La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó un nuevo aumento arancelario del 25 por ciento sobre una lista de 818 productos procedentes de la República Popular China, por un valor de 34 mil millones de dólares anuales.
Los principales productos afectados pertenecen a la industria aeroespacial, tecnologías de la información y la comunicación, así como en robótica, maquinaria, automoción y automovilística.
Por su parte, la agencia oficial Xinhua confirmó que China respondió “inmediatamente y con la misma intensidad” a las medidas del presidente Donald Trump, aprobando aranceles contra 545 productos entre los que se encuentra soja, cerdo, acero, automóviles y algunas bebidas alcohólicas.
"La parte china prometió no realizar el primer disparo, pero para defender los intereses fundamentales del país y los de su gente, nos hemos visto forzados a contraatacar", señaló el Ministerio de Comercio chino afirmando que Estados Unidos “lanzó la mayor guerra comercial de la historia”.
Esta implementación deviene del fracaso en las negociaciones mantenidas entre ambas potencias económicas, donde la nación norteamericana acusó al gobierno de Pekín de llevar a cabo una competencia económica “desleal”.
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