Joquicingo/Estado de México
En el Estado de México serán necesarios 500 millones de pesos para la restauración de 279 inmuebles considerados monumentos históricos, además de 135 bienes muebles, que en conjunto con otras labores implican 600 acciones de restauración registradas por afectaciones del sismo del 19 de septiembre de 2017, según el censo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El delegado en la entidad, Luis Antonio Huitrón Santoyo, precisó que de la totalidad de los recursos, 250 millones de pesos son provenientes del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en 11 municipios con declaratoria de desastre, que son transexenales y garantizan la continuidad de los trabajos tras el cambio de administración federal.
Se prevé que para el mes de octubre se encuentren restaurados 90 lugares con daño menor y más de 30 de daño moderado, es decir, 110 monumentos históricos.
Otra parte de los recursos son las pólizas de seguros que tiene la Federación y el INAH para monumentos históricos; además, al ser espacios importantes para las comunidades, algunas de ellas generaron, dentro de sus usos y costumbres, las condiciones para desempeñar los trabajos, acompañados por especialistas del Instituto, como arquitectos que definieron la forma y calendario de trabajo, sobre todo donde los daños fueron superficiales y que su reparación permitía llevar a cabo los trabajos con una capacitación, así como supervisión.
En algunos sitios, Grupo Carso apoyó con el suministro de lonas, colocadas en los inmuebles con daño menor.
A la fecha concluyeron –en los 71 municipios mexiquenses donde hubo daños a inmuebles históricos– con la evaluación, verificación de los daños, los costos de restauración y las intervenciones que son necesarias, es decir, tienen listos los proyectos que estarán conduciendo los trabajos para la recuperación.
“Hay un avance importante en varios indicadores, por ejemplo, concluímos en su totalidad la verificación de los inmuebles dañados, el registro de afectaciones, establecimos las condiciones financieras y técnicas de organización para acometer el programa de restauración que se enmarca en el plan maestro entre la Secretaría de Cultura federal y el INAH”.
El 98 por ciento de los inmuebles están dedicados al culto, es decir, son iglesias, 2 por ciento son de carácter civil. En la totalidad iniciaron trabajos desde febrero a la fecha y por ahora concluyeron en su totalidad la restauración de 49 de los inmuebles; el resto están en proceso que implica aspectos técnicos, administrativos, la definición de los proyectos de intervención, hay 38 frentes de restauración activos, que sumados a los 49 serían casi 100 sitios en proceso de restauración.
“El resto de los trabajos se llevan a cabo en dos ámbitos, levantamientos, estudios y propuestas técnicas para que sean revisadas por los arquitectos del INAH. Pero todos los monumentos con daños menores y severos han sido protegidos, cuidados, ningún inmueble fue derribado, todos están en proceso de ser recuperados”.
El delegado recordó que el trabajo de restauración es científico, técnico, muy detallado, que precisa tiempo para su definición, sobre todo porque la seguridad de los inmuebles es una prioridad, estabilizarlos, tener estructuras sanas y fortalecidas, así como un plan maestro que prevé hasta tres años para la conclusión de todos los trabajos.
Del total de los inmuebles, hay 52 con daños severos; por ejemplo, en Malinalco son nueve monumentos históricos, Joquicingo, Ocuilan, Ayapango, Amecameca, donde hubo declaratoria de desastre.
El INAH llevó a cabo labores preliminares en limpieza, separación de materiales, el reforzamiento de elementos con daños, como una primera fase conocida como apoyos parciales inmediatos en más de 30 inmuebles que implicaron apuntalamientos; además, en 55 por ciento de los espacios afectados realizaron el reforzamiento y limpieza.
Algunos de estos lugares tienen antigüedad del Siglo XVI, algunas iglesias con fechas de 1560, de 1580, conventos, parroquias, que implican una vida muy importante para las comunidades, testigos de momentos de la historia y su valor es determinante.
Dichas características –dijo– definen qué tipo de actuaciones harán, porque cada uno registra cambios con el tiempo relacionados con la forma en que la sociedad se desenvuelve, muchos con estilos que van del románico, barroco al neoclásico.
El Instituto activó dentro de sus protocolos la cooperación y asesoría de especialistas de otros países, como Hungría, España e Italia, quienes acompañaron en la fase de diagnóstico de daños, con la Universidad de Roma Tres, consolida un convenio para recibir apoyo técnico en la intervención de los inmuebles de Amecameca, como la Capilla de Gualupita en Sacromonte, además de Ayapango.
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