Los recientes acontecimientos en materia de inseguridad ocurridos en el Valle de Toluca y que han alcanzado una alta visibilidad comunicativa -en medios tradicionales y digitales- representan una presión para el gobierno estatal saliente y para la nueva administración que iniciará funciones el próximo 16 de septiembre.
Pretender minimizar los hechos es una actitud irresponsable y por ningún motivo pueden normalizarse ese tipo de sucesos, que -sin duda alguna- alteran la vida cotidiana de la población y generan cambios de hábitos entre la ciudadanía.
En algunas instituciones bancarias, cuyas oficinas se localizan en el Valle de Toluca, han emitido recomendaciones muy puntuales entre su personal, con el objetivo de preservar su integridad y evitar exponerse a circunstancias que pudieran representar algún riesgo. Entre las medidas que se les han sugerido en las comunicaciones internas, destacan reducir el tiempo de estancia en sus oficinas para no salir tarde, promover el home office, evitar traslados individuales a altas horas de la noche, así como las actividades nocturnas en centros de diversión y esparcimiento que pudieran colocarles en peligro.
Asimismo, las familias hemos optado por dejar las reuniones sociales en lugares públicos y hasta altas horas de la noche, aunque -hay que reconocer- las autoridades de seguridad han incrementado la presencia policiaca en distintos puntos de los municipios que conforman esta zona metropolitana de la entidad.
Naturalmente, las autoridades salientes tienen presión porque deberán entregar buenas cuentas a quienes asumirán el control del Poder Ejecutivo estatal y, sobre todo, a la ciudadanía, porque las responsabilidades de quienes ahora cumplen con el servicio público en el Gobierno del Estado de México concluyen sus tareas en el último minuto del 15 de septiembre.
No en vano, el primer tema que se abordó en el proceso de entrega-recepción que inició el pasado 11 de julio, luego de que Delfina Gómez Álvarez recibió la Constancia de Mayoría como Gobernadora Electa, fueron los temas de seguridad y gobierno. A partir de esa fecha, se prevé que cada semana se abordarán los siguientes temas: Salud e ISSEMyM; Infraestructura, Obra y Movilidad; Desarrollo Económico; Política Social; Educación y Cultura, y -finalmente- Administración y Finanzas.
La nueva clase gobernante que se está gestando en el Estado de México -encabezada por morena- tiene definidas sus prioridades y desde el inicio del año empezaron a desarrollar lo que podría ser su Plan de Gobierno, en virtud de que estaban seguros de que obtendrían el triunfo (que así ocurrió), el pasado 4 de junio, en la elección de la primera gobernadora.
Desde su perspectiva, hay diferentes problemas que se han rezagado en la entidad desde hace décadas y esta es, también su oportunidad para establecer nuevos objetivos de la acción de gobierno; sin embargo, como lo advierte Jon Elster: “Las cosas no siempre resultan como esperamos. Muchos acontecimientos se producen sin ninguna intención”, porque -explica, siguiendo a Adam Ferguson- la historia es resultado de la acción humana y no de la intención humana.
Por ello, el equipo que liderará la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, deberá tener claro que surgirán imponderables que, sí o sí, alterarán el rumbo definido inicialmente, sobre todo en una entidad tan compleja como el Estado de México, donde no es posible establecer rutas de operación idénticas en sus diferentes regiones, atendiendo a las características sociodemográficas que cada una presenta.
Hace casi seis años, el gobierno entrante de Alfredo Del Mazo Maza apenas estaba acomodándose en sus espacios, cuando se presentó el sismo de 2017 que alteró la normalidad -o comodidad- a la que aspiraban en un arranque, y posteriormente se presentó la pandemia por COVID-19 que modificó la vida de todos los habitantes del mundo.
Es la primera ocasión que el Estado de México vivirá una alternancia y transición política tan marcada como la que se presenta en este momento, y hay una alta expectativa con respecto al nuevo gobierno -a favor o en contra. Muchos esperan que se note un cambio sustancial en la forma de gobernar y que ello se traduzca en beneficios tangibles para la población. Muchos más -en el terreno político- tienen la expectativa de que tengan un fracaso significativo por la inexperiencia para gobernar una entidad tan compleja como esta.
Lo que es un hecho es que esta transición no está siendo del todo cómoda, porque los acontecimientos que se presentan: hechos delictivos inéditos en la capital del estado, manifestaciones y bloqueos por parte de sectores inconformes con diferentes temas, además de un proceso de sucesión presidencial sumamente estridente, tendrán un impacto en la llegada de la nueva administración.
Nuestro deseo -personal- es que elijan a las mejores personas y que obtengan resultados positivos, porque independientemente de las filias y fobias que podamos tener, más de 17 millones de personas aquí vivimos y no nos iremos a vivir a Europa, como algunos lo han hecho… y otros más lo están pensando.
PERCEPCIÓN
Los estudios de opinión indican que Xóchitl Gálvez sigue creciendo en las preferencias de la gente, como posible contendiente por la Presidencia de la República. Esperemos que no sea un perfil histriónico como lo fue Vicente Fox, en el año 2000, y que luego sea un fiasco como gobernante, si es que obtiene el triunfo.
Lo que sí es real, es que en morena ya tienen las alertas prendidas.
