Del concepto de intimidad...

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Publicado en Opinión

Del concepto de intimidad...

Viernes, 26 Julio 2019 09:50 Escrito por 
Del concepto de intimidad... #AbraPalabra

Queridos todos, hablar de intimidad en tiempos de Internet y redes sociales es casi atrevernos a hablar de la utopía del silencio.

La intimidad entendida como el "aspecto interior o profundo de una persona, que comprende sentimientos, vida familiar o relaciones de amistad con otras personas, "ha sido invadida sin vergüenza alguna a partir de la irrupción del internet en nuestras vidas y con consentimiento de todos nosotros -los involucrados- sin que medie de por medio en muchas ocasiones la conciencia de todo lo que se pierde al abrir la puerta de nuestro interior a miles de desconocidos.

Recuerdo que en los años noventa surgieron los “reality shows” en la televisión y con ellos la posibilidad de ser testigos en ocasiones mudos y en otras tantas escandalosos de lo que en ellos se presentaba, poco a poco incorporando la “interacción” que generalmente estaba acompañada por alguna “votación” o la posibilidad de pagar “unos cuantos pesos” para elegir al favorito y “evitar que fuera expulsado”, -si esto les remite a “Big brother” son todos unos jóvenes hermosos, obviamente- , la urgencia del reconocimiento, de ser tomados en cuenta y pertenecer ha escalado a niveles insospechados. ¡Qué iban a pensar nuestros abuelos en andar pagando para que alguien permaneciera en un show o peor aún andar ventilando “la ropa sucia”, que por cierto se supone que “se lava en casa”.

La “inocente” creación de la redes sociales tales como “my space”, “hi5”, y posteriormente este anuario conocido por todos y en donde la mayoría de nosotros tiene participación, mejor conocido como FACEBOOK, se ha convertido en un espacio donde todos nosotros “compartimos con el mundo” – o con un selecto grupo de amigos, nuestro nivel de alcance es directamente proporcional a nuestra necesidad de exhibición y de impacto con los otros - nuestros gustos, momentos felices y trascendentes, dolores, frustraciones y muchas otras cosas.

La necesidad de legitimación a través de los otros, de la mirada de aquellos que nos “nos miran” y nos dan like ha generado nuevas situaciones de conducta, en muchas ocasiones cuestionables.

1. La necesidad irrefrenable en muchos casos de mostrar “vidas perfectas” -Nadie muestra sus momentos poco glamorosos o estéticos en las redes sociales, lo que ha generado una inmensa presión social por ser “perfectos” o actores dignos de un Oscar.

2. Desórdenes de ansiedad cuando no se puede acceder a las redes, postear, “estar informado” como si las situaciones nimias o cotidianas representaran momentos de vida o muerte.

3. Ciber acoso, lo que ha derivado en la inminente necesidad de regular la información y contenidos que pueden ser compartidos y mostrados en cuanto a “los otros”, toda vez que existen momentos en que el dolo, la alevosía o la maldad se encuentran presentes y generan situaciones de exhibición y de afectación a la reputación de otros individuos.

4. Sexting, la inmediatez permite compartir pensamientos e imágenes así como conversaciones comprometedoras a niveles insospechados, la moderación, conciencia y madurez quedan opacados por la excitación provocada partir de la adrenalina.

5. Infidelidad –aunque la responsabilidad no es en realidad de las redes sociales, sino de un sistema de valores en decadencia y la aparente posibilidad de acceder a los otros de forma irresponsable, así como la facilidad para “relacionarse” en diversas plataformas específicamente creadas para ello.

6. Aislamiento, aunque en apariencia pareciera que estamos “más conectados”, resulta preocupante ver como nuestras formas de interacción se encuentran determinadas por la urgencia de reconocimiento de la existencia.

La misión primigenia de la trascendencia y los “cinco minutos de fama” se han llevado a límites irrefrenables.
Sin que esto sea una satanización de las herramientas útiles en que las redes sociales y el internet se han convertido para nuestra vinculación en un mundo globalizado y “necesitado” con urgencia de conocer lo que ocurre con “los otros”, es necesario analizar, cuidar y reflexionar antes de compartir partes de nuestra “intimidad” en la red. Además de los riesgos de seguridad implícitos, es un repositorio de nuestra existencia que da cuenta de quiénes y cómo somos, cuidar nuestra imagen y nuestra privacidad es responsabilidad de cada uno de nosotros, así como no perder de vista que el sentido del hombre como ser gregario implica su interacción cara a cara con nuestros semejantes.

Ustedes, ¿qué opinan? Recibo sus respuestas, por qué no… en @PalomaCuevasR como una forma de interacción virtual –valga la paradoja-.  Les deseo un fin de semana memorable.


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Paloma Cuevas

La abadía de Eloísa