Estados Unidos: La Ambigua Oscuridad de la República-Imperio, ¿Colapso o Transformación?

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Estados Unidos: La Ambigua Oscuridad de la República-Imperio, ¿Colapso o Transformación?

Domingo, 13 Septiembre 2020 00:08 Escrito por 
Estados Unidos: La Ambigua Oscuridad de la República-Imperio, ¿Colapso o Transformación? Estados Unidos: La Ambigua Oscuridad de la República-Imperio, ¿Colapso o Transformación?

El escritor Morris Berman llegó a vivir a Guanajuato, México, hace cerca de 14 años, para “escaparse de Estados Unidos y del constante bombardeo de ruido comercial”. Ya para entonces el conocido historiador cultural y crítico social había escrito varios libros, como su famosa trilogía sobre la evolución de la conciencia humana y dos que enfocaban su energía al análisis de lo que advertía como un declive económico, político, social y moral de Estados Unidos, lo que denominó la oscuridad del imperio informal norteamericano.

Los títulos de sus libros reflejan como un claro espejo lo que viene ocurriendo en la sociedad americana. Desde su libro The Twilight of American Culture (El crepúsculo de la cultura americana, publicado en el 2000, pasando por Dark Ages America: The Final Phase of Empire, 2006 (Edad Oscura Americana, La Fase Final del Imperio), luego ya en México escribió Why America Failed: The Roots of Imperial Decline, 2011 (Las Raíces del Fracaso Americano).

Desde las entrañas mismas del imperio informal surge en Berman una voz que arremete sin piedad contra la autocomplacencia que, día a día, se apodera inexorablemente de una parte de los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, el crepúsculo de la cultura americana representa también un lamento por los buenos tiempos pasados, cuando Estados Unidos mantenía una cultura de calidad, cultura que hoy en día está parcialmente en cuestionamiento.

Berman hace la analogía con el imperio romano del -pan y circo-, sólo que en el caso de Estados Unidos, la duda se basa en la excesiva glorificación de los valores corporativos, en el consumismo y entretenimiento masivos, en pocas palabras, en todo lo que proyecta la llamada cultura -Macworld-.

Su más reciente reflexión: Are We There Yet, Essays & Reflections of 2010-2017 ¿Ya llegamos?, Ensayos y Reflexiones de 2010-2017) es un libro ingenioso y perspicaz, un relato convincente de cómo parte de la sociedad estadounidense va al declive.

Pero a diferencia de la crítica que sugiere que los movimientos para cambiar de rumbo son frustrados y victimizados por élites poderosas, Berman deja en claro que la culpabilidad aún mayor por los fracasos de Estados Unidos recae en la población misma, en aquella masa en parte violenta, drogada y anómica que comparte con las élites las mismas aspiraciones de aprovecharse apresuradamente de lo que pueden disfrutar inmediatamente y dejar que el diablo se lleve al último.

¿Ya llegamos?, gira en torno a tres temas principales: el colapso del imperio informal estadounidense; la cuestión de la identidad individual; y algunas reflexiones sobre la naturaleza de un mundo posterior a la tendencia que trae al colapso. El libro analiza lo que ha fallado en Estados Unidos desde sus inicios y los problemas que ha enfrentado hasta entonces. Será interesante ver su reflexión después de lo que está pasando con los efectos de la pandemia del Covid-19 y si es posible una transformación en vez del colapso. Porque, pese a sus recurrentes problemas Estados Unidos ha sabido enfrentar sus desafíos en el pasado.

Berman discute los elementos de una identidad humana sana, elementos que están en gran parte ausentes de la escena estadounidense. Y plantea alternativas a todo esto, modelos que ya están presentes en la conciencia de unos pocos y que, después del colapso o transformación, posiblemente se materialicen varias décadas más adelante.

En el curso de esta discusión, el autor revisa la patología de los teléfonos inteligentes y aparatos electrónicos relacionados; el fenómeno de Hillary Clinton como un desastre estadounidense arquetípico y de Joe Bageant como un autor olvidado (éste americano también vivió en México durante los últimos años de su vida, en Ajijic, junto al Lago de Chapala en Jalisco). Bageant escribió en 2007, Deer Hunting with Jesus: Dispatches from America's Class War, publicado como En caza de los ciervos con Jesús, Despachos de la guerra de clases de Estados Unidos, donde discute cómo el Partido Demócrata perdió el apoyo político de los blancos pobres del medio rural y la forma en que el Partido Republicano les convenció de "votar en contra de su propio interés económico¨, situación que Trump supo aprovechar muy bien para ganar su elección en 2016 y que puede repetir en 2020 si los demócratas se descuidan otra vez.

Es interesante observar que la tesis fundamental que el actual candidato y ex vicepresidente norteamericano demócrata sostiene en su campaña electoral es que con el presidente Trump Estados Unidos se encuentra sumergido en una era de obscuridad, una especie de oscurantismo, concepto que Morris Berman acuñó en sus libros, especialmente el de La Edad Oscura Americana de 2006.

Morris Berman efectivamente enfocó su energía al análisis de lo que advertía como un declive económico, político, social y moral de Estados Unidos. Cuando publicó El crepúsculo de la cultura americana, en el año 2000, sus compatriotas rebosaban de abundancia y orgullo por el supuesto ¨Excepcionalismo Americano¨. Un par de décadas después, las cosas son muy distintas en el siglo 21.

