Aunque para muchas personas desinformadas, la guerra en Medio Oriente parece ser algo muy lejano, no es así, pues no estamos exentos de las implicaciones globales al ser golpeados por factores económicos que redundan en países de América Latina como México, entre otros.
En el caso de la guerra que Israel provocó con Irán, se debe tomar en cuenta que este último es un país estratégico no solo para Medio Oriente, sino para la economía del orbe, ya que su geografía representa un pasillo importante entre Medio Oriente y Asia y tiene una amplia costa en el Golfo Pérsico y el de Omán, con el estrecho de Ormuz, por donde circula 20 por ciento del petróleo mundial.
El petróleo que se produce en Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin se exporta a través del estrecho de Ormuz, además de que por este pasa 25 por ciento del gas natural licuado del mundo, la mayor parte procedente de Qatar.
De lograr Irán, o por efectos de la guerra, bloquear ese estrecho, hará que los precios del petróleo se disparen, provocando una gran inflación y obligando a los bancos a subir los tipos de interés, con efectos internacionales.
Irán alberga importantes recursos estratégicos al tener las terceras reservas de petróleo tras Arabia Saudita y Venezuela, y las segundas de gas, por atrás de Rusia. De ahí lo importante del suministro de esos recursos de Irán para el mundo.
Si sus clientes habituales, como China, no pudieran comprar petróleo a Irán por la guerra, tendrán que buscarlo en otros sitios, haciendo que suban los precios de estos, por lo que Estados Unidos había sugerido a Israel que no atacara al enclave, aunque el presidente Donald Trump muestra una gran contradicción al aplaudir la agresión al país persa.
La economía global puede verse más afectada si Irán ataca la infraestructura de Leviatán y Tamar de gas de Israel, ya que en la reciente década este ha descubierto importantes reservas de gas en el Mediterráneo, convirtiéndolo en un potencial exportador.
Los costos de energía tendrían un efecto dominó en los precios de bienes y servicios, elevando la inflación y forzando a los bancos centrales a endurecer las políticas monetarias restrictivas, aumentando el riesgo de una crisis económica.
Se debe privilegiar la paz, la diplomacia y las buenas relaciones para resolver conflictos. El régimen sionista de Israel debe dejar en paz a los palestinos y aprender a convivir con sus derechos. Israel debe deshacerse de sus 300 o 500 bombas atómicas y dejar de ser una amenaza a la paz de Medio Oriente. Netanyahu debe dejar de asesinar a inocentes en Gaza y renunciar al gobierno para dar paso a un régimen verdaderamente democrático que reconozca la creación del Estado Palestino.
Vivir en paz y en armonía es cuestión de salud física y mental, por lo que los guerreristas deben desprenderse de intereses materiales, odio, rencor y fobias. En resumen, deben purificar su cuerpo, alma y espíritu.
Presidente de la Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi A. C.