El escenario se hace cada vez más complejo. La toma de decisiones demanda analizar más rápido y con suficiente profundidad. Para 2018 el escenario electoral será más apartidista, existirá mayor volatilidad y el resultado será más incierto, porque los votantes mexicanos se polarizan.
Alejandro Moreno Álvarez, especialista en estudios de opinión pública, expuso la forma como se ha modificado el comportamiento electoral y –de forma clara y sencilla- delineó la perspectiva de las elecciones del próximo año, al dictar una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
“Entre más se usan las redes sociales, más crece la polarización”, señaló Moreno al explicar que se presenta una politización digital. Se ha identificado que conforme se utiliza más la red social Facebook aumenta el interés en la política y se muestra más progresista la perspectiva del usuario.
En virtud de que el electorado será más volátil para 2018, se prevé –explicó- que la gente estará a la expectativa hasta el último minuto, para tomar su decisión con respecto a quién entregarle su voto. Por ello, el liderazgo político será determinante de la estabilidad.
En el análisis de los factores que influyen en la votación, Moreno Álvarez sostiene que ahora los partidos políticos apenas alcanzan niveles de confianza de un dígito, por lo que la ideología y el partidismo han reducido su peso al momento de la decisión electoral.
Lo que más se pondera para otorgar el voto es la aprobación, las evaluaciones del desempeño, los resultados económicos, así como las campañas de imagen y comunicación de los candidatos (yo añadiría de los gobiernos en turno), por lo que la percepción será un factor estratégico.
De esa forma, se comprende que las señales que ha enviado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para decidir por su candidato, se encaminen hacia un perfil no necesariamente partidista y que pueda acreditar resultados económicos; por ello, hasta este momento todo parece indicar que la estructura respaldará a José Antonio Meade Kuribreña, a quien han procurado crearle un perfil “ciudadano” o “apartidista”.
En la ecuación también jugará la percepción que se genere en la sociedad mexicana durante los siguientes meses, aunque la negociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, con Canadá y Estados Unidos, influirá –sin duda alguna- en la evaluación que se haga de la actual administración federal.
Por ello será de gran relevancia la forma de dirigir la comunicación institucional en el último tramo del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. La generación de los llamados Millennials –desde la perspectiva de Moreno Álvarez- es una generación promisoria, comprometida, más deseosa de la diversidad y de mayor integración, no solamente económica. Es una generación más consciente y más a favor de la equidad de género.
Es así que las condiciones de ese entorno tan complejo, pondrán a prueba la capacidad de la comunicación presidencial y de todas las estructuras políticas.
Quienes tengan la sensibilidad para comprender el nuevo entorno, darán pasos menos inseguros para obtener –o mantener- el poder el siguiente año.
PERCEPCIÓN
Inician las definiciones presupuestales para el Estado de México durante el siguiente año. Esperemos que el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo –tanto federal como local- respalden las necesidades crecientes de la UAEMéx y de todas las instituciones de Educación Superior.
