¿La solución final?.. contra sindicalistas de La Jornada

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¿La solución final?.. contra sindicalistas de La Jornada

Domingo, 24 Febrero 2019 00:08 Escrito por 
¿La solución final?.. contra sindicalistas de La Jornada Naturismo y salud

La pluma valiente y de convicción por un periodismo de verdadera izquierda y revolucionario de Jaime Avilés (q.e.p.d.), fundador y codueño de La Jornada, ya no está, pero pareciera que su escrito sobre la descomposición interna del diario lo redactó la noche anterior a la publicación de esta columna.

Ayer me llegó un whats de mi ex compañera (compañera de lucha actual y despedida por ser sindicalista) del diario La Jornada, Elizabeth Velasco Contreras, informándome del despido de la reportera de Economía de ese diario Miriam Posada García. No sé los motivos del despido ni la decisión que hasta el momento haya tomado ésta última, pero es reprobable que una trabajadora que se distinguió no sólo por su disciplina laboral sino por ser miembro activo del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) esté fuera por su militancia sindicalista.

Aunque las palabras de Jaime Avilés son de 2013, año en que renunció a La jornada, no han perdido actualidad y quedarán en la memoria no sólo del ámbito periodístico sino en los anales de la historia universal por su contundencia y sinceridad, pues Jaime Avilés fue un periodista que creyó firmemente en los principios de centro izquierda con que se fundó el diario que fue producto del cisma que vivió el Unomásuno, de Manuel Becerra Acosta, en busca no sólo de ser un medio que diera voz a las clases marginadas sino uno de iguales en la comunidad que lo creó.

Jaime Avilés, quien seguramente sostuvo una serie de pláticas sobre el hecho con el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lo dijo con contundencia, sin rodeos, por lo que habría que preguntarse si el despido de Miriam Posada García y diecisiete trabajadores más afiliados al Sitrajor obedece a una especie de solución final para acabar con todo signo sindicalista en el rotativo orquestada por la dirección del diario a cargo de Carmen Lira Saade y ejecutada por la administración del mismo.

Jaime Avilés lo adelantó así hace seis años y parece que lo escribió anoche por lo que no es del desconocimiento de Andrés Manuel López Obrador, quien fue su asiduo lector y después de su toma de posesión rememoró la figura del primero y de Miguel Angel Granados Chapa, entre otros:

“Qué mala decisión tomaron Carmen Lira y su patibulario número dos, el tránsfuga de ETA o de Grapo, el acaudalado Josetxo Zaldúa, corrupto entre los corruptos, capataz de mis queridos compañeros de redacción y de oficio, al negarse a investigar y denunciar la masiva compra de votos que llevaba a cabo el PRI, en preparación del fraude que ahora ha arrastrado a México hasta la orilla de un abismo en que tal vez nada podrá evitar que se hunda, si se concreta la privatización de Pemex.”

“Qué deprimente fue ver, en la semana que termina, el hecho insólito de que La Jornada se alineara con Milenio, Crónica, La Razón y demás excrecencias, para mentir diciendo que un policía estaba “en coma” después de ser “herido” por un maestro de la CNTE. O qué emético, es decir, vomitivo, fue el desplegado a toda plana que salió un día antes, firmado por el gobernador de Chihuahua, según el cual ´Ciudad Juárez es de nuevo una de las ciudades más seguras del mundo´.”

Las palabras de Jaime Avilés, resultado de lo que vivió en carne propia y que pudo constatar sobre la descomposición interna del diario La Jornada van plenamente ligadas a todo lo que históricamente ya consigna el libro “Granados Chapa”, escrito por el también accionista, codueño y fundador de ese rotativo, Humberto Musacchio.

He insistido que para comprender el odio y la política antisindical que lleva a cabo la dirección de Carmen Lira Saade y su gerencia contra los trabajadores afiliados al Sitrajor hay que leer esa obra bien documenta por Musacchio, hombre y periodista honesto, de hondas convicciones, que defendió, junto con mi maestro y ex jefe Miguel Angel Granados Chapa la democracia y el sindicalismo al interior del diario, pero sobre todo el respeto a la dignidad del trabajador, contrario a lo que documenta Jaime Avilés sobre el actuar “corrupto” y de “capataz” de Josetxo Zaldúa.

Jaime Avilés cuestionó con contundencia: “¿Cuánto tiempo más habrá de transcurrir para que los trabajadores de ese diario le digan a Carmen Lira que su maravilloso e histórico ciclo ha concluido y que debe retirarse antes que esta decadencia lo empañe? ¿Qué se necesita para convencerla de que pase a retiro a Josetxo, para que ese soldado de fortuna se lleve también a los miembros de su camarilla de vividores, como el tuerto del ojo de vidrio que le lleva el whisky noche tras noche? ¿Qué debemos hacer para que La Jornada vuelva a enderezar el rumbo?”

“Perdón por haberme extendido tanto, pero el país atraviesa por un momento espantoso y la cuenta regresiva para el naufragio final avanza aceleradamente. ¿Logrará Morena evitar la privatización de Pemex? ¿Lograremos los habitantes del DF librarnos de Mancera? ¿Lograrán los periodistas de La Jornada iniciar una nueva etapa de lucha y de éxito?”, concluyó Jaime Avilés, quien deja una lección moral e histórica que castigará la cobardía y la traición con que se aplica una especie de solución final a sindicalistas que sólo exigen respeto a sus derechos laborales, a su contrato colectivo y a la relación bilateral. El juicio del tiempo será severo, pero no contra los integrantes del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) y periodistas honestos como Jaime Avilés, quienes no quedarán en el basurero de la historia. Esto lo garantizan los hechos que hablan por sí solos.

*Presidente de la ONG Franature


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Víctor M. Zendejas Orozco

Naturismo y salud