El amor ciego y el amor a primera vista

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El amor ciego y el amor a primera vista

Jueves, 13 Octubre 2022 09:00 Escrito por 
Marcela Hernández Montiel Marcela Hernández Montiel Visión Holística

El amor, la pasión, la atracción, el deseo y el romanticismo son distintas fases de la relación entre dos personas donde se genera un vínculo afectivo, físico o de pareja, especial.

¿El amor es ciego? ¿Qué efectos produce el enamoramiento en el cerebro y en el organismo?

Hay múltiples teorías sobre el amor y he leído e investigado sobre este tema en los últimos años. Voy a presentarte mi visión, pero basándome en expertos y escritores que han plasmado sus ideas sobre el asunto. 

¿EXISTE EL AMOR A PRIMERA VISTA?

Todos hemos oído hablar sobre el amor a primera vista, bien porque nos ha sucedido o porque conocemos a alguien que lo ha experimentado.

Se trata de un instante donde surge una atracción hacia otra persona y en segundos o minutos notamos que eso puede derivar en algo más grande, sólido, pasional e importante para nuestra vida. Se crea una conexión fuerte hacia la otra persona. El amor a primera vista es un amor donde el componente físico tiene gran importancia. Esto es la causa por la que según los estudios se da más en los hombres que en mujeres. Puede deberse a que ellos suelen ser más visuales. No olvidemos que hablamos de amor a primera vista, y que la mirada es clave. Hemos escuchado muchas veces que en general el hombre se enamora más por la vista y la mujer por el oído.

Otro dato importante que aportan los investigadores sobre este asunto es que a diferencia de lo que puede pensarse, esto suele ser un flechazo que únicamente siente uno de los dos. El famoso amor a primera vista tiene mucho de vista, de mirada, de atracción, de deseo y de pasión, pero poco de amor. El amor requiere conocer a la otra persona y crear un vínculo que, por supuesto, no existe en ese primer instante. 

¿De dónde surge entonces ese amor a primera vista?

Dejando el tema físico aparte, la clave se encuentra en la infancia y juventud. Es decir, desde que somos pequeños, hacemos un mapa del amor, una lista consciente e inconsciente de lo que buscamos en una pareja, que junto con la Atracción que surge en ese momento, activa el circuito del amor romántico. Hay pocos casos que han salido bien tras ese chispazo inicial tan fuerte, pero tengo unos amigos que comenzaron su maravillosa historia de esta manera, y, por lo tanto, no puedo decir que definitivamente sea imposible. Eso sí, las parejas que conozco que han empezado con un amor a primera vista, también han requerido trabajo, esfuerzo y dedicación para que su relación funcionara. Han atravesado situaciones complicadas y delicadas y han tenido que emplear muchas herramientas para fortalecer su matrimonio.

¿EL AMOR ES CIEGO?

“El amor cuando llega puede ser muy ciego, pero cuando se va, es muy lúcido ".

¿Qué hay detrás de esta frase? Cuando uno se enamora, suceden cambios muy interesantes en el cerebro, uno de ellos y para mí, una de las claves es que la corteza prefrontal, el área encargada de la concentración, de la atención, de la planificación y de la capacidad de juicio se apaga. “Ha perdido la cabeza “, dicen. Cuesta más discernir sobre lo que nos conviene y resulta complicado apreciar y analizar los posibles riesgos de la relación. La amígdala, la zona encargada del miedo, también pierde su fuerza y el estado de alerta disminuye. Es decir, uno percibe de forma menos intensa los peligros. Uno hace casi cualquier cosa cuando se enamora. Por eso, cuando nos enamoramos, pasamos por alto cosas como, "tiene veinte años más, o menos que yo, vive en otro país, está casada o casado, está atravesando un divorcio complicado, no tiene trabajo, vive con su madre en casa", o cosas que para ti son fundamentales, las aparta de tu mente y sólo te focalizas en lo que te gusta: “qué divertido, o divertida, qué cariñoso, qué interesante".

 Esto es esencial. Ese momento de chispazo, de atracción o de enamoramiento dura en promedio 17 meses, los expertos en el amor, recomiendan dejar que la relación repose y se asiente durante el primer año y medio para poder decidir. No te cases ni te vayas a vivir con alguien tras conocerle. Espera. Deja que tu corteza prefrontal vuelva a funcionar de modo correcto y podrás decidir de forma mucho más precisa y acertada sobre qué pasos dar en tú relación. 

 Ya hemos visto que los amores a primera vista aceleran las etapas de una relación. La gente muy pasional tiende a embarcarse en decisiones rápidas. Yo suelo recomendar ser prudentes y no quemar etapas en los inicios de una pareja, ya que en ocasiones nos puede jugar una mala pasada. Acelerar es irse a vivir juntos al poco de conocerse, adelantar una boda, mantener relaciones sexuales cuando uno no está seguro de dar ese paso.

 No olvidemos que hacer una buena elección de pareja está muy vinculado con la madurez que uno tiene. Y una característica propia de una persona madura es usar los tiempos vitales de forma correcta. Un consejo: ante la duda, vete despacio. La pasión, la chispa y el enamoramiento se asocian a veces a decisiones sin cabeza, a impulsos poco racionales y a sentimientos desbordantes. Esta corteza prefrontal desactivada, nos impide analizar la situación. Tras bajar el enamoramiento, a veces, uno descubre que había mucho de deseo y de atracción, pero poco de Amor y de complicidad de la buena para mantener una pareja y convivir de forma sana. Y cuando desaparece esa fase tan química, nos damos cuenta que en ocasiones los valores y lo que unía al idilio no era tan sólido como suponíamos.

 Al recordar los inicios de un romance, uno puede percatarse posteriormente que se precipitó porque la atracción física era demasiado intensa, porque uno intentaba olvidar a otra persona, o incluso porque existía el miedo a quedarse solo. Cuando vamos demasiado rápido, la mente lo vive casi como un proceso obsesivo, ya que uno no puede dejar de pensar en la otra persona en ningún momento. 

El principio de las relaciones requiere paciencia y prudencia. En un mundo donde vivimos acelerados, a base de gratificaciones inmediatas y adictos a experiencias emocionales, ir despacio es un ejercicio a contracorriente, pero muy necesario. Así lo indican diferentes expertos en el “slow movement" o movimiento lento en español, quienes no excluyen el tema del amor. "Slow love". Defienden que no sólo hay que hacer las cosas más despacio, sino aprender a vivir de manera más reflexiva, evitando el estrés y el aturdimiento emocional y disfrutando de los pequeños detalles. Saboreando las primeras fases de esos momentos tan especiales.

Si gustas más información o agendar una consulta puedes hacerlo a través de mis redes sociales o directamente en mi página web donde cuento con un equipo de personas especializadas para atenderte.

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Terapeuta Holística/Investigadora/Escritora/Psicología /Neurociencias/Armonización Cuántica y Reprogramación/ Terapia emocional y de pareja /Mindfulness/Espiritualidad/ Limpieza de magias, corte de vínculos álmicos e integración de vidas pasadas /Limpiezas, chequeo y equilibrado energético /Terapeuta Animal (Esencias florales de Bach, Elíxires Chamánicos y otras) /Fitoterapia, Péndulo y Radiestesia /Tarot /Gemas y cristales.

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Marcela Hernández Montiel

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