¡Señor! ¡Si señor! La otra “corcholata”

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¡Señor! ¡Si señor! La otra “corcholata”

Miércoles, 10 Mayo 2023 00:10 Escrito por 
Raúl Mandujano Serrano Raúl Mandujano Serrano Desde el Sótano

En febrero de 2023, Aeromar anunció el cese de sus operaciones en México, luego de 35 años volando en el país. La línea se suma a otras más que fracasaron, como Aero California, Mexicana, Aviacsa, Alma de México, Interjet, Aeromar, Líneas Aéreas Azteca. Se trata de una grave crisis aérea en el mercado nacional que en el 2021 tuvo su cúspide cuando se perdió la Categoría 1 de seguridad aérea que le impedía abrir rutas a Estados Unidos. Mientras degusta de su café americano sin azúcar, el periodista piensa que la política nacional inició con el desastroso anunció de venta del “José Ma. Morelos” (el avión presidencial) cuyo costó era de 218 mil 700 millones de dólares, y ni que decir de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, cuya obra ascendía a 300 mil millones de dólares.

La política aérea ha sobrevivido con parches. El de Texcoco se cambió por el Aeropuerto Militar “Felipe Ángeles”, mucho más pequeño (y que nomás no levanta), y cuyo costo fue de 116 mil millones de pesos; además de la necesaria reparación de pistas e infraestructura del AICD, cuya administración pasó al Ejército y que se tiene presupuestado invertir 475 millones de pesos para 52 mil 290 metros cuadrados de construcción. Y ahora el gobierno de Andrés prevé abrir una aerolínea paraestatal con el nombre de Mexicana de Aviación. El objetivo es abrir asientos a los beneficiarios de programas sociales. “Una línea para pobres” –dice él-, y cuya base sería el propio AIFA. Obviamente administrado por los castrenses.

La demagogia socialista justifica el militarismo en México, creándose en la mente enemigos “ricos” y “poderosos”. La mesa está servida para apagar cualquier desagravio opositor. Por ello AMLO aumentó descomunalmente el presupuesto de las fuerzas armadas, así como sus funciones.

Desde 2006, la plataforma Global Firepower analiza la información pública de los ejércitos con base en la capacidad que cada uno tiene para hacer guerra por tierra, mar y aire. Los datos se obtienen de los indicadores relacionados con el número de elementos, equipamiento, recursos financieros y administrativos a su disposición. En 6 años, es la primera ocasión en que, México ocupa el lugar 31 y se encuentra entre los primeros 20 países con los ejércitos más grandes del mundo. Por ejemplo, en comparación con Ucrania, que está en guerra con Rusia, México tiene 50 mil efectivos más y un poder adquisitivo superior a los dos mil millones de dólares, pese a reprobar en potencial de helicópteros de ataque,  y las flotas de submarinos y tanques.

Cresencio Sandoval ¿la otra corcholata?

El poder del Ejército mexicano contrasta con la estrategia de “abrazos, no balazos” que ha proclamado el gobierno en seguridad pública. Y aún con los infaustos resultados en la materia, el mandatario apoya las espaldas de los militares. “El Ejército es pueblo uniformado” –afirma-, y a la par de seguir con sus clases de manipulación mediática, le ha entregado al ejército la tutela del libramiento ferroviario de trenes de carga de Nogales, Sonora; el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; el AIDCM; la administración de los aeropuertos de Tulum y Palenque; el Banco del Bienestar; el Tren Maya; las aduanas marítimas y terrestres, y pronto, Mexicana de Aviación.

Y por qué entonces suena descabellado pensar que, entre los “destapados” del preciso, hay otro de nombre Luis Crescencio Sandoval González, el secretario de la Defensa Nacional. Al paso que lleva la cuarta transformación, entregar la presidencia a los militares, solucionaría el “fuego amigo” entre Adán, Claudia y Marcelo, y sortearía un proceso electoral complejo, como ocurrió en Venezuela y Nicaragua… Sólo digo. Mi Twitter @raulmandujano


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Raúl Mandujano Serrano

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