Guadalupe
DigitalMex - Periodismo Confiable
Publicado en Opinión

Guadalupe

Martes, 16 Diciembre 2025 00:00 Escrito por 
La Hidra Digital La Hidra Digital Margarita Jiménez

Las leyes se graban en arena, las costumbres en piedra.
Platón

Trece millones y medio de mexicanas y mexicanos acudieron el viernes 12 de diciembre, a pie, en bicicleta, de rodillas, cargando su imagen de la Virgen de Guadalupe para llegar a tiempo a cantarle las mañanitas a su Morenita del Tepeyac, a fin de agradecerle por los favores recibidos durante el año; a rogarle por sus enfermos, sus familias, sus trabajos, porque en sus pueblos la violencia termine, vamos, por un México seguro.

La Virgen de Guadalupe, en poder de los árabes y años después en Extremadura, España, se trajo en tiempos de Hernán Cortés a la Gran Tenochtitlán. Después vendría la leyenda de las apariciones en el cerro del Tepeyac al indio Juan Diego, que llevó a los religiosos su ayate con rosas en diciembre como muestra del milagro de las apariciones. Posteriormente se convertiría en el estandarte del cura Miguel Hidalgo la madrugada del 16 de septiembre de 1810, en la proclamación de la lucha independentista. Declaración basada en la fe del pueblo por el cura Hidalgo. Verdad nacional, liturgia y símbolo de identidad.

En tiempos difíciles como los que se viven, la esperanza, la fe, es ritual que se sigue año con año a la santa, virgen y madre milagrosa de todas y todos. Guadalupe, rostro de indígena que cuida, abraza y que une a México, no se cumple, solo se recuerda en momentos de angustia.

Rosales regados con las oraciones devotas de la feligresía, que florecen en diciembre, a partir de que se hiciera cuando en el ayate de Juan Diego, el 12 de diciembre del mismo año, las llevó a los frailes como testimonio del milagro, se repiten.

Se suele decir que los mexicanos son un 80 por ciento católicos y un 100 por ciento guadalupanos. Así es; en la mayoría de los hogares hay una imagen de la virgen, con la que hoy comercian quienes troquelan la imagen en diversos materiales y transmiten las mañanitas la noche del 12 de diciembre en un show televisivo muy montado, año con año, que conmueve y tiene millones de espectadores, entre los que asisten y los que lo ven por TV.

Tomado del libro El infinito en un junco, de Irene Vallejo.

El número de creyentes reunidos este pasado 12 de diciembre comunica que el estandarte de la mexicanidad necesita “salir” a unir, a vencer la violencia, a recuperar la esperanza de quienes la han perdido.

Visto 128 veces
Valora este artículo
(0 votos)
Margarita Jiménez

La Hidra digital