Licencia para matar

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Publicado en Opinión

Licencia para matar

Lunes, 03 Julio 2023 00:45 Escrito por 
Carlos García Carlos García El socavón

Sin lugar a dudas, este gobierno morenista pasará a la historia como el más sangriento debido a la inacción que ha tenido desde que inició el primero de diciembre de 2018, dejando que el crimen organizado en todas sus modalidades siga avanzando en más de 25 estados de nuestro cada día más vapuleado país, tomando más municipios y creciendo a sus anchas y todo, gracias a la “estrategia” de abrazos y no balazos que lleva a cabo el mandatario Andrés Manuel López Obrador.

La “estrategia” ramplona de López Obrador, ha fracasado rotundamente, sin embargo, está empecinado en hacerse la víctima y se la ha pasado repartiendo culpas todos los días, cómoda y cínicamente, desde su búnker de Palacio Nacional a los regímenes de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto.

Es inconcebible que el tabasqueño, a cuatro años y medio de gobierno, no tenga el talante y el valor para asumir su responsabilidad y deje de culpar a los anteriores regímenes que ya concluyeron y siga haciéndose el inocente de estos reprobables y ensangrentados sucesos que lo marcarán para siempre en la historia mexicana como el presidente que le abrió las puertas al crimen organizado, al que dejó sentar sus reales y desplazarse a su antojo por toda la república mexicana y tengan licencia para matar a quien les venga en gana.

Es preciso recordar que López Obrador protestó el primero de diciembre de 2018, en su toma de protesta, juró guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen y que si no lo hiciere, que la nación se lo demande y es lo que le sucederá en corto tiempo.

Los crímenes no paran, el jueves pasado nuestro vapuleado país se volvió a ensangrentar y enlutó a más familias debido al artero asesinato de Hipólito Mora Chávez, exlíder y fundador de las autollamadas autodefensas de Tierra Caliente, Michoacán, realizado en su comunidad La Ruana, Michoacán. De inicio, su casa fue baleada por un comando fuertemente armado, para posteriormente emboscarlo y asesinarlo brutal y arteramente, en compañía de sus tres escoltas, el comando portaba armas de grueso calibre, hubo mil cartuchos percutidos en la zona del crimen.

Hipólito Mora iba a bordo de una camioneta blindada que de todos modos no pudo resistir el inmisericorde ataque de las armas disparadas por elementos de dicho comando, que fueron ak-47, también llamadas cuernos de chivo; rifles 223 tipo AR-15 y G3 que utiliza el Ejército Mexicano.

Es preciso refrescarle la memoria al inquilino de Palacio y señalarle que hasta hoy, en sus cuatro años y medio de administración han sido asesinadas más de 159 mil personas a manos del crimen organizado en todas sus modalidades en nuestro vapuleado México (cifra récord de todos los regímenes anteriores), superando y por mucho a las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto. Con el panista los crímenes ascendieron a 80 mil 686 personas; mientras que con el priísta sumaron 102 mil 594 personas.

Los argumentos y pretextos que sigue utilizando el tabasqueño en sus nefastas conferencias millonarias cotidianas son banales de “echar culpas”; recordemos que él como opositor siempre criticó acremente a los regímenes en turno, argumentando que su gobierno sería de primer nivel con cero crímenes, con crecimiento económico anual del 5%; que iba a regresar al Ejército a sus cuarteles y un sinfín de promesas y habladurías que solamente han quedado en eso, porque hasta hoy, no ha cumplido nada.

Respecto a los feminicidios, la cifra es aterradora, 17 mil 500 mujeres asesinadas en 54 meses y 42 mil 50 personas han desaparecido sin saber nada de su paradero.

Otro dato real y no los “otros datos” de Amlo, son los cinco estados más violentos en cuanto a homicidios dolosos: encabeza la lista Guanajuato, luego el Estado de México, Baja California, Michoacán y Nuevo León.

México ocupa el tercer lugar a nivel mundial con mayor fuerza policiaca y el décimo en número de habitantes con 128 millones de habitantes, superado únicamente por India y Estados Unidos, que tienen mil 426 millones de habitantes, siendo el segundo más poblado, después de China que rebasa los mil 500 millones; mientras que Estados Unidos es el tercero con 340 millones de ciudadanos.

