Articulista Invitado... Por siempre las Hermanas Williams

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Articulista Invitado... Por siempre las Hermanas Williams

Sábado, 28 Octubre 2017 04:29 Escrito por  Javier Ortiz de Montellano
Articulista Invitado... Por siempre las Hermanas Williams LAs hermanas Williams

Como casi todo en la vida, los fenómenos se dan en pares, si no en parejas. En el caso del tenis, las disputas se dan siguiendo una lógica dialéctica que define dos antagonistas, o dos parejas que se enfrentan (en tenis, desde siempre se aceptó que al jugar dobles una pareja puede estar formada por dos hombres o por dos mujeres y, en los mixtos, hasta por un hombre y una mujer contra otra pareja igual.  

Todavía no se ven dobles de tenis de hombres contra mujeres u otras variantes de género, al menos explícitamente, aunque en esta era posmoderna se viene reconociendo un cambio de paradigma que amplía la lógica dialéctica, que excluía un tercer elemento (el Tercero Excluido) con la Lógica Triádica, que lo incluye y considera un tercer elemento, intermediario en las relaciones. Pero ya se sabe ahora abiertamente que en los Torneos Abiertos de Tenis hay el tercer género, jugadores homosexuales y jugadoras lesbianas y hasta casos singulares de jugadores o jugadoras que cambiaron de sexo y tuvieron que cambiar del circuito masculino al femenino o viceversa. 

Como pueden ver, el tenis es un deporte tan complejo como la vida misma...Pero en esencia se trata de rivalidad amistosa, heredera del fair play de sus inventores ingleses y que, dice la leyenda, unas damas de esa nacionalidad que se aburrían en la entonces colonia del imperio inglés, India, pidieron al Mayor Wingfield que inventara algo para divertirse y, seguramente aburrido también él, se le ocurrió tomar ideas de juegos anteriores y así nacía el tenis moderno. Otra leyenda cuenta que en realidad los inventores fueron un inglés (el Mayor Gem) y un español (Perera) avecindado en Inglaterra. Ambos idearon, concediendo Gem la primacía a Perera, un juego más sencillo, para jugar al aire libre, cuyo primer partido se celebró en el jardín de la casa de Perera, en 1859 y al que llamaron 'Pelota'.

Wingfield, por su parte, realizó la primera demostración pública de su juego en 1869 y puso sus equipaciones a la venta en 1874. Lo llamó 'spairsthiké', para distinguirlo del 'lawn tennis' de Gem y Perera, aunque con el tiempo ambos juegos se unificaran, o más bien se olvidara la invención del inglés y el español, quedándose Wingfield con todo el beneficio ya que como buen inglés fue el primero que lo comercializó.

Pero así como Estados Unidos ha ido reemplazando a los ingleses en la economía mundial, fue un americano quien en la década de los años sesenta profesionalizó varios deportes (¨profesionalizar¨ la industria del deporte, le decían entonces), entre ellos el football americano al crear en 1959 la AFL, American Football League, junto con otros siete socios a quienes les decían ¨los ocho tontos¨ (porque los listos no le veían futuro económico) liga que luego se fusionó en 1966 con la actual NFL. Luego Lamar también empezó a profesionalizar el tenis al dar origen a la World Tennis Championship en 1968, mientras sus hermanos mayores se dedicaban a acaparar plata para intentar controlar el mercado mundial del meta precioso, en lo cual fracasaron.

No hay historia más interesante e instructiva que la de la economía capitalista. Podemos recordar aquí a esos hermanos multimillonarios del petróleo Nelson Hunt y Herbert Hunt, que en 1979 intentaron acaparar el mercado de la plata y como resultado, el precio  se elevó de 6 dólares hasta alcanzar casi los 50 dólares por onza. Se estima que los hermanos acapararon la tercera parte de todo el suministro mundial de plata pero lo perdieron todo cuando en 1980, el COMEX (Commodity Exchange) aumentó los requisitos de margen establecidos para la compra de futuros sobre materias primas, incluidos los de plata, haciendo caer los precios y los Hunt quedaron arruinados. No todos, porque el hermano menor de éstos, Lamar, el ¨tontito¨ de la familia, seguía acaparando millones de dólares dedicándose a hacer negocios con sus deportes, especialmente el tenis.

Me alejo un poco pero no mucho, como verán, del tema pero nada más recordemos el famosísimo encuentro entre la campeona Billie Jean King, de 29 años de edad, contra el viejo macho Bobby Riggs, de 55 años, quien la retó y perdió. A propósito, se estrenará la película del mismo nombre el próximo 3 de noviembre. La batalla de los sexos cuenta el partido de tenis celebrado en 1973 entre estos dos grandes tenistas, la número 1 de la clasificación femenina de tenis de 29 años, Billie Jean King (Emma Stone), y el que es uno de los mejores tenistas de la historia, Bobby Riggs (Steve Carell), de 55. Este fue un encuentro que se convirtió en uno de los partidos deportivos televisados con más espectadores de todos los tiempos. Además de la importancia del mismo, este partido desencadenó muchos debates sobre la igualdad de género y el movimiento feminista. Y no sería hasta 1981 que salió en las noticias el escandaloso litigio de Billie Jean que vivía con otra mujer.

