En la semana se dio la primera reunión en forma entre los directivos de futbol mexicano y la naciente Asociación Mexicana de Futbolistas, donde la petición central de los jugadores es terminar con el “pacto de caballeros”, un acuerdo entre los dueños de los equipos que por muchos años ha limitado la decisión de los futbolistas para determinar dónde quieren desarrollar su profesión.
El “Pacto de caballeros” es el acuerdo de palabra entre directivos para no firmar a jugadores sin el consentimiento de su anterior club; una actividad penada por la FIFA pero que ha sido maquillada en el Sistema de Transferencias del fútbol mexicano.
Así, la venta y compra de jugadores se da directamente entre equipos y omiten la opinión de los futbolistas, de esos trabajadores, que si bien tienen altos sueldos, también pueden ser desechados a conveniencia de los dueños.
Eso es lo que exigen los futbolistas de México, que se respete su derecho a jugar donde ellos quieran y en condiciones favorables, sin dobles contratos y salarios justos, pues no solo se trata de loa derechos de jugadores de Primera División que ganan muy bien, sino también de las divisiones menores donde el salario es limitado.
El problema de la esta asociación de futbolistas es que están luchando contra un fantasma, pues exigen que se acabe un pacto que no existe en ningún papel, sólo es un acuerdo de palabra y por eso, en términos legales, no hay nada que reclamarle a los dueños de los equipos.
La próxima semana se volverán a reunir los futbolistas, ahora directamente con los representantes de los equipos, veremos si ahí hay avances, si los dueños muestran un poco de voluntad para avanzar en el tema pues si bien han trabajado por llevar la liga mexicana a la élite mundial, también a nivel diferencial deberán de comportarse como si fueran de primer mundo.
