Los Juegos del Hambre

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Publicado en Opinión

Los Juegos del Hambre

Miércoles, 22 Julio 2020 00:06 Escrito por 
Los Juegos del Hambre Lo bueno, lo malo y lo serio

Ha empezado el show sesgado que representa Emilio Lozoya Austin, actor principal del melodrama en el que se ha convertido su caso, y que será el preferido de la mayoría de la clase política, si no es que de toda, y no es para menos; el morbo los mueve para saber hasta dónde va a soltar la lengua, sobre todo, por el contenido de los videos que tanta expectación han causado.

Son muchos los políticos que, desde ya, pretenden curarse en salud, como el impresentable gobernador poblano, por algo será. Nada más que la información del procedimiento que se llevará en contra de Lozoya, de acuerdo a lo que se ha publicado, no será del dominio público en su totalidad, se hará por mensajes de whats app, muy conveniente, porque podrá editarse y seleccionar el material informativo.

La puesta en escena de la vida y obra de Lozoya servirá para abrir boca, pues se enfilan otros dramas no menos “oportunos” para distraer la atención y centrarla en lo que presentará la cartelera, como el caso de otro no menos impresentable; la solicitud de detención provisional con fines de extradición internacional de César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, para cumplimentar orden de aprehensión por su probable responsabilidad en los delitos de peculado y asociación delictuosa, detenido en Miami, Estados Unidos, y en espera de la resolución del amparo que promovió para evitar su extradición a México.

No es para menos que la clase política y sociedad en general estén al pendiente del desenlace de la serie. Pocas cosas despiertan tal expectación, principalmente, por lo que puede arrojar la intervención del ex director de Pemex, que como protagonista ha sido colocado con algodones en un hospital bastante fifí, y parece que no pisará la cárcel por el momento, es muy valioso, en la imaginativa colectiva ya bailan nombres importantes como Luis Videgaray, o hasta el del propio expresidente Peña Nieto, como ya parece que se asoma el de Osorio Chong. Todo esto no debería causar tanto revuelo, el titular del ejecutivo federal ha hecho ver que puede suceder cualquier cosa, y de ser necesario, los ofrecerá como ofrenda para recuperar popularidad.

Sin embargo; son de aplaudirse las acciones que la administración lopezobradorista está emprendiendo, porque siembra la esperanza de que para el día de mañana suceda lo mismo con los actuales poderosos, que no se encuentran limpios de pecado, lo único que los salva por el momento, es que pasaron el puente sanitizador de la cuarta transformación, pero el futuro puede ser distinto.

Con esto se calentará el ambiente, pero no será suficiente, pues las elecciones del 2021, que son el verdadero objetivo y tal vez único, aún parecen lejanas, por lo que viene otro espectáculo más, por cierto, ya anunciado por la Fiscalía General de la República, “la otra verdad histórica” de los 43 de Ayotzinapa, que en realidad, no puede cambiar mucho de la anterior, solo se anuncia con exageración porque ahora se perseguirá a los policías que detuvieron a los delincuentes, uno de los perseguidos es Tomás Zerón, que ya es buscado por las autoridades.

Mientras todo esto sucede, el verdadero drama que viven los mexicanos a consecuencia de la pandemia ocasionada por el Covid-19, por la salud, la prolongada crisis económica que se pronostica, los millones de desempleos, la violencia que ha puesto en entredicho el Estado de Derecho, además de los centenares de miles de muertos que viene dejando el virus que nos ha puesto de rodillas, se sumará el hambre que carecerá gran parte del pueblo, por lo que evocamos las palabras de la Directora de DigitalMex, Diana Mancilla. Que empiecen “Los Juegos del Hambre”, triste, un circo de tres pistas por un lado, y un país en colapso por el otro.

La pandemia del SARS CoV-2 le demostró a las autoridades mexicanas que nunca se prepararon para su arribo en suelo azteca, por mucho tiempo se le ignoró, y de forma irresponsable se minimizó sus alcances y mortalidad. Como si fuera un enemigo insignificante, se le quiso ver pequeñito, cuando ha sido el causante de la paralización del mundo entero.

La aparición del virus ha impactado en el orbe con consecuencias muy negativas, principalmente en la salud y en la economía, a tal grado que se habla de una nueva forma de convivencia y de mercado.

En México, la poca atención que le prestó el presidente Andrés Manuel López Obrador, puede interpretarse como el desperdicio de una valiosa e irrepetible oportunidad que tuvo para imponerse como un verdadero estadista, y dejar su huella en la historia, de haber reaccionado de otra forma a la que ya se esperaba.

El presidente demostró una mezquindad inimaginable, las muertes anuncian la entrada de un apocalipsis mexicano, con decenas de miles de muertos, con el dolor de igual número de familias, con cantidades impresionantes de desempleados, con la peor crisis económica, y con el hambre como compañera de viaje por muchos años.

Pero los muertos seguirán siendo los culpables por no alimentarse bien, por padecer otras enfermedades y por no cuidarse. Y los empresarios seguirán siendo los culpables de quebrar, porque “ya no es como antes”, así, con total indiferencia, con una arrogancia ofensiva, y cero empatía. Qué lejos se encuentra el presidente de una realidad que no lo deja en paz.

No obstante, el golpe económico no lo reciben todos los empresarios por igual. Aquellos, los grandototes, esos que formaban parte de la mafia del poder y ahora se erigen como asesores presidenciales, esos no, ellos seguirán siendo inmensamente ricos, pero en caso de observar que sus inversiones peligran, únicamente tomarán un vuelo, se irán de México, y con un click se llevarán su fortuna.

Los que si padecerán son los medianos, pequeños y micro empresarios, esos que soportan la gran mayoría de empleos en el país, y que además aportan un alto porcentaje de impuestos, esos, son los que terminarán quebrando.

Es una tragedia que el mexicano como en otros tiempos, se siga distrayendo con los entretenimientos que le imponen, al pueblo pan y circo, sólo que pan, no habrá, mientras tanto, la crisis de los juegos del hambre, no perdonará a nadie.


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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio