Articulista invitado... Reflexión: Todos somos Re-accionarios

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Articulista invitado... Reflexión: Todos somos Re-accionarios

Domingo, 10 Diciembre 2017 00:04 Escrito por 

Todos somos re-accionarios. La vida es como la música, donde los temas se repiten y uno reacciona a ella, se quiera o no.  A cada acción, corresponde una reacción...se afirma en Física.  ¿Quién se libra de tener que reaccionar? Las palabras acción-reacción empezaron a utilizarse en el vocabulario histórico-político como sinónimo de progreso (acción) y su contrario, reacción, como sinónimo de regresión, significando un deseo de retorno al pasado (si quiere realmente profundizar en el tema es muy interesante el libro Acción y Reacción, Vida y aventuras de una pareja,de Jean Starobinski, Fondo de Cultura Económica, 2001).

La vida es reaccionante. Parece que esto es hoy más cierto que nunca y se tiende a ver todo en tono de re, es decir, antecedido del prefijo re, acciones que se repiten. Todos somos re-accionarios o re-accionantes. 

En economía, hoy todo es re-ciclaje, no solo en la producción sino también en la re-producción de las ideologías y vuelven, reviven, las obsoletas ideas de economistas muertos, sean las de Adam Smith o las de Keynes.

En el cine, todo es re-makes de antiguas películas, de viejos éxitos que se busca repetir, con la ventaja financiera de que no tienen que pagarse derechos de autor y  físicamente pueden reusarse viejas escenografías y hasta la misma parafernalia sin necesidad de incurrir en nuevos gastos.

En política, particularmente en la mexicana, todo es re-petición, el retorno de los brujos o de las brujerías de los políticos. Se habla de re-plantear la política exterior. Estados Unidos nos obliga a re-plantear el TLC. Después del destape, todo es re-nuncias..., para regresar a hacer campaña electoral.

Pero no hay que preocuparse demasiado porque la situación es grave pero no es seria.  Porque la esencia de la repetición es cómica.  Lo único serio en este mundo son el nacimiento y la muerte, que no se repiten, son acontecimientos únicos.  

Todo lo demás se repite, primero en forma de tragedia, como decía Carlos Marx y  luego regresa como farsa y debería provocarnos risa, como hubiera sugerido el siempre vigente Groucho Marx (no deje de leer sus divertidas Memorias).

Por eso re-cientemente me puse a hacer un ejercicio de re-trospectiva:  re-leer el  libro de prospectiva ¿Qué será de México en 2005?, donde en el 2000 en el Centro de Estudios Estratégicos de Washington el Dr. Michael J. Mazarr esbozaba  cinco escenarios para nuestro país:

 
1. México democrático 

2. Subsistiendo 

3. Perdiendo terreno

4. Re-torno de la vieja guardia

5. Ingobernabilidad

 
En general, hay que reírnos de la prospectiva, porque en estos días resulta más fácil atinarle a la meteorología.  Así, en la presentación del interesante estudio el intelectual Federico Reyes Heroles manifestaba sus reservas y advertía que los  estudios del futuro son una mezcla de expectativas y realidades.

En efecto, es muy fácil ver hoy que la realidad mexicana no ha seguido ningún escenario de los planteados sino que ha resultado ser una mezcla de todos.  

 

1. Tenemos elecciones, pero todavía muchos problemas electorales.

2. El país más o menos subsiste, pero estancado en muchos sentidos.

3. México en muchas áreas va perdiendo terreno.  

4. El re-torno de la vieja guardia se dio en 2012  (en realidad nunca se fue, solamente de la Presidencia) y, 

5. La ingobernabilidad amenaza en varias regiones, aunque no en todo el país.  

 

No hemos podido llevar a cabo una re-estructuración de la economía.  Se ha  re-cuperado algo el crecimiento económico, pero estamos lejos del re-greso del desarrollo estabilizador. Fueron aprobadas algunas re-formas estructurales pero no toda la población ha re-accionado favorablemente hacia ellas.

El país necesita una re-orientación, pues hasta ahora solo ha habido un ligero re-acomodo de las fuerzas del poder entre partidos que pregonan que tienen definido el rumbo. 

El país requiere una re-construcción, una Re-forma del Estado, pero nuestros representantes están más entretenidos en su posible re-elección o el re-emplazo de los sucesivos gobernantes que en re-establecer las condiciones de un desarrollo dinámico. 

Las tendencias de esos escenarios continúan, mientras otras amenazas resurgen: 

La amenaza de re-cesión en Estados Unidos en algún momento en el futuro, la re-patriación de los connacionales, etc.

El problema es que con un Congreso nuevamente dividido a partir de 2018, que es el escenario más probable, no importa quién gane, no se va a poder fácilmente re-hacer al país. En el mejor de los casos, se le va a ir re-parando, si logra recuperarse la paz.  

Ya no es posible hacer otra Revolución, si es que hubo una en México y no fue sino  un intento fallido o una guerra civil, como piensa Macario Schettino en su libro: Cien años de confusión...México en el Siglo XX.