Pero ya me estoy metiendo en honduras...mejor vean la película y repasen el capítulo de la historia económica de los Hermanos Hunt. No se van a aburrir, a pesar del irónico consejo que daba Oscar Wilde (también famoso por el litigio que le provocó su homosexualidad con el hijo del Marqués de Queensberry, creador de las reglas del boxeo, quien lo llevó a la cárcel), quien en su obra de teatro “La Importancia de llamarse Ernesto”, hacía decir a la institutriz la Señorita Prism, a su pupila: ¨Cecilia, hazme el favor de estudiar tu lección de Economía Política durante mi ausencia. El capítulo sobre la baja de la rupia puedes saltártelo. Es demasiado sensacional.  Hasta esos problemas monetarios tienen su lado melodramático¨. No hagan caso, la historia económica es sensacional y la del tenis también, con todo y sus interrelaciones financieras, deportivas y eróticas. Como la vida misma...

Mientras los ¨vivos¨ hermanos Nelson y Herbert Hunt caían en la desgracia financiera, el tenis como deporte y como negocio despegaba internacionalmente a la par de la globalización. La generación nacida en la década de los años ochenta del pasado siglo entrenaba en las canchas de tenis, impulsada por padres con algún hijo o hija con talento. No todos sobresalieron, pero la familia Williams se sacó dos veces la lotería, una con Venus y luego con Serena. 

Las Fabulosas Hermanas Williams, Serena y Venus, son famosas y hay muchos libros sobre ellas y todos sus triunfos y tribulaciones. Venus, pese al declive físico al diagnosticársele en 2011 el síndrome de Sjögren, que le causa fatiga y castiga su musculatura (y a una traumática experiencia vital este año cuando por accidente, del que fue exonerada, atropelló a un anciano), la más veterana del circuito (37), ha regresado a la pelea. 

La lógica tradicional aconsejaría dejar una carrera que entonces ya estaba triunfalmente hecha, ya laureadísima, pero en pocas palabras la veterana Venus decidió seguir adelante y hoy anda ya en el quinto puesto de la clasificación mundial y esta semana venció a la número dos del mundo, Muguruza, en la COPA DE MAESTRAS 2017 en Singapur, resistiendo ejemplarmente el empuje de la nueva generación más de 20 años después de su debut.

Es un mito en activo, la mayor (37) y nadie, absolutamente nadie, ni siquiera Roger Federer (71), ha disputado tantos grandes torneos como ella (76). Debutó en el circuito profesional hace 23 años (1994), jugó su primer Grand Slam hace 20 (Roland Garros 1997) y alcanzó por primera vez el número uno hace 15 (2002). 

Pero volvamos a las tremendas Hermanas Williams. Representan uno de los casos más extraordinarios en la historia del tenis. Además de sus legendarias rivalidades con destacadas tenistas del momento, ellas mismas han sostenido una amistosa rivalidad en el curso de sus carreras y han ganado muchos títulos de dobles jugando juntas.  En lo individual, al principio Venus le ganaba fácilmente a Serena pero pronto se fue imponiendo ésta última y pronto estaba a la par y luego, después de la enfermedad de su hermana y por el propio impulso de gran campeona que traía, Serena recogió la estafeta y aunque Venus regresó a competir con las primeras del mundo no pudo superar a Serena, quien ha dominado la escena internacional del tenis femenino con facilidad...hasta que su embarazo la obligó el año pasado al retiro...temporal, amenaza.

Esta otra gran veterana, la hermana menor, Serena, pero sólo por un año (36) dio a luz -como ella misma dijo- con complicaciones el 13 de septiembre a una niñita que seguramente con sus llantos le habrá quitado la serenidad (méchant baby, malvada bebé, exageraba el poeta Mallarmé -como lo hacen de oficio todos los poetas- al soportar los lamentos de su infante -que significa el que no puede hablar- como se define a los humanos de 0 a 5 años de edad-, que si hubiera podido hablar en ese momento le preguntaría por qué se le ocurrió traerla a este mundo tan cruel).

Este par de hermanas deportistas es un binomio del que se lleva mucho tiempo barruntando su caída pero mientras Serena se recupera, Venus retoma la estafeta y persiste, persiste a pesar de que las jóvenes progresan y presionan, pero no ven ninguna decadencia competitiva en ella. Venus nunca se da por vencida. En estos días alcanzó a llegar a las semifinales de la Copa de Maestras en Singapur y gane o pierda el campeonato, sin dua seguirá dando la pelea a las jóvenes que han disfrutado por alguna semana el puesto número uno que está esperando a que vuelva la madre Serena.

Porque Serena amenaza con regresar para el Abierto de Australia en 2018. Y Venus la está esperando…
(27OCT17)


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