Toluca
Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, subprocuradora para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que el Estado de México logró la sentencia más alta por los delitos de trata de personas, en las modalidades de explotación sexual, además de mendicidad en el país y América Latina; Jorge Tomás Rojas fue sentenciado a 99 años y 6 meses.
El agravante es la violencia ejercida en contra de una mujer y su hijo, por lo que un juez oral del Distrito Judicial en Tlalnepantla vinculó a proceso al sujeto y el 18 de septiembre de este año dictó esta sentencia condenatoria, quien durante años obligó a su esposa a sostener relaciones sexuales con otros hombres, además de pedir dinero en la calle, ejerció violencia psicológica, física y fue víctima de constantes golpizas.
“Dicha sentencia pudo lograrse no sólo porque se dió acceso pleno a la justicia a una mujer que fue víctima de los más deleznables delitos, sino que además esta sentencia es la más elevada que se ha dictado en la historia del país y en América Latina por el delito de trata en cualquiera de sus modalidades, por ello esta Institución y el estado sientan un precedente en la defensa de los derechos de las mujeres”.
Amplió que el caso se remonta al mes de febrero de 2010 cuando la víctima con siglas S.J.J y su hija de cinco años de edad comenzaron a vivir con el ahora sentenciado en un domicilio de la colonia Juárez en Nicolás Romero; sin embargo, desde los primeros meses de vida conyugal el sujeto se tornó agresivo, no obstante procrearon otro bebé, situación que el sujeto aprovechó para mandar a la niña más grande a vivir con sus abuelos.
El consumo de drogas por parte del hombre (cocaína y piedra) incrementó y obligó a la mujer a lo mismo a cambio de no agredirla físicamente; en enero de 2013 cuando el sentenciado arribó al inmueble acompañado con la finalidad de que su esposa sostuviera relaciones sexuales para tener dinero y comprar estupefacientes, advirtiendo que desaparecería a su hijo menor de no hacerlo.
También la obligó a pedir limosna, de no llevar suficiente dinero debía prostituirse y la golpeaba, lo que provocó un aborto. En mayo de 2015, de nueva cuenta la prostituyó en las inmediaciones de Nicolás Romero desde las 10:00 hasta las 03:00 horas del día siguiente.
Tras lograr liberarse lo denunció ante la Fiscalía y con la investigación acreditaron golpes en diversas partes del cuerpo, atada de pies y manos a un tendedero, amenazada constantemente con matar a su hija, abusada sexualmente por años.
