Los últimos años hemos podido ver en las exigencias de las mujeres, jóvenes, sobre todo, la necesidad de que las policías tengan la capacitación suficiente para atender a las mujeres y niñas que sufren de algún tipo de violencia, el movimiento feminista en las consignas exige la urgente necesidad de atender a las mujeres de forma correcta y acercarlas a la justicia pronta y expedita.
Hoy en día, a pesar de los esfuerzos, los primeros respondientes a la violencia contra las mujeres siguen sin recibir la capacitación suficiente para que puedan atender de forma correcta a las mujeres. Y es que en medio de la discusión y aprobación de la inclusión de las fuerzas armadas en las actividades de seguridad pública, no podemos dejar de lado la necesidad de todas las autoridades locales y de tener un ejercicio amplio y profundo de capacitación en materia de género y atención a las violencias, las mujeres hemos dejado de confiar en las policías y según algunas encuestas la confianza en las autoridades sigue cayendo y es que como esto no va a ser posible si seguimos con autoridades sin interés pero sobre todo sin capacitación.
Hace unos meses, al inicio de las administraciones locales escuchamos a muchos presidentes municipales con discursos para atender a las mujeres en sus municipios y después de los días pasados podemos ver que muchos de estos discursos quedaron en eso; sin embargo, hay otros que desde el día uno no consideraron a las mujeres y así siguen, aunque digan que en sus municipios se vive mejor, las mujeres y las niñas siguen enfrentándose a personal municipal que no ha recibido ninguna capacitación y son estos quienes las llegan a atender con preguntas que revictimizan y abandonan a mujeres y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad.
Nosotras las mujeres que exigimos autoridades responsables, desde los más altos niveles hasta el policía que llega a tu casa a atender una emergencia, seguiremos alzando la voz para que se invierta en capacitación, profesionalización y en esquemas que sensibilicen a nuestras policías, porque aunque existan las policías de género y las fiscalías especializadas, de nada nos servirán si seguimos con primeros respondientes indolentes que abandonan a las víctimas en situaciones de riesgo, porque, asumen que no les toca cuidar a las mujeres, porque esta es la principal razón de la consigna de las marchas, de “la policía no me cuida, me cuidan mis amigas”.
Ante autoridades que contestan esto no me toca y como quiere que yo la ayude, las redes de mujeres se fortalecen, responden y seguramente ante la inacción seguirán marchando y gritando por una justicia que no llega, que se ve lejos y que cada día mata a muchas de nosotras, corta nuestra libertad y nos deja solas ante la agresión de machos que siguen sin entender que las mujeres nos queremos libres y sin miedo.
Tw. @yuri_cast