Sin embargo, a pesar de tener un despliegue importante de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina y de la Guardia Nacional, no han podido disminuir los delitos de alto impacto social y, por el contrario, se han incrementado los casos de abusos y violencia policiaca a pesar del elevado presupuesto destinado a estos delitos.

En el rubro de ciudades más peligrosas del orbe, México tiene ¡17 de las primeras 50!, (vergonzoso e indignante); mientras que Brasil registra 10 y Estados Unidos siete; Colombia seis, Sudáfrica cuatro y Honduras dos.

Respecto al narcotráfico a nivel mundial, nuestra nación ocupa el deshonroso cuarto lugar, con siete grandes cárteles y 13 grupos delictivos; solamente debajo de la República Democrática del Congo, de Colombia y de Myanmar, de acuerdo al Índice Global en Delincuencia Organizada.

En contraste, las ocho naciones más seguras son: Islandia, Nueva Zelanda, Irlanda, Dinamarca, Austria, Portugal, Eslovenia y Chequia.

En materia de seguridad, el gobierno morenista de López Obrador está reprobado, pues será el régimen con mayor número de muertos a manos del crimen organizado. Pero ¿a quién le echará la culpa Amlo de los más de 700 mil muertos por Covid entre 2020 y principios de 2023? Es una de las cifras más elevadas del planeta.

De igual manera, El crecimiento económico estimado en todo el sexenio del gobierno de López Obrador será aproximadamente del 0.8%; en 2018, se decreció el 0.5% mientras que el PIB se desplomó el 8.5% en los años 2020 y 2021, dos años ligados con números rojos para la economía mexicana desde que inició el siglo XXI.

Recordemos que Amlo aseguró el 13 de marzo de 2019 que al eliminar la corrupción (por el contrario, ha crecido a pasos gigantes), promovería el desarrollo y aseguraba la mezcla de la inversión pública y privada, tanto nacional como extranjera, la meta era alcanzar un crecimiento del 4% en la economía mexicana que significaría lo doble de lo registrado en tres décadas del periodo neoliberal. Situación que no ocurrió ni ocurrirá. También ha sido un rotundo fracaso de López Obrador, que seguramente en los próximos días les echará la culpa también a Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

En esa misma fecha, (el 13 de marzo de 2019) recordó el tabasqueño que a lo largo de 50 años (que realmente fueron 30, de la década de los 40 a 1970) el país alcanzó entre el 5 y 6 por ciento de crecimiento, gracias a las políticas del llamado desarrollo estabilizador, donde incluso no se registró inflación ni devaluación del peso.

Proseguía con su letanía de agresiones verbales en contra de los gobiernos neoliberales: “llegan estos sabiondos con sus fórmulas aprendidas u ordenadas desde el extranjero, cambia la política económica, empiezan a transferir bienes de la nación a particulares y el crecimiento en 36 años dos por ciento, por cierto, un rotundo fracaso, porque si descontamos el aumento en la población en estos 36 años, el resultado es prácticamente cero crecimiento económico.

También explicaba a los representantes de los medios de comunicación que la corrupción inhibe el crecimiento y que neoliberales no consideraban esta variable, por lo que la decepcionante y autollamada cuarta transformación promovería el desarrollo para crecer al 4% anual. ¿En dónde quedó ese crecimiento prometido?, ya son cuatro años y medio de mentiras, de charlatanerías, de engaños del tabasqueño, el llamado Rey del Cash, título del libro de la periodista a Elena Chávez y también es el Rey de las Mentiras, no tiene par.

Este sexenio es fallido, el sábado pasado volvió a llenar la plancha del Zócalo capitalino de acarreados para festejar su triunfo de hace cinco años, llegaron camiones repletos de ciudadanos a los que maicea y tiene controlados, que no los dejan pensar y a los que tienen amenazados con quitarles las dádivas provenientes de nuestros impuestos, pero que aseguran —ellos mismos— que el mismo presidente les deposita en sus respectivas cuentas.

