La familia recuerda la tragedia del 19S: Lupita tendría a su bebé... ambos murieron

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La familia recuerda la tragedia del 19S: Lupita tendría a su bebé... ambos murieron

Miércoles, 19 Septiembre 2018 04:32 Escrito por 
La familia recuerda la tragedia del 19S: Lupita tendría a su bebé... ambos murieron Foto: Filiberto Ramos

Santiago Tianguistenco/Estado de México

Al fondo de un estrecho corredor que da hasta un patio, hay un moño negro con azul. Es el luto que aún se guarda por Lupita, una joven profesionista del pueblo de Gualupita, en Santiago Tianguistenco, y que antes de morir al derrumbarse sobre ella una barda en el sismo del 19 de septiembre de 2017, sería madre por segunda vez.

La tragedia vuelve a cobrar vida después de un año. Las escenas se repiten en los relatos que las familias de las víctimas narran.

En la casa de los Vázquez Ayún, recuerdan todo del día de la tragedia. Para ellos fueron dos vidas las que se apagaron con el terremoto, aunque el gobierno estatal no considera entre las víctimas, al hijo de la joven.

"Mi nieta salía a la una de la tarde de la escuela y su mamá la iba a traer todos los días, estaba pegada en la puerta de la escuela, cuando comenzó a temblar y se vino abajo una bardita donde tenía el nombre de la escuela, arriba del techo de la puerta; ahí quedó tendida mi hija", recuerda don José Guadalupe, sobre lo ocurrido la tarde de aquel martes 19 de septiembre.

Ese día Lupita había salido de la casa de sus padres ubicada en la calle Ignacio Allende. Caminó los 100 metros que separan el domicilio con la escuela primaria, Carlos Hank González, a donde acude Cinthia, su hija de seis años. Eran las 13:00 en punto cuando ya estaba allí, al igual que otro grupo de madres, frente a la escuela ubicada en la calle Vicente Guerrero. Todo era normal.

Dieron las 13:14 y la tierra comenzó a moverse el suelo y unos segundos después la barda de tabicones cayó encima del grupo de mujeres, sobre sus cabezas pegaron pedazos de concreto, y los cuerpos estrellaron sobre el suelo. Entre ellos el de María Guadalupe.

"Quedó tendida en el suelo mucho rato porque no llegaban las ambulancias; al último la llevaron en una patrulla que estaba ahí afuera de la escuela, la trasladaron al hospital de Capulhuac, pero luego nos dijeron que ya había muerto, así de rápido, y también mi nieto, que apenas venía para nacer", describe don Guadalupe, en el intento de hilar sus palabras. La voz se le quiebra e intenta perder la mirada, buscando una respuesta. Su hija tenía ocho meses de gestación, y le faltaban un par de semanas para el nacimiento.

La escena y los días posteriores a la tragedia que les dejó el sismo a la familia, es difícil de sobrellevar.

"Vinieron unos señores a preguntar, pero el esposo de mi hija los recibió".

-¿Para ayudarlos?-

-“Sólo ayudaron con dos coronas, sólo eso”, responde con tristeza.

Sentado sobre una silla de plástico, como aquella ocasión que veló el cuerpo de su hija, don Guadalupe estrecha en sus manos el retrato de su hija. Ella luce una toga color negro, birrete guinda con gorro también en negro y posa de frente. Sonriente por el fin de cursos. El padre luce con orgullo la fotografía de la menor de sus hijas, quien hace cuatro años se había recibido como psicóloga y daba clases en una escuela particular.

“Tenía el futuro por delante con su familia, aún no estaban casados pero ya vivían juntos”, detalla el padre de Lupita.

Don Lupe recuerda que los días posteriores al entierro, la casa lucía dos lonas como techo provisional para los rosarios del novenario, un bulto de cirios apilados junto a la puerta de uno de los cuartos, donde permanecía el pedestal de la caja donde velaron a su hija.

En la casa el luto predomina, aún así la familia no demora ni repara en gastos para ofrecer un refresco.

En el pueblo de Guadalupe Yancuiltlalpan, además de María, otras cuatro mujeres sufrieron lesiones en el incidente del martes 19 de septiembre. La fecha la recuerdan con nostalgia, pues después de un año. El miedo no se ha ido, quedó entre los escombros.


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