San Mateo Atenco
Desde 1980, ejidatarios del paraje Isidro Fabela, ejido de San Mateo Atenco, han tenido que soportar que una empresa privada, pero sectorizada a la Secretaría del Medio Ambiente estatal, dedicada a reciclar las aguas residuales de las zonas industriales de Toluca, Lerma y San Mateo Atenco, derrame las aguas y lodos contaminados en las parcelas de 17 agricultores, lo que ha dejado infértiles los terrenos por la cantidad de químicos y metales pesados ahí vertidos. También ha provocado graves enfermedades entre habitantes de esta región del Estado de México, así como al ganado que es pastoreado cerca del Río Lerma.
Esta empresa, que ha cambiado dos veces de razón social, inició operaciones con el nombre de Empresa para la Prevención y Control de la Contaminación del Agua (EPCCA). Desde 2016 es conocida como Reciclagua Ambiental S.A. de C.V. y ha sido denunciada por delitos ambientales ante la Procuraduría General de la República (PGR), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Procuraduría Agraria, por delitos ambientales. Tiene una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), porque desde hace más de tres décadas ninguna autoridad ha querido sancionar a la empresa por estos hechos, a pesar de contar con dictámenes de la misma Profepa, de la Comisión Nacional del Agua y de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UAEM, que demuestran la presencia de altas concentraciones de plomo, cadmio, cromo y arsénico en la tierra de las parcelas afectadas, las cuales no cumplen con los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-1996.
La Profepa ordenó en 2003 una visita de inspección a la zona en la que levantaron muestras con perforaciones al terreno. Tras el estudio, la dependencia determinó el pago de indemnizaciones a 25 campesinos por los excesivos niveles de contaminación que registraron en los terrenos, de los cuales 16 aceptaron el dinero, pero otros no aceptaron por considerarlas “realmente ridículas” y continúan en búsqueda de justicia hasta la fecha.
Un estudio elaborado por la Mount Sinai School of Medicine de Nueva York alerta sobre los efectos provocados por la presencia de metales pesados en el organismo y enumera que 76 provocan diversos tipos de cánceres en humanos y animales, entre ellos los encontrados en los terrenos del paraje Isidro Fabela, de los ejidatarios de San Mateo Atenco.
Adicional a la contaminación de sus terrenos, los ejidatarios también denuncian diversas irregularidades en los ríos y canales donde se vierte el agua contaminada. Estas aguas residuales, tratadas y no tratadas, son depositadas en tres canales a cielo abierto conocidos como La Bomba, Canal Paralelo y SARH, así como directamente al cauce del Río Lerma. Asimismo, por medio del oficio No. B00.914.01.-02689/ de la Comisión Nacional del Agua, señala que esta dependencia nunca emitió permiso alguno para que fuera ampliado el canal SARH, que pasó de medir de ancho 10 metros; sin embargo, con los años, la empresa lo amplió hasta entre 30 y 35 metros, en perjuicio de sus parcelas, por lo que también solicitan ser indemnizados por el despojo del terreno para ampliar el cauce. Adicionalmente, la Conagua, por medio del oficio B00.914.01.-0353, acepta que la dependencia nunca autorizó que Reciclagua descargara aguas negras al Río Lerma y modificara la dirección del caudal del Canal La Bomba de norte a sur, que antes corría en dirección contraria.
El artículo 416 del Código Penal Federal señala textualmente: “se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y de trescientos a tres mil días multa, al que ilícitamente descargue, deposite, o infiltre, lo autorice u ordene, aguas residuales, líquidos químicos o bioquímicos, desechos o contaminantes en los suelos, subsuelos, aguas marinas, ríos, cuencas, vasos o demás depósitos o corrientes de agua de competencia federal, que cause un riesgo de daño o dañe a los recursos naturales, a la flora, a la fauna, a la calidad del agua, a los ecosistemas o al ambiente. Cuando se trate de aguas que se encuentren depositadas, fluyan en o hacia una área natural protegida, la prisión se elevará hasta tres años más y la pena económica hasta mil días multa”.
Los campesinos no sólo piden justicia, sino exigen el saneamiento del Río Lerma que atraviesa cinco entidades del país: Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y el Estado de México. La Cámara Nacional de la industria de la Transformación (Canacintra) tiene un proyecto para ayudar a sanear el Río. Los industriales argumentan ser únicamente responsables de 17 por ciento de la contaminación y que el 83 por ciento restante lo produce la sociedad en general.
Según datos proporcionados por el Arq. Ariel Rodríguez Polo, presidente de Canacintra en el Estado de México, si no se hace algo ahora, en 2050, el Río Lerma desaparecerá por la sobreexplotación y falta de cuidado en el manejo de los desperdicios industriales y que produce la misma sociedad. Existe el Fideicomiso Lerma (Filerma), instalado desde 2015, en el que participan los gobiernos de los estados involucrados y de los ayuntamientos donde pasa el afluente, con el que buscan acciones e instrumentos para limpiar este río, aunque la iniciativa no ha tenido recursos necesarios para llevar a cabo esta titánica empresa.
Afectaciones a la Salud
Según los ejidatarios, la contaminación que descarga Reciclagua ha afectado durante años de manera impune la salud de la población que habita la zona. Afirman que existen varios casos de personas de diversas edades que han desarrollado enfermedades.
Los denunciantes cuentan con un estudio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia que advierte la presencia de plomo, cadmio, cromo, cobre, zinc, arsénico y mercurio en la leche de 300 vacas criollas que habitan y pastorean en la laguna del Lerma, cerca del sitio donde se tiran las aguas residuales.
Habitantes de San Mateo Atenco y Lerma, cerca de la zona industrial, quienes pidieron no ser identificadas, refieren un “gran número casos” de cáncer que hay en la zona desde hace ya dos décadas. Uno de ellos señaló que su hijo inició con una extraña enfermedad llamada Mielitis Trasversa a los 10 años de edad, que le provocó la pérdida de los riñones. Ésta entra en la médula espinal y provoca la pérdida de la mielina, una sustancia que protege a ciertas células nerviosas que realizan la función de aumentar la velocidad de transmisión de un impulso nervioso. La única solución para el niño es un trasplante. Asimismo, asegura que uno de sus hermanos luchó durante siete años contra la leucemia, pero finalmente falleció. Ellos atribuyen estas enfermedades a la contaminación que viene del agua contaminada y los polvos que al secarse se levantan de estos terrenos.
El líder de los afectados, Antonio Campos, asegura que han querido ser sobornados, e incluso amenazados durante años para que ya no reclamen, pero afirma que no les importar arriesgar su vida si esto cambia en algo el futuro de sus hijos. “El futuro no lo sabemos, pero lo único que tenemos seguro es que la contaminación crece en la zona y hay casos de muertes por cáncer que pudieran estar ligados es la contaminación que expide Reciclagua”.
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