Toluca/Estado de México
Los alimentos que preparan los habitantes de pueblos indígenas en el Estado de México no son considerados como parte de la riqueza cultural de la entidad, a pesar de ser la base de la alimentación de cientos de personas que cultivan y aprovechan los productos de la tierra, consideró Alina Pérez, de Temoaya.
Ella es una de las participantes en la cuarta feria gastronómica organizada por la delegación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), habitante de Temoaya.
Lamentó que sea cada año cuando son considerados como parte de una muestra que únicamente sirve para mostrar los platillos típicos de una comunidad, pero sólo por un día, cuando todo el año son parte de la vida y los valores o las raíces de la entidad.
“Nosotros lo que tenemos es una riqueza cultural que pocos observan, porque las autoridades voltean hacia nosotros en pocas ocasiones, no es cada año que producimos alimentos en la tierra, sino es nuestra base para alimentarnos”.
Reconoció que los indígenas se conducen conforme al calendario agrícola, es decir, es el ciclo de cultivo el que marca muchas de las actividades, así como productos que serán consumidos a lo largo de los meses.
“Muchos de estos productos son esenciales, por ejemplo, se trata de hongos, leguminosas, vegetales, frutas y todo eso lo sabemos aprovechar para subsistir, porque no vamos a los grandes supermercados a comprar lo que podemos producir con las manos”.
Precisó que son muchas las lagunas que existen en las instituciones encargadas de ser el enlace con las comunidades indígenas, pues desconocen la base fundamental sobre la que se rigen y las necesidades de cada uno de los pueblos.
En esta muestra presentaron diversos guisos típicos de cada región del territorio mexiquense, además de algunas danzas, trajes típicos y artesanías de las culturas otomí, náhuatl, tlahuica, matlatzinca.
