Vean si no Veracruz es un infierno en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, quien en su campaña política prometió a los veracruzanos que en 100 días la entidad volvería a la normalidad, pero resultó al revés están peor que con Javier Duarte el preso número nieve.
El día de ayer un comando armado entró a la escuela Josefa Ortiz de Domínguez en la calle sur 7 del municipio de Orizaba, iban por la directora, pero gracias al llanto de los niños que todavía no salían de sus clases, optaron por retirarse.
La escuela es una escuela pública y después de que los delincuentes se retiraron, los niños se fueron con sus padres no sin antes informarles que se presentaran hasta el 8 de diciembre. Atrás quedó la celebración navideña que año con año se realiza en todos los centros educativos del país, incluso los padres de familia habían pagado la cuota.
Por esa situación los maestros se tuvieron que salir en fila y los escolares llorando, mientras que la directora quedó presa de pánico, luego de escuchar los gritos con los que los delincuentes preguntaban por ella. Al saber esto en todas las escuelas de Orizaba se suspendieron las clases.
Hace unos días, Miguel Ángel Yunes Márquez, actual alcalde de Boca del Río, hijo del gobernador, desestimó las acusaciones sobre la violencia al gobierno de su padre, seguramente no conoce la situación en el municipio también conocido como la ciudad de las lluvias.
Yunes acaba de cumplir un año al frente del gobierno veracruzano, esos 365 días se la ha pasado tratando de fincarle responsabilidades a su antecesor, que está en la cárcel porque en el centro así lo decidieron, del resto de sus funciones no hay ningún resultado; en Veracruz, lo dijo el arzobispo de Xalapa, se vive una situación de muerte. El temor es cosa de todos los días en aquellas tierras en donde su gobernador se comprometió a frenar la violencia en 100 días. Aguas con las promesas de los presidenciables.
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Aunque muchos colegas le dan mucho vuelo a las llamadas operación cicatriz, lo cierto es que sentarse a comer con quinen los itamitas agandallaron la candidatura del PRI a la Presidencia de la República como lo hicieron la semana pasada, José Antonio Meade y Miguel Ángel Osorio Chong, sirve para lo que se le unta al queso. Ayer el chinito de Bucaleli les envió un mensaje que deja ver que hay fractura en el tricolor, puso a su partido Encuentro Social al disposición de Andrés Manuel López Obrador, más claro ni el agua, pero habrá quienes digan que el PES no le dará muchos votos al tabasqueño… Zoe Robledo juega en dos canchas, al chiapaneco le debe José Antonio Meade haberle puesto el pase para que se luciera diciendo que en las elecciones del 2012 votó por el PRI a pesar de que en esos momentos ocupaba el cargo de Secretario de Hacienda en el gobierno de Felipe Calderón. Y luego hablan de las traiciones de Ricardo Anaya.
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