Me siento y me lleno de luz

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

Me siento y me lleno de luz

Lunes, 26 Agosto 2019 00:12 Escrito por 
Me siento y me lleno de luz Con singular alegría

Estudiar la creación del universo; averiguar quién escribió los códigos de valores; entender por qué y para qué vino Jesucristo a un lugar más que pobre y feo: a nacer dentro de un pueblo miserable y sufrido que era el judío; armar el entendimiento para valorar el significado de la palabra libertad, amor, constancia y dominio propio; saber que Él vino a darnos como buena nueva… que el Reino de Dios está por llegar, es algo fascinante.

Esto lo estudio, con un asombroso entendimiento -porque de esto no sé nada-, con muchos eruditos en el tema, que están dentro de una universidad, clásica, seria, bajo la pedagogía ignaciana, llena de gente joven y con ganas de cambiar al mundo: la Ibero.

Me siento y me lleno de luz. De esa que muy pocos seres en el universo tienen la fortuna de vivir. Soy invitada a una maestría en Teología que tiene muchos prerrequisitos, y toneladas de lecturas por leer, entender, analizar y convertir en ensayos; soy una invitada de Jesús, que a través de los jesuitas, hace milagros.

Y a usted, querido lector, le debe de parecer extraño y raro esto. Pero sin lugar a dudas, es muy importante mover nuestro entendimiento hacia adentro: saber que venimos de algo asombrosamente maravilloso, que tuvo la gentileza de prodigarnos vida; que fue en extremo generoso de tenernos aquí con una gran singularidad: con soplo llamado espíritu (el soplo del espíritu); invitarnos a pensar que es nuestra responsabilidad hacerlo crecer o no. Acciones y palabras para decirnos quién es Dios.

He indagado que esto es más sensato que ir a pedirle apoyo a muchos gobernantes, para que ayuden a sus semejantes. Ese “algo”, que ellos nunca entenderían. Y que además creen, a pies juntilla, que el soplo maravilloso lo tienen ellos para que la gente les crea. Porque son ellos los que hacen milagros… Qué risa.

 


Visto 1737 veces
Valora este artículo
(3 votos)
Gilda Montaño

Con singular alegría