Ahora que las autoridades nos han recomendado que sigamos realizando ciertas actividades, como guardar una sana distancia, limpiar las superficies con cloro, lavar y desinfectar los productos que adquirimos en los supermercados, permanecer si es posible dentro de nuestros hogares y usar cubrebocas como una medida para prevenir contagios, se han incrementado considerablemente los usos de pañuelos desechables, cubrebocas, mascarillas, guantes, y demás artículos que utilizamos para la limpieza de nuestras casas o nuestros centros de trabajo.
Es importante tener en mente que nuestro país produce diariamente más de 100 mil toneladas de basura, misma que en su mayoría es recolectada por los sistemas de limpia municipales, pero que implica toda una logística apoyada en el personal de limpia para obtener una correcta gestión de residuos sólidos.
No olvidemos tampoco los residuos sólidos que se generan en los hospitales y que requieren de un trato especializado para prevenir contagios y más con este tipo de virus que puede llegar a ser tan peligroso para los que manejan la basura que se genera.
Al respecto, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha invitado a los gobiernos a priorizar la correcta gestión de residuos, tanto domésticos, urbanos y provenientes de las unidades hospitalarias, con la finalidad de que se garantice el mínimo impacto de flujos de residuos potencialmente peligrosos para el medio ambiente y la salud humana.
Nos recuerda que México forma parte de los países que firmaron el Convenio de Brasilea, siendo ratificado el 22 de febrero de 1991. El instrumento jurídico más antiguo en materia de residuos peligrosos y sustancias químicas. Mismo que prevé la reducción al mínimo de los desechos peligrosos, un adecuado manejo, así como las directrices técnicas sobre el manejo ambientalmente racional de los desechos biomédicos y sanitarios. En lo que respecta a los desechos domésticos, las partes se encuentran trabajando en un documento de orientación.
Sin embargo, es necesario que hagamos conciencia y pensemos en las personas que trabajan en el área de limpia y que acude semana tras semana hasta nuestras casas.
En primer lugar, pongamos en la basura este tipo de residuos. Y en segundo lugar separemos en una bolsa los residuos sólidos de esta naturaleza; guantes, mascarillas, cubre bocas, chicles, pañuelos desechables, cigarros, jeringas, gasas, apósitos, cepillos dentales y todos residuos sanitarios que pudieran provocar un posible contagio, además de que al sellar la bolsa la rociemos al interior y exterior con agua clorada. Así evitaremos que nuestros residuos generen algún tipo de contagio o efecto negativo al llegar a los lugares de disposición final.
#QuédateEnCasa
