Las condiciones para los trabajadores jóvenes son más desfavorables que para el resto de la sociedad. La tasa de desocupación juvenil alcanza 19.6 por ciento, cifra que casi triplica a la del resto de la población trabajadora.
De acuerdo con el estudio “Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2018”, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), esas condiciones tienen como una de sus principales causas la falta de experiencia profesional. Lo que significa una distancia entre lo que requieren los empleadores y la formación que proporciona el modelo educativo en la juventud.
En esta región del mundo, uno de cada 5 jóvenes busca trabajo y no lo encuentra, y la tasa de ocupación entre ese sector apenas alcanza 38.9 por ciento, que significa 20 puntos porcentuales por debajo de la ocupación de las personas adultas.
De las personas jóvenes, 6 de cada 10 tiene empleo en el sector informal y considerando la perspectiva de crecimiento económico, que no alcanza ni el dos por ciento en México, la condición de empleabilidad podría agravarse.
Y existe otro factor, quienes ofrecen un trabajo no necesariamente encuentran los perfiles adecuados, porque las personas jóvenes carecen de algunas competencias, entre las que destacan: negociación y resolución de conflictos, habilidad para tomar decisiones, sentido de responsabilidad, puntualidad e innovación.
Lo preocupante es que –en estricto sentido- esas competencias tendrían que formarse desde el hogar y la escuela. ¿O dónde tendríamos que aprender a resolver conflictos con quienes nos rodean?, ¿No es posible crear condiciones en la enseñanza que formen en la juventud el sentido de la responsabilidad y la habilidad para tomar decisiones?, ¿No puede lograrse que en la escuela se desarrollen y se enseñen procesos de innovación?
Por ello cobra relevancia el Modelo de Administración Pública que por segunda ocasión se organizó en la Universidad Autónoma del Estado de México, y que este miércoles inauguró el rector, Alfredo Barrera Baca, acompañado por las diputadas federales: Miroslava Carrillo Martínez y Ruth Salinas Reyes, así como por el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Marco Aurelio Cienfuegos Terrón.
El objetivo del simulador –explicó el rector- es “propiciar la práctica de sus conocimientos y fortalecer sus habilidades en la solución de problemas a través del análisis, el debate, la conciliación, y la construcción de consensos”, y señaló que ese tipo de modelos “potencian la creatividad, la innovación y el talento de los estudiantes de diversas disciplinas” ante desafíos hipotéticos, diseñados a partir de la realidad.
A 51 años de distancia de aquel 2 de octubre de 1968, cuando ocurrió la matanza de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en la capital del país, el rector afirmó que la UAEMéx es un foro apropiado para que la juventud exprese sus inquietudes y sea una plataforma óptima para respaldar sus aportaciones, siempre y cuando se orienten al bien y a la mejora de la sociedad. “Son ustedes, los jóvenes, quienes se están manifestando en contra de los conflictos y amenazas que nos atañen a todos, pero que por indiferencia o comodidad los adultos preferimos omitir”, dijo el doctor Barrera.
La actividad, en la que participan casi 200 jóvenes, es un aliento con respecto al compromiso de las generaciones de universitarios que actualmente se preparan en la UAEMéx, porque –dijo el rector- “son ustedes (refiriéndose a las y los estudiantes) quienes ahora deberán encabezar los cambios que no sólo disipen la incertidumbre del futuro que nos aguarda, sino que otorguen esperanza a nuestra sociedad”.
El reto para quienes participan en el simulador será estrechar el vínculo entre el conocimiento adquirido en las aulas universitarias con los sucesos que conforman la realidad.
En su mensaje, el rector recordó una frase de la joven paquistaní, Malala Yousafzai, quien lidera un movimiento a favor de los derechos de los niños y las mujeres, y que fue víctima de un atentado por su activismo: “La mejor forma de luchar contra el terrorismo y por la educación es a través de la política. Por eso la elegí, porque un médico sólo puede ayudar a una comunidad, pero un político puede ayudar a todo un país”.
PERCEPCIÓN
Los destrozos que produjeron grupos de anarquistas en edificios y comercios de la Ciudad de México –para conmemorar el 2 de octubre- son un pésimo precedente que no debería permitirse, porque son una clara violación al estado de Derecho y agravan la polarización que ya vivimos en el país.
Twitter: @RJoyaC
