Toluca
Monseñor Maximino Martínez Miranda entiende el hambre, el dolor, el miedo que viven los feligreses, pues en su estancia como Obispo en Ciudad Altamirano enfrentó en carne propia estas condiciones que privan en Guerrero, aseguró el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, durante la homilía para recibirlo como auxiliar del Obispo Francisco Javier Chavolla en la Diócesis de Toluca.
Afirmó que el evangelio se ha cumplido y recordó que Monseñor vivió en carne propia accidentes que lo llevaron a vivir momentos en el hospital, que le permiten entender el dolor de los hermanos, así como la pobreza en la Diócesis de Ciudad Altamirano, el hambre, el temor, la angustia y desolación en Tierra Caliente por los secuestros, los muertos, incluso de sacerdotes.
“Tanta violencia que ha obligado a muchos a migrar, todo ello te forjó como Obispo en el dolor y el silencio para comprender al pueblo pobre, sin voz ni recursos”, sentenció.
Chavolla Ramos indicó que requiere apoyo “frente a las interrogantes de estos tiempos que vienen y que significan una mayor exigencia para entregar, santificar y guiar al pueblo”, además que merece seguir mostrando lo que es y significa la comunión apostólica.
Aseguró que juntos recorrerán con esperanza cristiana este momento histórico para la iglesia católica, como un llamado a la conversión y renovación pastoral ante los grandes desafíos que la realidad presenta.
Su labor -a agregó - será anunciar, testificar y visitar las realidades de la Diócesis para que a nadie le resulte extraña la iglesia, siendo los sacerdotes los primeros colaboradores, los niños, los jóvenes, las familias y los agentes de Pastoral para confirmarles en la fe, esperanza y caridad.
“Te recibimos, le dijo, con gratitud y alegría, como un don que el señor nos da a través del Papa Francisco y nos comprometemos a acompañarte como nuestro hermano y a sostenernos mutuamente en la adoración, aceptando fraternalmente tu oficio como auxiliar”.
