El Estado como ficción donde todos preparan el asalto al presupuesto

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El Estado como ficción donde todos preparan el asalto al presupuesto

Domingo, 16 Junio 2019 11:07 Escrito por 
El Estado como ficción donde todos preparan el asalto al presupuesto Los Sonámbulos

El Ogro Salvaje no se rinde. A seis meses del nuevo gobierno, presuntamente opuesto a su credo, la esquizofrenia ve parajes incendiados en los que cabalgan caballeros en corceles blancos, rojos, negros y pálidos para, sin sonrojo y a pesar de la devastación de su credo, volver a sugerirlo como recetario para que nada ni nadie desvíe el supuesto futuro edénico que tiene reservado.

“Si nosotros hundimos Pemex, con una deuda de más de 106 mil 500 millones de dólares y una baja productividad, casi desmantelado, es obvio que sólo nosotros podemos rescatarlo, claro, con más inversiones privadas”, sugieren las voces, entre amenazantes y presas de pánico.
Por eso han enviado a sus mensajeros (auténticos extorsionadores de riesgos motejados como “calificadoras”), para rebajar a “basura” a los bonos de la paraestatal (como los que encubrieron con las hipotecas Subprime en Estados Unidos que generó el crac del 2008), en un intento descarado de continuar con el asalto diseñado mediante las “reformas estructurales” y la actuación de neoliberales corruptos como Emilio Lozoya y entreguistas como José Antonio González Anaya, concuño de Carlos Salinas (y antes que ellos, una docena más de ex directores que, conforme al canon neoliberal, ahora prestan servicios en compañías petroleras).

Pemex “tiene una deuda elevada (la que nosotros dejamos) y no hay planes creíbles de rescate (sólo los nuestros)”, dicen las extorsionadoras de riesgo para “justificar” la baja en la nota de los bonos.

Va más: “Si nosotros dejamos una deuda de más de 10 billones de pesos, es también evidente que sólo nosotros podemos pagarla”. Y debe ser cierto pues según se ha difundido, unos 16 mexicanos que se han beneficiado de “reformas estructurales” y “otras reformas” en la era del Ogro Salvaje, tienen una riqueza que supera la deuda externa: 141 mil millones de dólares, por 95 mil 943 millones de dólares.

Es decir, tienen más que lo que adeuda Pemex y poco menos de los pasivos totales del país, estimados en más de 200 mil millones de dólares.

El economista francés Claude Frédéric Bastiat, uno de los favoritos del evangelio neoliberal, dio en el punto cuando sostuvo que “el Estado es la gran ficción a través de la cual todo el mundo se esfuerza por vivir a expensas de todo el mundo”, porque, en efecto, tanto los “inversionistas”, como especuladores y políticos han hecho su parte, saqueando el erario público en nombre de los derechos naturales de las personas y defendiendo intereses particulares de determinados grupos, ya de ricos de un lado, ya de pobres y miserables en otro.

Esa idea del francés no tiene desperdicio en las actuales condiciones: cada cual intenta hacerse de subsidios, con impuestos pagados por todos, informales incluidos vía IVA, pero hasta ahora los únicos favorecidos son los que han tenido a gerentes y diseñadores de marcos legales en los poderes públicos.

Al respecto, Bastiat observó: “la ley es un instrumento que permite a los gobiernos tener una gran injerencia en la economía”, lo cual es cierto, pero en nuestro caso opera a la inversa: los dueños de la riqueza desempeñan un papel crucial en la vida política, al grado de impulsar carreras políticas y desde, ahí leyes a modo.

Los trompeteares apocalípticos nunca se dieron cuenta de esto, hasta ahora, por eso un día sí y otro también confirman las alteraciones de personalidad, alucinaciones y, en suma, que están lejos de todo contacto con la realidad: el país no se deshizo en los últimos seis meses, sino en los últimos 36 años. Esto se llama devastación (o una resumida respuesta en el examen de historia para los aspirantes a dirigir el PRI). Lo otro es simple esquizofrenia, agencias de opinión económicas incluidas.


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Jesús Delgado

Los sonámbulos