Enrique Vargas apuesta por el neoliberalismo

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Enrique Vargas apuesta por el neoliberalismo

Miércoles, 29 Abril 2020 00:12 Escrito por 
Enrique Vargas apuesta por el neoliberalismo Lo bueno, lo malo y lo serio

En su cuenta de Twitter, Enrique Vargas Del Villar, presidente municipal de Huixquilucan, Estado de México, quien ha sido reconocido por su destacado liderazgo político, y por las acciones emprendidas al frente del gobierno que encabeza, sentenció: ¡QUIERO UN MÉXICO NEOLIBERAL!

Presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes, Vargas del Villar, ha logrado con su trabajo, que Huixquilucan sea considerado el municipio mejor evaluado en la entidad mexiquense y de la Zona Metropolitana del Valle de México, además, que le ha merecido estar dentro de los 5 mejores Presidentes del país, lo que le da autoridad para pronunciarse respecto de política nacional.

En su cuenta de Twitter, el edil marcó una serie de consideraciones que a su parecer se han venido sacrificando en aras de una nueva visión en política pública.

Destaca que con el anterior sistema, México tenía medicinas, Seguro Popular, guarderías, refugios para mujeres, comedores comunitarios, combatía al narcotráfico, no pedía respetar sus derechos.

Al continuar con el hilo del tuit, Enrique Vargas señaló; “México respetaba a sus fuerzas armadas”, no las usaba como trabajadores de obras, ni les exigía someterse a la humillación ante el “pueblo bueno” y los delincuentes.

¿Quién? en estos tiempos que corren, con un titular en el ejecutivo federal poco tolerante y de piel bastante delgada, y por lo mismo, que no permite que nadie le contradiga en absolutamente nada, y sobre todo, que se encuentra enfrentado a la crítica, porque no le gusta, venga de donde venga, ¿se atreve públicamente a expresar un punto de vista completamente opuesto?

Precisamente en este sentido, Vargas señala que México tenía libertad de expresión y libertad de exigirle al gobernante resultados sin ser blanco de agresiones o amenazas.

Desde luego que son muchos los medios de comunicación, columnistas, y editorialistas, y no sólo mexicanos, también del extranjero, quienes por el uso de ese derecho inalienable son perseguidos y señalados por quien ocupa la primera magistratura de México. Pero fuera de ese grupo, que en consecuencia son considerados adversarios, conservadores, fifís, entre otras referencias “respetuosas”, son pocos, muy pocos los políticos que se atreven a expresarse en sentido contrario al del huésped de palacio.

Menciona también Vargas Del Villar, que México tenía instituciones independientes y no secuestradas por oportunistas, con lo que deja caer una verdad aplastante, por el control que ejerce el presidente Andrés Manuel López Obrador en las instituciones que tanto costó a los mexicanos construir, y de las que se ha adueñado, imponiendo a esos oportunistas, que terminan siendo objetos decorativos, poco atractivos.

De igual manera, la referencia que hace del ejército es lapidaria, y viene a la mente esa época en la que un presidente juró “defender al peso como un perro” con un personaje al frente de la policía conocido como “El Negro”, quien utilizó a los elementos como albañiles.

No le falta razón cuando señala que México contaba con una oposición política en las cámaras, y no un servilismo clientelar, como sucedió en la época de hegemonía del PRI, con mayoría del partido del presidente, con indicaciones que traducen los legisladores en iniciativas que muestran su abyección total, cero oposición A pesar de ello, debería haberla por tratarse de diverso poder.

Actualmente la prensa puede representar el único contrapeso del poder, para señalar esas condiciones, sin embargo, la libertad de expresión enfrenta la descalificación sistemática y juicio mediático por el simple hecho de no ser aplaudidora del tabasqueño.

Se lamenta Enrique Vargas, de igual manera, que México participaba activamente en relaciones internacionales, en los foros mundiales, y que sin temor, competía en ciencia, tecnología y deportes. Contaba con un instituto para jóvenes emprendedores. Ahora todo eso ha ido a menos, y los jóvenes emprendedores fueron remplazados por otros que supuestamente están construyendo el futuro.

La austeridad, como la entiende el presidente, recortó programas importantes, con el pretexto de haber encontrado corrupción, y que nunca fue demostrada, abrieron paso a otros, destinados exclusivamente a cultivar votos pasivos.

Con Enrique Vargas se enfrentan dos visiones completamente antagónicas, una, la del mercado libre, y otra, que es una extraña mezcla entre azul y buenas noches, porque si bien no termina por ser socialista, porque se nutre de las bondades que le dejó el neoliberalismo, calificado así por el propio mandatario, quien además declaró su defunción, pero que casualmente es la que mantiene aún de pie a la vapuleada economía del país, que sin embargo, no encuentra definición propia, aunque sí se puede observar que genera caos y destrucción.

La llegada de López Obrador al gobierno, ha conseguido una profunda división entre los mexicanos, tal vez era el propósito, porque de lo demás, sigue prometiendo como cuando estaba en campaña. Los resultados, lucen por su ausencia, lo que trae un efecto una tragedia para el país, y por más que insiste que es mejor el modelo de su cuarta transformación, a la fecha que no lo ha demostrado, sobre todo, cuando depende de un tratado comercial 100% neoliberal.

Finalmente Vargas Del Villar termina diciendo; “México no era perfecto, ni un paraíso, pero tenía todo lo que ahora no tiene, y funcionaba todo lo que hoy no funciona”.


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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio