Creado hace 35 años, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) es el organismo internacional que se dedica a analizar, discutir, evaluar y difundir, con base en información científica disponible, aspectos relevantes sobre el cambio climático y sus efectos. Bajo el auspicio de la ONU y la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), después de los primeros diez años de investigación, en su Tercer Informe de Evaluación, publicado en 2001, se determinó que a la comunidad mundial nos urge establecer acuerdos, estrategias, políticas y objetivos bien definidos para adaptarnos a las nuevas condiciones climáticas y mitigar sus efectos.
Ya pasaron 22 años. El riesgo de experimentar eventos extremos de temperatura y lluvia es cada vez más constante e irreversible. Sus efectos se incrementan y son cada vez más inocultables. ¿Qué vamos a hacer ante un fenómeno que ya no podemos revertir y lo más que podemos hacer es controlarlo y evitar que se incremente? Si las acciones emprendidas hasta hoy han sido insuficientes y nulas en la mayoría de las naciones, necesitamos hacer de otra forma las cosas. Eso está claro. ¿Cómo?
En México, durante la primera quincena de junio de 2023, 14 Estados de la República experimentaron temperaturas entre 40 y 45 grados. La CDMX, cuyo promedio de temperatura en junio es de 25 grados, ha registrado hasta 33 en esta semana y una sensación térmica superior a 45 grados, según datos del Servicio Meteorológico Nacional. El uso de bloqueadores, parasoles; el aire acondicionado, ventiladores, duchas nocturnas, entre otras, son sólo paliativos.
Además, las olas de calor traen consigo afectaciones a la salud y a la producción agropecuaria; las sequías y la escasez de agua se agudizan; se incrementan las muertes por deshidratación y por enfermedades intestinales; de la afectación a flora y fauna silvestre no se diga. En fin. En un artículo publicado el día de ayer en la Gaceta de la UNAM, el investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, Francisco Estrada Porrua, indicó que el riesgo de eventos extremos de temperatura y precipitaciones se han incrementado en algunos lugares del planeta, hasta por cinco y por tres veces, respectivamente. Y eso ya no se va a detener, porque revertir la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) no es posible y su permanencia en la atmósfera, hasta hoy, no ha sido posible reducirla, por lo tanto, las únicas acciones de respuesta a estos fenómenos deben ser de largo plazo y deberán ser radicales, en torno a nuestras costumbres y hábitos. https://www.gaceta.unam.mx/wp-content/uploads/2023/06/230615.pdf
Imaginar que se disponga de una cantidad de agua por día y por familia; que el uso del automóvil se reduzca considerablemente; que la generación de basura esté limitada y su excedente sea causante de altos impuestos; la restricción de ciertos hábitos de higiene y consumo de productos específicos sean prohibidos; que la industria se limite a una producción tope; que la contaminación de canales, ríos y lagunas sea delito grave y causante de expropiación y cancelación de Licencias de Funcionamiento y concesiones; la prohibición de plásticos y otros derivados de combustibles fósiles. Parece el apocalipsis, pero son las medidas a las que tenemos que llegar, si no regulamos de verdad la convivencia y el consumo humano hoy.
¿Por dónde podemos empezar? Por donde nos lo habían enseñado nuestros antecesores ya no es fundamental, es decir, antes de llegar al hogar, a las aulas escolares y a la plaza pública, existe una antesala omnímoda y omnipresente llamada redes sociodigitales. Es ahí, navegando por internet y dentro de los dispositivos electrónicos donde está la vida y personalidad de la mayoría de la población, nos guste o no. Hoy las políticas públicas y las estrategias para mover las voluntades que nos permitan proponer nuevos enfoques para la vida social y democrática deben penetrar ahí, si no, desafortunadamente. pasarán desapercibidas, como hasta ahora.
¿Qué pasa cuando la marca de la manzanita lanza un nuevo dispositivo a nivel mundial? ¿Cómo se enteran las personas que hacen fila 24 horas antes de que salgan al mercado y son capaces de golpearse por alcanzar a comprar un teléfono que, un año más tarde, será sustituido por otro más caro y más moderno? ¿Cuál es la diferencia entre el dispositivo telefónico inventado hace 150 años por Alexander Graham Bell y uno con cuatro cámaras y 120 Gigabytes de memoria? Pregúntele a Shakira y su nueva canción reproducida millones de veces en tan solo 24 horas. Cuando una política pública compita, aunque sea un poquito con la manzanita y con Shakira, entonces habrá esperanza. Esto es también protección civil. ¡Que su semana sea de éxito!
Hugo Antonio Espinosa
Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,
Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.
Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX
