CIENTO TREINTA Y DOS… Sismo, oportunismo que le costará a los partidos

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Publicado en Opinión

CIENTO TREINTA Y DOS… Sismo, oportunismo que le costará a los partidos

Lunes, 02 Octubre 2017 04:30 Escrito por  Juan Carlos Díaz Carranza

Agradezco a este importante y ya acreditado medio digital, DigitalMex, conducido por talentosas y agudas periodistas como Diana Mancilla y Martha Gómez, por abrirme el espacio. Decidí reanudar con una entrevista que nos dé luces en este momento de pesar para muchos mexicanos. Qué mejor que el doctor Lorenzo Meyer para hablarnos de los terremotos y sus consecuentes efectos políticos y sociales, además de abordar otros temas de coyuntura con uno de los más notables historiadores de nuestro país.

¿Qué opina del surgimiento protagónico los jóvenes (millenials) que espontáneamente participaron como voluntarios y sorprendieron a muchos que los consideraban apáticos?

R: A mí no me sorprende nada la participación de estos jóvenes, sobre todo teniendo el antecedente del 85; hay una energía llamémosla política, social o las dos cosas, que no había emergido por qué las instituciones públicas o privadas en la vida cotidiana no lo permite, no sólo a los jóvenes, sino a la mayoría de los mexicanos, participar en la administración de lo público.

El sistema político, cultural y económico mexicano, sigue siendo antiguo, en buena medida vivimos en el antiguo régimen, con algunos elementos novedosos, de pluralismo y democracia que no dominan todavía, y en ese régimen la movilización independiente y realmente masiva era inadmisible e inaceptable.

Con este régimen que tenía el centro a un presidente fuerte con un partido de estado, toda movilización era sospechosa y había que acabarla, salvo las movilizaciones convocadas por el gobierno o por alguna de sus estructuras. Esto es lo que sucede en 1968 o 1971 con movilizaciones de los entonces jóvenes que tenían la misma edad de los que hoy están metidos en la ayuda las víctimas del terremoto.

Doctor, en la opinión pública hoy se destacan dos hechos muy relevantes después del terremoto: la solidaridad ciudadana y el desprecio por los algunos políticos. ¿A qué nos puede conducir esta situación a escasos meses de las elecciones del ´18?

R: Ya no está el caparazón duro del autoritarismo del pasado, del presidencialismo que parecía omnímodo, de ese que Renato Leduc, un poeta bastante crítico, uso para el Porfiriato, pero que podía usarse para después, “eran los días en que Dios era omnipotente y Porfirio Díaz presidente”. Bueno, pongámoslo para los años 60, cuando eran los días en que Dios era omnipotente y Díaz Ordaz presidente o Salinas presidente.

El antiguo régimen, aunque fuera en el discurso y no en la realidad, tenía un proyecto. Ahora no hay un proyecto, no hay un conjunto básico de ideas que sirvan para más o menos normar las acciones tanto del gobierno como de las organizaciones sociales. Hay una administración de lo cotidiano, pero no hay una gran idea que domine lo que vamos a hacer en lo futuro.

Nunca han servido en realidad esas ideas, por ejemplo, si vemos los Sentimientos de la Nación de Morelos de 1814 hasta la fecha, pero el papel de las grandes ideas no es tanto que se cumplan, sino despertar la imaginación, la energía de los jóvenes.

¿Usted qué efectos prevé pueda traer los terremotos que han asolado a México en términos políticos y sociales atendiendo el calendario electoral que nos avecina?

R: Todos desconfían de la estructura institucional, pero no hay sistema político que aspira a la democracia sin partidos, que son un mal necesario, pero nosotros tenemos unos particularmente malos. Es una herencia del autoritarismo viejo que no muere.

Dentro de este desafortunado entorno, en donde los partidos están tratando de lavar un poco su cara diciendo que no quieren todo el dinero que hace un año solicitaban, intentan aprovechar el sismo o pagar por la vía del sismo el pecado que tienen por no poder transformar a México, pero ellos son los que van a presentar a los candidatos, habrá algunos independientes, pero yo no veo la posibilidad de que un candidato independiente rebase a los partidos y destruya la partidocracia mexicana.

Como usted sabe, en Oaxaca no la estamos pasando bien. ¿En su opinión, qué efectos políticos y sociales puede dejar una tragedia de estas dimensiones en un estado como Oaxaca?

Alguien comentó que en Oaxaca todo es complicado, que hasta el queso hacen bola, Oaxaca es uno de los estados donde las formas prehispánicas, los cacicazgos, se mantuvieron y se mantienen, esa cantidad de municipios no es lógica. Oaxaca tiene una historia propia, que acompaña a la nacional, pero me declaro absolutamente incompetente para entenderla, necesitaría dedicar toda mi vida para entender a ese estado.

Recientemente en Oaxaca se han dado a conocer malos manejos de algunos funcionarios de la administración estatal anterior emanada de una alianza de partidos preponderantemente de izquierda ¿Cuál es su opinión al respecto?

R: Gabino Cué no fue de izquierda, fue una confluencia de intereses entre López Obrador y partidos de izquierda; era una opción, era lo que había producido Oaxaca, no le eches la culpa a Andrés Manuel. Casi diría de lo perdido lo que aparezca. Cué no tiene biografía. Mi esperanza en López Obrador me la da su biografía y esa no la pueden rehacer. Su vida es congruente, empieza en el PRI, porque en Tabasco no hay otra cosa.

Pero aun desde el PRI Obrador se mete con un poeta, que es lo menos adecuado para un político que quiere hacer fortuna.

Los partidos políticos hoy luchan por la paternidad de la idea de donar prerrogativas. Ante eso el consejero presidente del INE ha manifestado su preocupación de que se privatice la política y sea el dinero ilícito quien financie las campañas. ¿Qué opina usted?

R: Ya está privatizada, que no se haga Lorenzo Córdova. Desde el principio y yo se lo oí decir a alguien que fue candidato, que estuvo en las entrañas del monstruo, “no alcanza con el dinero que da el Estado”, en todas las campañas hay dinero privado, en favorecerlos con transporte, con fórmulas, en donde no es necesario que se les de dinero. La sociedad está encabronada y más les vale no incrementar el enojo, y están haciendo del sismo un oportunismo que les va a costar.

@JCDiazCarranza


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