De hecho, la palabra revolución originalmente significa "acción y efecto de  revolver o revolverse”, acepción declarada por la RAE y que Octavio Paz apuntaba desde su Laberinto de la soledad. En este sentido fue un verdadero revolucionario. 

Octavio Paz, luego de reconvertirse de una fugaz juventud socialista pasó a  mostrar en la vejez -hasta por televisión- sus simpatías con la derecha,  sin embargo, no creía en la Dictadura Perfecta mexicana que denunciaba Vargas Llosa en  los famosos debates organizados por la revista Vuelta y patrocinados  por Televisa en 1990 (consorcio que entonces se definía abiertamente como"soldado del PRI").

Paz salió en la misma televisora a la defensa y argumentó que: "Primero, lo de México no es dictadura, es un sistema hegemónico de dominación, donde no han existido dictaduras militares. Hemos padecido la dominación hegemónica de un partido. Esta es una distinción fundamental y esencial". Habló luego de lo "bueno" que el PRI ha realizado. Explicó que no ha suprimido la libertad -aunque aceptó que sí la ha manipulado- que ha conservado la sociedad civil y que no es un partido conservador como el de Francisco Franco".

Sin embargo, Paz pensaba ya en el tramo final de su vida que la Revolución Mexicana era lo que podríamos considerar un movimiento revolucionario-reaccionario. Pero vaya que hacía sus guerritas culturales dentro y fuera del país (Las guerras culturales de Octavio Paz, Armando González Torres, El Colegio de México, 2014).

En honor a la precisión, Paz actúo con ética cuando renunció a su puesto de  Embajador en India, por la Matanza de Tlatelolco en 1968,  y ciertamente se  solidarizó con el escritor comunista José Revueltas cuando Díaz Ordaz  lo metió a la cárcel, confirmando Revueltas con esos hechos violentos en su propia carne la Democracia Bárbara de la que escribió lúcidamente en 1957 en su libro “México: una democracia bárbara”, en el que recordaba pasadas barbaridades y anticipaba las represiones de los ferrocarrileros (1958), la de estudiantes en 1968 y de 1971 con Echeverría. 

Todavía en 1970 publicó Posdata y en la introducción al libro, Octavio Paz aclara: ¨Estas  páginas desarrollan y amplían la conferencia que pronuncié en la Universidad de Texas, en Austin, el 30 de octubre de 1969. Su tema es una  reflexión sobre lo que ha ocurrido en México desde que escribí el Laberinto de la soledad y de ahí que haya llamado a este libro: Posdata¨. 

Hablando de los sucesivos gobiernos del PRI señalaba Paz que “no es un partido ideológico, sino de grupos e intereses”, lo cual fue no sólo un lúcido análisis sino una visión que se sostiene hasta la fecha. Y finalmente compara a México con una pirámide, con sus implacables jerarquías y, en lo alto, el jerarca y la plataforma del sacrificio.  Esto no gustó mucho a la entonces todavía izquierda mexicana, ya que según ellos presentaba una visión ahistórica de los acontecimientos culpando a la herencia azteca más que a los responsables de los gobiernos de entonces. 

De ahí en adelante el poeta se distanció de la izquierda y fue dando un gradual viraje hacia la derecha, cuando otros intelectuales mexicanos como Carlos Fuentes y Enrique González Pedrero (como Senador del PRI) todavía seguían defendiendo a la ¨Revolución Cubana¨  y Fuentes defendía al Echeverrismo cómodamente desde su Embajada en España.

Todos soñaban como Revueltas en convertirse en revolucionarios, aunque ya José Revueltas vislumbraba que sería imposible con un Proletariado sin Cabeza (su libro de 1962). Pero Enrique González Pedrero todavía admiraba El Gran Viraje (1961) cubano pero se mantenía dentro de la autodenominaba izquierda del PRI  hasta que reviró y dio vuelta completa a la derecha sumándose al Gobierno de De La Madrid en los ochenta (fue gobernador de Tabasco) y dio el Gran Viraje a la Derecha con el Salinismo en los noventa del siglo pasado.

Por eso, en honor a la verdad, Octavio Paz tuvo razón en dejar atrás su izquierdismo, más Surrealista que realista, al desafiar y condenar las peores acciones del Priismo sin dejar de reconocer algunos de sus beneficios tempranos y situarse en el lado práctico de la Historia que le mereció reconocimiento especialmente después de la caída de la Unión Soviética y hasta un Premio Nobel que a diferencia de Jean Paul Sartre, que lo rechazó en 1964, el poeta mexicano buscó afanosamente y finalmente obtuvo en 1990.

En fin, si Paz regresara hoy a la vida con toda probabilidad compartiría el concepto de Democracia Imperfecta, como atinadamente recuerda Diana Mancilla Álvarez que así califican los organismos internacionales al proceso político mexicano actual.

Todavía hay mucho más que recordar...pero lo seguiremos haciendo en futuras ocasiones, pues como decía un filósofo, Pensar es Recordar con Gratitud lo que nos atañe. 

Recuerde: Vivir es reaccionar pero también recordar. Tal vez si recordamos nuestra historia podamos reaccionar adecuadamente para construir un futuro deseable y hacerlo mejor para todos.

 

 


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Javier Ortiz de Montellano

Articulista invitado