La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, encargada de entregar el premio Oscar, informó este jueves de la expulsión del actor Bill Cosby y del director Roman Polanski, ambos condenados por agresión sexual.
Esta decisión fue tomada el pasado martes durante una reunión de junta de gobernadores del organismo y está “basada en los estándares de conducta de la organización”, según un comunicado de la academia donde asegura que “la junta continúa alentando que los miembros mantengan los valores éticos del respeto a la dignidad humana”.
El pasado 26 de abril Bill Cosby quien ha sido acusado por más de 60 mujeres de abusar sexualmente de ellas entre los años 1960 y 2000, fue declarado culpable de tres cargos de asalto sexual con agravantes en el caso de Andrea Costland, una exempleada de la Universidad de Temple.
Este día el actor ha sido expulsado también de la Academia de televisión estadounidense (ATAS) y se ha retirado su estatua instalada en el vestíbulo del Fame Plaza. Asimismo, instituciones como la Universidad de Yale han retirado sus condecoraciones y títulos honorarios.
Por su parte, el cineasta fanco-polaco Roman Polanski quien ha sido cinco veces nominado al Oscar y en 2003 ganador de la estatuilla por su dirección en “El pianista” – misma que fue recogida en su nombre por Harrison Ford-, lleva cuatro décadas prófugo de la justicia estadounidense tras haber huido a Francia luego de declararse culpable de mantener relaciones sexuales en 1977 con Samanta Geimer, cuando esta tenía 13 años.
A tan solo unas horas de haber hecho efectiva la expulsión de ambos artistas, Harland Braun, abogado de Polanski, se ha manifestado en una entrevista para Vanity Fair, en la que ha pedido un “juicio justo” para su cliente y ha destacado que la intención del cineasta es recurrir a la decisión tomada por la Academia.
“El señor Polanski debería haber sido avisado y contar con 10 días para presentar su versión. Ha sido una completa debacle en el sentido de que no siguen sus propias reglas… lo han cortocircuitado todo. Es chocante que sean tan injustos. Vamos a intentar sentarnos con la Academia y decir: ‘Hey, mirad chicos, seguid las normas’”.
