La Alba

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

La Alba

Lunes, 15 Junio 2020 00:06 Escrito por 
La Alba Con singular alegría

Hace casi 20 años, se creó la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América, o tratado de libre comercio de los Pueblos, o como se le conoce “El Alba”, es una organización internacional de ámbito regional, enfocada para los países de América Latina y el Caribe, que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, con base en doctrinas de izquierda; al menos es lo que informa el primer renglón de Alba en wiki. Pero es algo más.

Con información de los Centros de Investigación Internacionales, Hugo Chávez se dio a la tarea de fraguar junto con Fidel Castro Ruz esta alianza regional. La intención de fondo: “El Petróleo y las refinerías”. ¿Su terreno operativo?: “Centro América y el Caribe”. La propuesta de “El Alba” la formuló por primera vez el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la isla de Margarita, el 11 y 12 diciembre de 2001.

Sus miembros, países en vías de emerger como economías viables, solamente algunos: Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua… y los de postre y café gourmet: Surinam, Antigua y Barbados o Barbuda, Sta. Lucía, San Vicente y Granadinas y Dominica. Países cuya producción es tabaco, café, azúcar y bananas.

Lo más interesante son los países observadores de esta alianza internacional: Irán, Siria, Libia, Canadá y Haití. ¿Qué es lo que observan estos primeros tres países bélicos en primera instancia? ¿Qué valor puede tener un País como Haití que no tiene la posibilidad de reconstruirse a sí mismo, con una dependencia total de todo se encuentre presenciando este tipo de Alianza? La única presencia que entendemos es la de Canadá pues es un observador de contrapeso. Ahora imagínense a Siria con su dictador con un antecedente ahora mismo de lesa humanidad contra su propio pueblo, destruyendo uno de los elementos de su Estado; a Irán y a Libia titiriteando a Nicolás Maduro, y que éste salga en televisión argumentando que el comandante en jefe Hugo Chávez habló con él a través de un pajarito… porque si la alianza contiene algo de sustentabilidad, esta no ocurre con los propios medios financieros de Venezuela, luego entonces se está moviendo el dinero de alguien más.

Amparados en el concepto gran-nacional como si toda la región tuviera el mismo yugo, ni igual ni similar, Venezuela proporciona a los otros Países solvencia económica, energética y alimentaria, esto es: “Entendieron bien la doctrina de Balandier: “Las sociedades de complejidad compleja en su tercera opción, construyen su futuro desde el futuro, olvidando arrastrar el gran rezago social con el que cuentan”, es decir, les importa más el mañana que los millones que ahora mismo viven en extrema pobreza, ni hablar. Balandier nos enseña que así tiene que ser; mientras tanto, Venezuela invierte en el exterior embarcando a unos pobres, en lugar de atender, a los venezolanos marginales.

El 50% del contrato por la deuda cuesta 1% de interés mensual, y otro 50% a un plazo de 25 años, para ello crearon el Banco del Alba y pretenden tener su propia moneda, así como el Euro, deberá en muy poco tiempo existir el Sucre, es decir obligar a crear una región o zona monetaria.

Bajo este esquema de regionalización para establecer una zona mercantil única, Venezuela pretende emerger como potencia mundial olvidando que no cuenta con la bendición de alguien más, a diferencia de México.

China, Estados Unidos, Rusia, Alemania, Inglaterra, Francia, Brasil y México por encima de Canadá por su ubicación estratégica y por la potencialización económica, están destinados a permanecer como potencias mundiales; desde luego me refiero a sus respectivas economías.

Con excepción de Dominica y Cuba, todos los Países del Caribe están destinados a desaparecer, Belice está herido de muerte, su territorio podría anexarse a Guatemala y ambos o uno o ninguno al mexicano. Costa Rica paga los salarios de sus servidores públicos con percepciones donantes provenientes de Suiza. Venezuela le apuesta al Caribe, pero México participa también en el Caribe, y en esta película de terror, en 10 años o antes, el choque de trenes podría ser México versus Venezuela; que conste que lo escrito y publicado, es testimonio permanente.

Venezuela apoya a Trinidad y Tobago para la explotación de gas en el campo Loran-Manatee, el más grande de los tres yacimientos que comparten ambos Países en la zona transfronteriza, en la fachada Atlántica de Venezuela.

Venezuela con aportación financiera de China, ahora mismo construye una refinería petrolera en Ecuador, y aspira a que sea la más grande de todo el pacífico; y en Nicaragua y Venezuela, para acabarla de perjudicar, están apoyando en Argentina en un proyecto por encima de los 16 mil millones de dólares para dos centrales nucleares extras, que serán la cuarta y la quinta, con dos reactores por planta.

Espero que podamos meter las manos porque todo indica que sí estaremos tarde que temprano arriba de un ring: adiós Doctrina Estrada, tendremos que participar.


Visto 1742 veces
Valora este artículo
(4 votos)
Gilda Montaño

Con singular alegría