Y así puedo detallar rubro por rubro de cada asignatura que López Obrador ha reprobado, para muestra un botón: el multimillonario presupuesto del incómodo Aeropuerto no Internacional Felipe Ángeles, que opera al 15 por ciento de su capacidad desde que fue inaugurado hace más de un año; La Refinería Dos Bocas que no refina ni un solo barril de petróleo y que también fue hace un año abierta. El presupuesto inicial era de 8 mil millones de dólares, van 16 mdd (el doble) y aún no lo termina la simuladora de Rocío Nahle, secretaria florera de Energía. El Tren Maya, que ha sido objeto de críticas por ambientalistas porque no cumple las normas ni los parámetros establecidos. Y un sinfín de pendientes y violaciones a nuestra Carta Magna por parte del jefe del Ejecutivo y ahora de sus seis corcholatas que no cubren las expectativas que tenía proyectadas el tabasqueño, ni la nada empática y repetidora hasta de su tono de voz, la consentida de su profesor Claudia Sheinbaum Pardo, levanta vuelo en sus desangeladas giras de trabajo.
Las seis corcholatas Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández han resultado un fiasco.

MÉXICO RETROCEDE EN COMBATE A LA CORRUPCIÓN

Por cuarto año consecutivo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador descendió en los indicadores para combatir la corrupción, al obtener 3.87 de una máxima de 10 puntos, ubicándonos en el lugar 12 de 15 naciones de América Latina, de acuerdo a un estudio realizado por las empresas Américas Society/Council of the Americas y Control Risks. ¡Vergonzoso!

Son 14 indicadores los que constituyen el CCC que abarca a 15 países de Latinoamérica, que conjuntamente representan el 96 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.

Uruguay ocupa el primer lugar con una puntuación de 6.99 (realmente baja), seguido de Costa Rica, Chile, Perú y República Dominicana. Únicamente Guatemala, Bolivia y Venezuela están por debajo de nuestro país.

En dicho estudio, en los países con puntuación más elevada existen más probabilidades de que los actores políticos sean enjuiciados y sancionados; mientras que los de menor puntuación, presentan una situación de impunidad continua, como nuestra nación.

Es preciso mencionar que los 14 indicadores se agrupan en tres categorías: Capacidad Legal, Democracia e Instituciones Políticas y Sociedad Civil y Medios de Comunicación. También son considerados otros factores como la independencia de las instituciones judiciales, la fuerza del periodismo de investigación y la cantidad de recursos disponibles para combatir la delincuencia llamada de “cuello blanco”.

En dicho reporte se indica que solamente México y Guatemala son las únicas naciones que han descendido cada año. De igual manera, se señala que la tasa de violencia contra periodistas en nuestro vapuleado país es la más elevada del mundo fuera de Ucrania. Y cuestiona el espionaje con Pegasus.

Hace hincapié: “surgieron nuevas acusaciones sobre el uso del software espía Pegasus en contra de periodistas, activistas y el subsecretario de Derechos Humanos de México”.

México se ubica por debajo del índice del promedio regional en la categoría de capacidad legal y tuvo un retroceso interanual de 14% en la variable que evalúa a los organismos anticorrupción.
Además, sobresale que Andrés Manuel López Obrador “ha seguido criticando a organismos independientes como el INE, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI)”.

Como podemos apreciar, estas bajas calificaciones son otro duro revés al gobierno morenista de Amlo que no ha podido demostrar eficiencia, pulcritud en las finanzas públicas ni honestidad en las distintas secretarías de despacho, ha sido un régimen mentiroso, corrupto, que deja mucho que desear en su accionar. ¡Vergonzoso e indignante!

Desafortunadamente, los que más crímenes tendrán en la historia de nuestro vapuleado país, debido a que van más asesinatos ocurridos desde esta, la mal autollamada cuarta transformación.

Desde febrero de 2013, Hipólito Mora levantó y encabezó las autodefensas en la Tierra Caliente de Michoacán, de los habitantes de Buenavista, Tomatlán, para defenderse de los Caballeros Templarios, el grupo criminal que controlaba la zona y extorsionaba a empresarios aguacateros y ganaderos.

Por supuesto que ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno en ese año, los apoyaron para defenderlos de extorsiones, de cobro de piso, del control de los productos básicos que agandallaban “los Caballeros Templarios”. Hoy “los Viagras” controlan la zona, igual que sus antecesores hace una década.

Hace diez días, Hipólito Mora hizo la misma petición al gobierno estatal de Michoacán morenista que mal encabeza Alfredo Ramírez Bedolla, que los apoyaran porque dicho grupo criminal lo había amenazado con asesinarlo y lo cumplieron.

Después del crimen de Hipólito Mora, el inepto gobernador michoacano envío a la Guardia Nacional para proteger a los habitantes de La Ruana, ¿ya para qué?


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Carlos García

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