Este será un principio de identidad que una vez que las familias palpen sus beneficios, difícilmente querrán renunciar a ello aún y cuando vuelva un gobierno neoliberal que pretenda privatizar no sólo la alimentación del pueblo sino hasta su salud.

*Presidente de la ONG Fanature


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Víctor M. Zendejas Orozco

Naturismo y salud