Jorge Luis González Reyes, joven cineasta de 28 años entonces, fotógrafo y aficionado del equipo de fútbol Toluca, acudió el 13 de octubre de 2022 al Estadio Nemesio Diez “La Bombonera”, al partido Toluca-Santos.
En la Tribuna Diablos Nivel 1 platicaba con el público vecino sobre su documental Desde la cuna, reconocido y premiado en múltiples festivales internacionales, cuando de pronto un sujeto le cayó encima desde el segundo piso a una altura no menor de 12 metros.
Quedó inconsciente en el suelo. El personal de seguridad del estadio se acercó e intentó moverlo. Realizar este movimiento pudo poner en riesgo su vida. No eran personas que tuvieran alguna capacitación en primeros auxilios o en atención médica. La seguridad tenía una única instrucción: sacar a Jorge para que la gente no tomara fotos o videos y no trascendiera públicamente lo sucedido y que el club no tuviera responsabilidad en el incidente.
Otro aficionado, médico, se encontraba a escasos lugares de lo ocurrido; impidió que movieran al joven advirtiendo que podrían matarlo, revisó sus signos vitales y esperaron la llegada de una ambulancia. Este hombre le salvó la vida.
Por su parte, la persona que cayó encima de Jorge permaneció brevemente a su lado, cubriéndose la cabeza con las manos, quien, según versiones extraoficiales, murió.
Jorge tuvo politraumatismo, contusión en tórax con fractura de esternón, rabdomiólisis y fractura de rodilla, lesiones que pusieron en peligro su vida y cuyas secuelas persisten al día de hoy, ya que algunos de los daños son irreversibles, requiriéndose intervenciones quirúrgicas adicionales, terapias de rehabilitación, medicamentos costosos de por vida para el dolor y el estrés postraumático crónico, así como disminución en su movilidad y capacidad para realizar tareas propias de su actividad, a pesar de las garantías que se presumen.
Por todo ello, Jorge demandó al Deportivo Toluca y a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). Los peritajes médicos, ortopédicos y psicológicos rendidos ante el juzgado, así como los dictámenes periciales certificados que acreditan la existencia del daño físico, moral y patrimonial, confirman que el hecho fue previsible y evitable.
El juicio está radicado en el Juzgado Primero Civil de Toluca, pendiente de sentencia. Otra denuncia también se presentó en la Fiscalía mexiquense, en la que, misteriosamente, sin recabar un solo dato de prueba, el Ministerio Público determinó archivar el asunto.
La responsabilidad de ambos demandados está acreditada bajo los principios de la responsabilidad civil extracontractual, al haberse demostrado conducta negligente y omisiva del personal de seguridad del estadio, así como el daño físico, moral y patrimonial comprobado.
Jorge señala: “Acudí a un partido de mi equipo y casi pierdo la vida. No busco venganza, busco justicia”.
La demanda y el testimonio de Jorge Luis González Reyes representan un llamado urgente a la Federación y a los clubes de la Liga MX para revisar a fondo sus protocolos de seguridad, capacitar adecuadamente a su personal y establecer mecanismos reales de prevención y responsabilidad frente a los aficionados.