El libro Las raíces del fracaso americano, cierra su «trilogía americana». La crisis americana actual, lejos de ser coyuntural o pasajera, nos revela, estaba inscrita entonces en los principios que hicieron de Estados Unidos el país más pujante y emulado del mundo entero en el siglo 20.

Parece imperceptible, pero la erosión de los verdaderos valores humanistas sucede mientras nos atiborramos de productos chatarra, ya sean comestibles o de entretenimiento. Morris Berman, como el buen humanista que es, decide hacer una denuncia al respecto, pero también propone una posible salida -quizás utópica- a este infierno cultural que se apodera de todos: la emergencia del nuevo individuo monástico, aquél que está dispuesto a rechazar la cultura chatarra en nombre de la necesaria renovación de la civilización.

Berman toma el concepto de opción monástica, una zona de inteligencia en medio de un mundo deprimido, inspirado en la historia de la antigüedad tardía y el medioevo (recuerde que los laboriosos monjes de la obscura Edad Media conservaron la información de la herencia cultural de la humanidad en sus bibliotecas, libros que después apoyaron con la imprenta el Renacimiento) y junto con lo mejor de la Edad de Plata (1951-1965) de la Ciencia Ficción, comenta palabras hoy claves como Bioética global, futuro alternativo, crisis silenciosa, crisis de civilización, opción monástica y convivencialidad, que con la catástrofe que la pandemia ha causado a la economía mundial cobran más vigencia que nunca ante la disyuntiva de Colapso o Transformación que enfrenta no sólo Estados Unidos, sino el orbe entero.

Nos enfrentamos a una crisis de la civilización humana toda, no sólo a enfrentamientos y conflictos entre diferentes culturas. Para salvarnos del colapso se requiere una especie de monjes universales, rebeldes monásticos, que intenten preservar lo mejor de la tradición ilustrada

Adenda prescindible sobre Monjes rebeldes (que puede interesarle a algunos lectores)

Hablando de la opción monástica, ¿recuerda al rebelde monje belga Gregorio Lemercier, radicado en México desde 1944, que quiso introducir el psicoanálisis en la Iglesia Católica como curso para sus monjes benedictinos de Cuernavaca en la década de los sesenta del siglo pasado?

Lemercier fue influenciado por los inicios de la primera Sociedad Mexicana de Psicoanálisis impulsada por Erich Fromm, quien la fundó en Cuernavaca en 1956. Alentado por sus investigaciones psicológicas sobre la sexualidad y el homosexualismo sacerdotal, siguiendo una iniciativa del rebelde obispo (el ¨obispón rojo¨) de Cuernavaca Méndez Arceo en 1956, en 1959 Lemercier solicitó sin éxito la intervención disciplinaria del Vaticano en un caso de sexualidad extrema y violenta de un sacerdote de su entorno, el padre Marcial Maciel (que no fue sancionado por el Vaticano, y sólo después de una difusión mediática de parte de sus víctimas, fue reprendido en 2010).

El obispo rebelde Méndez Arceo fue impulsor y activo ideólogo de la Teología de la Liberación y del llamado progresismo católico. Se convirtió en esta etapa en un inspirador del Movimiento Sindical Radical que surgía en México en los años sesenta.

El «Obispo Rojo» siempre fue polémico por sus ideales sociales y su simpatía hacia las corrientes renovadoras en el seno de la Iglesia Católica, así como por su pertenencia a movimientos como Cristianos por el Socialismo (en 1959 apoyó la Revolución Cubana).

También el obispo Méndez participó activamente en el Congreso de los Cristianos por el Socialismo. Siendo miembro del CIDOC (Centro Intercultural de Documentación), fue el principal promotor de la discusión de textos sobre ideologías socialistas ―principalmente marxistas―, el cambio social, el fenómeno religioso y su influencia en la evolución social de Latinoamérica. El Papa prohibió a todos los religiosos mexicanos asistir a los cursos de formación del CIDOC.

Curiosamente, por esa época Carlos Madrazo buscó hacer proselitismo político en el Tec de Monterrey por su propuesta de un Partido de la Juventud, contra el PRI, del cual había sido expulsado por Díaz Ordaz, lo cual no se le permitió por la Rectoría del ITESM, en cambio, sí se dejó dar una conferencia al obispo Méndez Arceo (por lo visto el PRI era tanto o más monolítico y temido que la propia Iglesia Católica en esa época).

En ese ambiguo ambiente el monasterio mexicano del belga benedictino Gregorio Lemercier, decía él, estaba dividido en dos bandos: los inteligentes no piadosos y los piadosos no inteligentes. En este dilema, Gregorio optó por una tercera salida, se enamoró de una joven saltillense, Graciela Rumayor, y colgó los hábitos, contrayendo matrimonio con ella en 1968, año aciago.

También otro sacerdote rebelde, Iván Illich, pregonaba por entonces una especie de opción monástica para sobrevivir en la oscuridad del capitalismo industrial. Sacerdote austriaco radicado en México desde 1971, fue uno de los fundadores del controvertido Centro Intercultural de Documentación de Cuernavaca (México).

Su pensamiento cobra hoy nueva vida ya que está ligado al surgimiento de diversos movimientos sociales (ambientalistas, equidad de género, minorías, etc).

Septiembre de 2020

 

 

 

 


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Javier Ortiz de Montellano

Articulista invitado