A pocos días de iniciar un nuevo periodo legislativo en la Cámara de Diputados y ante un contexto tan complejo en la vida de nuestro país con un verdadero desastre en sectores fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad como lo son: seguridad, salud, economía y educación, resultado de decisiones irresponsables de quienes ostentan el poder sin tener claras las prioridades, las y los Diputados y Senadores de oposición tenemos una gran responsabilidad con las familias mexicanas, inspirados en el compromiso, la responsabilidad y la conciencia, debemos seguir siendo una resistencia unida, firme y congruente.
No puede seguir siendo la Cámara de Diputados un espacio donde al levantar el dedo solo se cumplan las órdenes que dan desde Palacio de Nacional, el Congreso debe ser epicentro de la cordura y la sensatez, pues es desde ese lugar donde el nombre y apellido de las y los legisladores marcan el rumbo del país, la improvisación y la venganza no pueden seguir definiendo el futuro de México, no pueden llamarse representantes populares quienes han renunciado a su obligación de analizar y discutir iniciativas en beneficio de las y los mexicanos, convirtiéndose en una simple oficialía de partes y traicionando la “esperanza” y “transformación” de millones de personas.
Quienes tenemos en nuestras manos la enorme responsabilidad de representar a las y los mexicanos, debemos actuar con sensatez y profunda responsabilidad, en la próxima discusión del Presupuesto deben verse reflejadas las exigencias más sentidas de la sociedad, daremos, una vez más, la batalla por recursos para la salud, la educación de calidad, la seguridad de los municipios, los pueblos mágicos, el turismo entendido como un gran aliado de la economía del país y no como un tren que destruye y aniquila nuestra preciada naturaleza.
Es tiempo ya de poner en orden de importancia las necesidades de las familias mexicanas quienes exigen una solución ante un desastre que tiene colapsada la economía, donde el miedo y la incertidumbre son compañeros del día a día, definitivamente, NO podemos permitir que la indiferencia, el rencor, la división, y el populismo basado en la compra de voluntades, continúen imponiéndose, frente a una realidad que duele y preocupa, ya hemos visto lo que han costado cuatro años de pensar que las cosas podían ser diferentes, este es un llamado a la acción responsable de mis compañeras y compañeros legisladores, despertemos voluntades, despertemos nuestra capacidad de asombro, unidos en solidaridad, empatía y amor pongamos PRIMERO a México y hagamos Patria.
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