Ciudad de México
Estamos en la época de muertos y en muchos rincones de la República Mexicana se esconden historias del más allá. Fantasmas, apariciones, ruidos extraños y situaciones paranormales forman parte de la tradición, y la famosa "Catedral de la Lucha Libre", la Arena México, tiene su propia historia contada por los luchadores y el personal de intendencia. Ellos, a veces trabajando solos, han escuchado risas en los pasillos y camerinos, donde se dice que se manifiestan luchadores fallecidos.
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Este histórico recinto del Consejo Mundial de Lucha Libre guarda infinidad de historias deportivas sobre el ring, pero también algunas otras, un tanto misteriosas, tras bambalinas. Tanto es así que ya ni los propios luchadores se asustan.
Uno de ellos es Felino, luchador de la dinastía Casas, con 32 años de carrera en el mundo del pancracio. Le tomó meses acostumbrarse a los sucesos paranormales de la Arena México, situada en el centro de la Ciudad de México. Entrenando allí desde hace más de 17 años, Felino con frecuencia escucha las voces y risas de compañeros fallecidos, como Emilio Charles Jr., quien murió en 2012.
"Antes me asustaba, pero ahora solo digo: 'Ay, Emilio, vienes con tus bromas otra vez. Me calmo porque no debo entrar en pánico", explicó el gladiador.
Otro caso es el de Okumura, quien relata sobre una niña pequeña que corre bajo las gradas, como buscando una salida. La pequeña se mueve rápidamente por el área donde usualmente el público corea a los luchadores en cada espectáculo. Según se cuenta, antes de que se construyera la Arena México, la niña se perdió en el terreno baldío y, posteriormente, hallaron su cuerpo.
"Siempre tienes la sensación de que, si volteas, algo puede aparecerte o de que alguien te observa. Al final, es un lugar que guarda energías. Vienes aquí, te desestresas, dejas la pesadez que traes. Muchos luchadores han pasado por este ring, así que siento que debe de haber algo", relató el luchador.
Las leyendas se transmiten de boca en boca por los pasillos, escaleras y butacas. Algunos cuentan que, antes de ser la Arena México, el lugar albergaba un circo donde un hombre de baja estatura, miembro del elenco, se suicidó al colgarse de una estructura.
Jesús Aguilar, trabajador de mantenimiento de la Arena, compartió su historia: "A mí se me apareció aquí una niña, como de unos cinco años, corriendo en esta parte de atrás.
Cuando vine a guardar unas butacas, la niña se quedó parada donde están las maderas y me hablaba. No le presté mucha atención hasta que me contaron la historia de que aquí una niña perdió la vida antes de que construyeran la Arena México", narró.
Así, luchadores y empleados aseguran que las almas se desplazan por las instalaciones, gritan y emiten alaridos espeluznantes en la mítica Arena México.
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