La inmundicia humana no tiene límites

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

La inmundicia humana no tiene límites

Martes, 25 Diciembre 2018 14:46 Escrito por 
La inmundicia humana no tiene límites Moción Suspensiva

Cuando los valores y principios se pierden brotan los más bajos sentimientos e intereses en las personas. Es común que el enojo evolucione a fantasía para justificar los errores que se han cometido. Culpar al de enfrente de todo aquello que se considere malo, es propio de quienes son incapaces de construir o elaborar ideas o propuestas nuevas.

Regularmente quienes hacen uso de la verdad a medias, la insidia, la mentira o el rumor para desprestigiar o debilitar a otros, es porque en el fondo son sumamente débiles. Su única propuesta es que le vaya mal al otro. No son capaces de ofrecer nada nuevo a la sociedad. En el fondo sólo persiguen el inmovilismo y que las sociedades no cambien, porque esos cambios afectan sus intereses.

Creí que había visto toda la inmundicia de la política. Pensé que el oportunismo de algunos políticos mexicanos tenía el límite de la moralidad y del sentido común. Ingenuamente, creí que la clase política de la derecha mexicana habría aprendido de la derrota electoral pasada. Jamás imaginé que hubiera tanto odio y rencor en algunos dirigentes de la izquierda marginal en que se ha convertido el PRD.

La muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, ha sido pretexto suficiente para que su muerte sea utilizada por la derecha y sus aliados para desprestigiar el régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Todavía no se confirmaba la muerte de ambos políticos y ya se apresuraba Jesus Ortega Martinez, capo del PRD, a sugerir que se investigara al Presidente de la República por esos hechos. Le siguieron Vicente Fox, pidiendo una “aclaración”, vinculando el incidente a la “batalla electoral por Puebla”.

Del mismo modo y a pocos minutos de la tragedia, el columnista de la derecha y franco opositor de López Obrador, Ricardo Alemán, se apresuró a señalar que “nunca sabremos si fue accidente o no” “morena está en duda”. El corte de comunicación es, en términos generales, el mismo. Se trata de fijar en las redes sociales la idea de que se trata de un crimen de carácter político, aunque no se aporte ningún elemento de prueba. Se trata de generar la percepción de que es así, aunque ninguno de quienes han escrito haya aportado ni una sola prueba. Absolutamente nada, más que el rumor, la insidia y la inmundicia de sembrar la duda.

No está por demás señalar que horas después de este desgraciado hecho, en las redes sociales y en las cuentas de muchos seguidores de la derecha, se reproducían videos, por cierto contradictorios entre sí y desde luego falsos, de helicópteros desplomarse o bien de helicópteros alcanzados por bazucazos, en los que se asegura de que se trata de imágenes del incidente en que murieron la gobernadora y el senador de Puebla.

Esta mediocre actitud que desde la derecha mexicana se echa andar, sólo los dibuja de una sola pieza. Son capaces de crear sus propios fantasmas con tal de recuperar el poder. Les hace falta un muerto, un mártir para elevar el tono de sus señalamientos.

Por eso su urgencia en crearlo aunque sea de ficción. Su inmundicia no tiene límites, son incapaces de sentir el menor respeto por los deudos de uno de los suyos. Medran con la muerte de sus correligionarios para desprestigiar a sus adversarios. La vileza con la que actúan sólo demuestra el nivel de odio que pretenden inculcar. La pregunta es: ¿merecen estos precipitados e injustificados juicios la atención ciudadana? Creo que no. Al final de cuentas este hecho será investigado, entre otros, por la empresa armadora de la aeronave. Será investigado también por las autoridades federales y locales. Que vengan todas investigaciones necesarias para aclarar lo sucedido.

Para mi, en este asunto, no hay el menor atisbo de crimen político. Eso solo vive en la perversa y mítica mente de algunos políticos en desgracia, que necesitan con urgencia un mártir que le dé credibilidad a sus palabras, a sus acciones, a sus locas decisiones. Este ha sido un desagradable accidente, hasta que no haya elementos claros que digan otra cosa.


Visto 3471 veces
Valora este artículo
(2 votos)
Ricardo Moreno Bastida

Articulista invitado