Este domingo un tirador solitario ingresó a una iglesia baptista en la comunidad de Sutherland Springs, Texas, y mató al menos a 26 personas. Muchos más resultaron heridos. Esta es una de las matanzas con arma de fuego más numerosa en la historia de Estados unidos.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó el número de víctimas mortales y aseguró que el número podría aumentar dada la gravedad de muchos de los heridos en esta masacre. La edad de las víctimas oscilan entre cinco y 75 años, pues familias completas acudieron a misa del medio día.
El homicida, identificado como Devin P. Kelley, llegó cuando se oficiaba la misa en el templo de esta localidad cercana a San Antonio, y activó su arma, un rifle semiautomático Ruger AR y disparó a los feligreses congregados en el lugar, del condado de Wilson. De inmediato salió pero fue seguido por un hombre que le disparó con un rifle.
El multihomicida escapó en una camioneta y posteriomente fue encontrado muerto en una carretera de la región. Kelley era un militar que había sido despedido.
A la iglesia habían acudido cerca de 50 habitantes de Sutherland Springs, donde viven 700 pobladores.
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