La crisis que viene

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Publicado en Opinión

La crisis que viene

Domingo, 29 Marzo 2020 00:12 Escrito por 
La crisis que viene Con sentido

En la comodidad del hogar, desde el móvil, la tableta o la computadora, es muy sencillo poner un Hashtag de #MeQuedoenCasa; sin embargo, los verdaderamente afectados son aquellos que diariamente trabajan por su cuenta y cuyas familias técnicamente van al día, gastando conforme a los ingresos, que nunca son fijos y pocas veces son suficientes.

Si a ello sumamos la nula cultura del ahorro de los mexicanos, el panorama se avizora desolador, una vez que llegue a su clímax la emergencia sanitaria por el covid19 en México.

Retomando, para quien tiene asegurado su ingreso y puede hacer Home Office, es fácil catalogar de irresponsables a quienes siguen abriendo sus negocios, formales o ambulantes, en su intento por seguir percibiendo unos pesos.

Pero desde esa perspectiva ¿Quién es más irresponsable? ¿Quién no deja de luchar, arriesgando su integridad para no dejar de llevar el sustento a casa o aquel que juzga desde la comodidad de las redes sociales?

Cierto es que quienes se resisten a cerrar sus negocios, a dejar de salir a la calle a trabajar, están poniendo en jaque todas las medidas para contener esta pandemia en nuestro país; en contracara, sale otra cuestión ¿Morir de hambre o de coronavirus?

Sin duda, México sigue falto de empatía y de solidaridad. No obstante, la solución no es clara ni fácil de hallar. Pues mientras unos se resguardan en casa procurando el cese del contagio, otros siguen con su rutina normal, esperando “el bien de Dios”, apostando a que esta crisis termine sin que les toque padecerla en su salud.

Anuncios de apoyos del gobierno hay muchos, pero pocos saben cuáles serán las reglas de operación para acceder a ellos.

Mientras tanto, ya centenas han perdido su empleo, su salario integro o su fuente de ingresos; porque aunque algunos se resisten a cerrar, la realidad es que ha mermado la clientela.

Cabe el espacio para la reflexión. A todos nos sobra una bolsa de pasta, un kilo de frijol, una caja de cereal, que podemos compartir; todos podemos dividir nuestro gel antibacterial para que la señora de las quesadillas pueda seguir tratando de pelear por su clientela.

La solución no está afuera, en otro país o en el gobierno.

La solución para enfrentar esta difícil situación está en nosotros.

La crisis económica mundial es irremediable, todos resentiremos sus efectos, a su paso dejará un enorme saldo negro.

Si bien un plato de frijoles no le cambia la vida a nadie, extender la mano con uno, por lo menos, ofrece un horizonte menor desolador.


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Horacio López Corona

Con sentido