Constantemente me preguntan ¿quién crees que gane? y mi respuesta es la misma, gane el que gane su principal reto será la gobernabilidad, si no hay gobernabilidad nadie podrá cumplir con las más simples promesas de campaña, que desde ahora nos están haciendo los candidatos de los diferentes partidos.
¿Y porque no puede haber gobernabilidad? Porque en una elección tan cerrada como la que viene, el Congreso estará dividido en tres partes, con muy pocas posibilidades de llegar a acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas, porque los comicios dejarán muchas raspaduras difíciles de sanar en el próximo sexenio.
Un escenario probable es que independientemente de quien gane, Maede, López o Anaya, en la Cámara de Diputados Morena tendrá por lo menos 100, unos 80 para el PAN y unos 90 para el PRI, el resto se lo dividirán entre los aliados, PT, PVEM, NA, PES, MC y los independientes.
En el caso de la Cámara de Senadores las cosas andarán en el mismo nivel, 35 escaños para Morena, 30 para el PAN y 36 para el PRI, el resto como en la otra cámara para la llamada chiquillada y los independientes.
El próximo presidente tendría que tener un Secretario de Gobernación muy competente para lograr acuerdos entre los actores políticos, pero ¿hay un político en México con esas características? Hasta ahora quienes han pasado por el antiguo Palacio de Covián no han mostrado esa habilidad desde hace muchas décadas.
El futuro de la gobernabilidad del país depende de la partidocracia, que desgraciadamente ha demostrado que lo que menos les interesamos somos los mexicanos, porque prevalecen las ambiciones y los intereses por encima de todo, pobre México en donde no hay para adonde hacerse.
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Ernesto Nemer Álvarez fue un mero espectador en la selección de candidatos del partido que “dirige” para las presidencias municipales en el Estado de México, se impusieron los cacicazgos regionales y el reciclaje está a la orden del día. En Tecamac, el cacique Aarón Urbina impuso a Rocío Díaz Montoya quien destacó en la Cámara de diputados por ser una de las integrantes del coro, uuuuto. El grito que se escucha en los estadios de futbol soccer y que ha sido calificado por la Fifa como homofóbico. En Metepec regresa la señora Carolina Monroy del Mazo, integrante de una familia que ha hecho de ese municipio un cacicazgo, su ex –esposo Ernesto Nemer fue diputado local, su hijo Ernesto Nemer Monroy es actualmente regidor. Y así el reciclaje está a la orden del día en Edomex. En Chiapas con la imposición del hijo del Croquetas, como lo llamó el subcomandante Marcos, el PRI va directo a la derrota. José Antonio Meade debería darle una vuelta a Baz Baz para que le dé datos de quienes asisten a sus actos como figuras locales y que están a punto de ir a la cárcel.
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