Cierra ciclos negativos, resiente lo bueno

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Cierra ciclos negativos, resiente lo bueno

Martes, 21 Julio 2020 00:08 Escrito por 
Cierra ciclos negativos, resiente lo bueno Voz de Mujer

La vida está hecha de momentos, buenos y malos, sucesos que marcan nuestro presente y definen nuestro futuro.

Por alguna extraña razón, a muchos les gusta autocastigarse, para que el dolor sea más fuerte, y hacen de todo, desde la música cortavenas pasando por alguna bebida etílica que nuble los sentidos, hasta el aspecto físico, casi casi de moribundo para que todos sepan de la gran pena y tristeza que aqueja.

Y no es malo sentir, lo malo, es estacionar nuestra vida en un sentimiento negativo, porque se puede hacer costumbre y de ahi para el real la tristeza será su compañía.

Hay situaciones de nuesra vida que merecen nuestras lágrimas, pero no podemos adoptar la tisteza o el enojo como formas de vida. Muchas veces se asume el resentimiento para los sentimientos negativos, acción que daña cada vez que se evoca ese momento que lastimó, incluso cuando es platicado pareciera que ocurrió recientemente por la amargura con la que se relata, y sucede que ese hecho ocurrió hace más de 10 años, y existen personas que así viven toda la vida en lugar de resentir esos momentos lindos que nos causan alegría, que nos dan luz y hace palpitar el corazón a mil por hora.

Por qué no atesorar los buenos momentos y volver a vivir aquello que nos llenó de alegría.
Es momento de cerrar ciclos tristes, ciclos de vida que ya no abonen alegría, ciclos de vida tristes, de enojo y dolor.

Terminar o cerrar un ciclo es difícil pero hay que hacerlo con los ciclos que sabemos -porque todos lo sabemos, pero nos gusta hacernos- nos restan felicidad y que al contrario nos vuelven personas grises.

La pregunta sin duda es ¿cómo cerrar un ciclo?, cuando nuestro cerebro quiere hacerlo por nuestro bien, pero nuestro corazón se aterra de pensar que extrañará a alguien, o a la soledad.

Uno de los problemas es que nuestra mente se queda atrapada en momentos pasados que conforman ciclos a los que ya no deberíamos pertenecer frenando nuestro propio avance y truncando el presente. A todo esto se le llama apego, que es el vínculo afectivo que nos ata a cosas o personas, en muchas ocasiones sin sentido alguno.

Para cerrar un ciclo, no se trata de olvidar, sino de descubrir la evolución dentro de uno mismo para poder seguir avanzando a pesar de la pérdida.

Cuando esto ocurre comenzamos a recordar con cariño, pero no con necesidad, podemos agradecer por lo que fue y no sufrir por lo que ya no es; logramos asimilar la pérdida como una experiencia para crecer y aprender, no como una caída que nos volvió más débiles.

Al comenzar a pensar en la persona o situación perdida como algo ajeno a nosotros, algo que ya no es parte de este mundo o que ya no existirá nunca más, se trata de una evasión, a través de la cual no podremos avanzar ni ser.

Para la psicología, aunque se trate de un estudio científico del comportamiento humano, también es importante el efecto que otro tipo de influencias tienen sobre la mente, por ejemplo, los rituales, técnicas, procedimientos o creencias sobre los ciclos y su cierre.

Es por eso que en ocasiones, una serie de pasos que implican recordar y sufrir, ayudan mucho a perdonar, desapegarse y sanar; la mente es muy poderosa y si uno piensa en sanación, obtendrá sanación.

Por más cruel que parezca, hay que recordar todo lo que vivimos en ese momento que ahora duele, es imposible que todos los recuerdos sean negativos, así que hay que aprender de lo sucedido, aceptar lo vivido y no pretender olvidarlo. Si sólo nos enfocamos en olvidar, la ansiedad nos carcomerá, trayendo de vuelta dolor y sufrimiento y será el cuento de nunca acabar.

Para cerrar un ciclo es importane pasar por el ciclo del duelo; negación, ira, negociación, depresión, y aceptación.

Existen cosas que quedan fuera de nuestro control, no intentes cambiarlas porque llegará a ti una inmensa frustración. El mejor camino para lograr aceptar lo que ya nos pasó, es dejar de pensar en posibilidades distintas.

Nos autojuzgamos y castigamos todo el tiempo, y de manera injusta, nos arrepentimos de lo que jamás imaginamos. Curiosamente, deberíamos enfocarnos en ser empáticos con nosotros mismos, en procurarnos como algún día cuidamos de la pareja, en entendernos como entendimos a todos aquellos que también cometieron errores y sobre todo, en reconocer los aciertos que tuvimos.

Sólo así lograremos cerrar la puerta por la que no entrará nadie más.

«No me quites mi duelo»
«El duelo es tan natural como
llorar cuando te lastimas,
dormir cuando estás cansado,
comer cuando tienes hambre,
estornudar cuando te pica la nariz.
Es la manera en que la naturaleza
sana un corazón roto.»
Doug Manning


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Lupita Escobar

Voz de mujer