La difícil transición

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Publicado en Opinión

La difícil transición

Lunes, 30 Julio 2018 04:28 Escrito por 

La pasada elección dejó claros los resultados. Hoy en día, salvo muy contadas excepciones, se tiene claro quiénes serán los próximos presidentes municipales, diputados, federales y locales, gobernadores, senadores y, desde luego, el Presidente de la República.

La Constitución y las leyes electorales establecen con claridad cuándo es que deben rendir protesta y, por lo tanto, cuándo entrarán en funciones los titulares del poder público emanado de la voluntad popular.

En ese contexto se ha establecido un proceso de transición entre las administraciones salientes y entrantes que no está del todo regulado por la ley, sino que lo regula un puñado de manuales y directrices marcadas desde las contralorías u oficinas de la función pública, como ahora se denominan.

Hay otra transición más dolorosa, y que llevará más tiempo, me refiero al cambio que muchos están dispuestos a no concretar y que tiene que ver con pasar de la oposición al gobierno, lo que implica dejar en el cajón de los recuerdos y en el abandono de sus clientelas electorales.

A muchos no les gusta esta situación porque durante décadas reprodujeron o fueron víctimas propiciatorias del régimen que controlaba las dóciles oposiciones. Las circunstancias han cambiado y ya se han adelantado varias de las directrices de gobierno entrante.

La austeridad y medidas anticorrupción parecen disgustar no solo a aquellos que ocupaban altos cargos de la adminiistracion pública, sino también a dirigentes legislativos opositores que eran “salpicados” del régimen de privilegios.

Pero no solo ellos, los integrantes de los órganos constitucionales autónomos y los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, lanzan agrios reclamos bajo el nada novedoso argumento que los altos salarios son un escudo contra la corrupción. ¡Falso! Todos sabemos que esos desproporcionados ingresos no han sido suficientes para parar la voraz corrupción en todos los entes y sectores de la vida pública de México.

Si como dicen, los altos salarios evitarán la corrupción, México estaría a la par de los países del norte de Europa y no sumido en esta decadencia insoportable. Si tal argumento fuera verdad, sería inexplicable como el Presidente de este país del tercer mundo tiene ingresos superiores al del presidente del país más poderoso de la tierra. O, más vergonzoso aún, que un ministro del mas alto tribunal del país más poderoso, gane menos de la tercera parte que su similar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en Mexico.

Esta transición será la más difícil y marcará a la administración. Por eso resulta adecuado poner el tema en la opinión pública con 5 meses de anticipación antes de que asuma el nuevo gobierno. Desde luego que la medida, así como la política de recorte de muchos otros privilegios y prebendas, ha resultado ser bastante popular y sin lugar a dudas tendrá un gran soporte social pero no estará ajena de resistencias cada vez más sonoras y estridentes.

Esta difícil transición que lo mismo alcanza a tirios que a troyanos, dejará una gran huella para las generaciones venideras. El gobierno no es ni debe ser el espacio desde el cual se debe amasar riqueza.


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Ricardo Moreno Bastida

Articulista invitado