Servir a la Patria

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Publicado en Opinión

Servir a la Patria

Lunes, 26 Junio 2023 00:21 Escrito por 
Hugo Antonio Espinosa Hugo Antonio Espinosa Sin riesgos

“El cumplimiento del servicio militar constituye un timbre de honor para todos los mexicanos aptos, quienes están obligados a salvaguardar la soberanía nacional, las instituciones, la Patria y sus intereses”, así indica el Artículo Primero del Reglamento de la Ley del Servicio Militar en México, sobre la trascendencia de servir a la nación y su defensa. Asimismo, el Artículo Quinto del mismo reglamento, menciona que “Cada año, en tiempo de paz, según las exigencias y posibilidades de la Nación, será encuadrada en las unidades del activo una parte del contingente que cumplió los 18 años de edad en el año anterior”.

El citado Reglamento fue promulgado en 1942 y su última modificación se hizo en 1947. No se ha modificado desde hace 75 años y establece los lineamientos para preparar a cientos de miles de jóvenes que recién adquieren su mayoría de edad, en tareas que les permitan defender, en caso de ser requeridos, a la Patria. Así, el proceso de integración al Servicio Militar Nacional, obligatorio para hombres y opcional para las mujeres, en sus cinco fases –Alistamiento, Sorteo, Reclutamiento, Adiestramiento y Liberación– se ha venido realizando ininterrumpidamente cada año.

Aunque nuestro país no ha participado en ninguna guerra formal después de la mítica participación del Escuadrón 201 en la Segunda Guerra Mundial, el Estado lleva más de 70 años formando jóvenes conscriptos,  quienes después de ser sorteados con “Bola Blanca” en las Juntas Municipales de Reclutamiento, pasan a la fase de Adiestramiento, en donde los soldados y mujeres voluntarias son capacitados con conocimientos básicos de doctrina militar, de febrero a noviembre, en 44 sesiones sabatinas, de 8:00 a 13:00 horas, dentro de Centros de Adiestramiento habilitados en las Unidades Militares.

Posteriormente, durante el mes de diciembre, si cumplen satisfactoriamente con su obligación constitucional, los egresados obtienen su Cartilla de Identidad Militar y su Hoja de Liberación, con la cual acceden a un documento que, lejos de ser el inicio de una trayectoria militar o la clave de acceso a un compromiso más grande con la nación, se convierte en un requisito para la vida laboral y académica, ya que “La Cartilla” es un requisito inobjetable para obtener un trabajo gubernamental, salir del país o egresar de la Universidad, para el caso de los hombres.

¿En dónde quedan los conocimientos y disciplinas aprendidas? ¿Cuántos de los jóvenes conscriptos que obligatoriamente se “encuadran” se van a la Universidad u obtienen un buen trabajo después del servicio militar? ¿Cuántos de ellos encuentran una utilidad verdadera, laboral, académica o social, al tiempo y esfuerzo que invirtieron durante su obligación constitucional? Algunas convicciones, hábitos y valores seguramente aprendieron durante su proceso, los cuales, si no hay seguimiento ni continuidad, se perderán. Pregúntese usted: ¿Cuántos vecinos, amigos y familiares han manifestado que el proceso del servicio militar resultó benéfico, formativo o trascendente para los siguientes años de sus vidas? Ninguno, ¿Verdad? Porque no hay continuidad o intención vocacional.

¿Por qué no implementar un Programa de Seguimiento y Promoción para canalizar a los Conscriptos más destacados, mediante becas o contratos provisionales, e incorporarlos a las Unidades Municipales de Protección Civil? Su formación incluye la implementación del Plan DN-III-E de la SEDENA, primeros auxilios, atención de emergencias, servicio y protección a la comunidad. Conocimientos que podrían aprovecharse en las localidades y generar en los jóvenes valores como el altruismo, ayuda humanitaria y voluntariado; al mismo tiempo que obtienen un empleo o beca que les ayude en su economía, mientras forman vocación, convicciones y valores en sus vidas, ayudando a la población de su propio Municipio.

Para ejemplificar lo dicho, basta observar que, en el Municipio de Zumpango, con 280,000 habitantes, la Unidad Municipal de Protección Civil cuenta con menos de 80 elementos de Personal; Metepec, con 250,000 habitantes, cuenta con alrededor de 100 elementos; Ecatepec, con poco menos de 2 millones de habitantes, tiene menos de 200 elementos operativos; Toluca, con casi un millón, apenas rebasa los 200 operarios. En promedio un Técnico de Protección civil o Bombero por cada 8,000 habitantes. ¿Verdad que un programa SEDENA- Gobierno Federal, el Gobierno del Estado de México y los Municipios podría ayudar de manera integral a la población en materia de emergencias y desastres? Al mismo tiempo dar empleo y crear vocación en muchos jóvenes mexiquenses. Esto es también protección civil. ¡Que su semana sea de éxito!

Hugo Antonio Espinosa

Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,

Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.

Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX


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