Dramas mexicanos: El del fiscal y el futbolístico en Querétaro

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Dramas mexicanos: El del fiscal y el futbolístico en Querétaro

Lunes, 07 Marzo 2022 00:55 Escrito por 
Diana Mancilla Álvarez Diana Mancilla Álvarez Sin Titubeos

Querétaro vistió de luto a México en el Estadio la Corregidora durante el encuentro con el Atlas. Desde esa hermosa ciudad, se mandó un mensaje de impunidad y de lo que son capaces de hacer quienes sean sin que pase nada. Pero vamos por partes.

Apenas el viernes se destapó un escándalo nacional por el posible tráfico de influencias en el que habría incurrido el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero. Ese día se filtraron conversaciones telefónicas que habría sostenido con su segundo de a bordo, Juan Ramos, en donde ambos desnudan el operativo para mantener en la cárcel a Alejandra Cuevas, sobrina política del fiscal.

En esos audios mencionan la supuesta oferta de un ministro de la Corte para hacer un proyecto a modo de las necesidades del fiscal y la entrega de un proyecto muy diferente. El enojo del fiscal es evidente y explícito su mensaje de que “buscarán” un ministro “amigo” para que les “ayude” en este caso.

Este escándalo deja al descubierto las posibles componendas entre dos instituciones vitales para la vida democrática de la nación, ensuciadas ambas por los afanes de venganza del fiscal del presidente, que presume de ser el menos corrupto en la historia del país.

Apenas nos reponíamos de la impresión, cuando el tema de Querétaro, inadmisible y vergonzoso lo que hemos visto en las redes sociales, desvió la atención de la sociedad. Ya no era el fiscal, eran las imágenes de la barbarie, de la sinrazón.

Y si llegó a suceder se debe a que la impunidad en México ha alcanzado niveles inexplicables, que nos acercan a un estado de indefensión tal, que ya no es seguro andar en las calles, y no me refiero sólo al hecho de que hace dos años soltaron al hijo de El Chapo Guzmán y ahora se ha convertido en uno de los criminales más buscados por los Estados Unidos.

Tampoco me refiero a los múltiples homicidios sucedidos en Tamaulipas, Zacatecas o Michoacán, finalmente son pleitos entre grupos delictivos que saben perfectamente a lo que se exponen en ese negocio.

Me refiero a que el mexicano común no puede salir con su familia a disfrutar de un parque, o de un espectáculo como el futbol, el deporte más practicado en el país, sin el miedo de que pueda suceder algo como lo que pasó en el Estadio Corregidora.

El brote de violencia comenzó sobre la cabecera visitante debido a que las barras de los equipos comenzaron a hacerse de palabras. Dicen los espectadores en el estadio, que ni era tanta gente, que si hubieran mandado gendarmes todo hubiera quedado allí, pero inexplicablemente no había seguridad en el estadio, sólo pocos privados, quienes fueron los que abrieron las puertas a los de la porra local para ir contra la porra del Atlas.

Los de Querétaro le dieron la vuelta a todo el estadio para golpear a los visitantes y allí las cosas se salieron de control.

Al minuto 61 los aficionados con sus familias presionaban para escapar de la reyerta y no les quedó de otra que ingresar a la cancha. Claro, iba la vida de por medio.

El reporte oficial es que no hubo muertos, ahora la autoridad tiene la obligación de presentar a todos los heridos que señalaron, no vayan a salir ahora con que se desaparecieron. Los cuerpos inertes, tirados en el suelo, desangrándose, son evidencia de que no fueron anónimos.

Aquí surgen algunas preguntas: la más elemental ¿por qué no había seguridad en el estadio? ¿Por qué los pocos policías presentes apoyaron a los barristas locales en lugar de detener la masacre? ¿Por qué los gobernadores de Querétaro y Jalisco no se refirieron a los muertos y sólo hablaron de heridos? ¿Por qué tardaron tanto tiempo en dar la cara? ¿Por qué no dieron nombres y adónde fueron llevados los heridos? ¿Por qué la tibieza de la Federación Mexicana de Futbol? ¿Querétaro debe ser desafiliado? ¿Por qué tardaron tanto en llegar los elementos de seguridad? ¿Qué harán con los policías que también le entraron a la golpiza? ¿Renunciarán el alcalde y el gobernador de Querétaro, por su evidente incapacidad?

Y así podemos seguir con decenas de preguntas que seguramente no tendrán respuesta, como tampoco la tendrá la vergonzosa exhibición del fiscal general de la República. Pero la pregunta final es: ¿Qué hará el presidente Andrés Manuel López Obrador en ambos casos?


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